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Castellano - Beltramino, el encuentro

Alcides Castagno

Por Alcides Castagno

“Teníamos conocimiento de que nuestros antepasados habían venido desde la región de Piemonte, aunque no habíamos logrado determinar exactamente el lugar de procedencia”. Así comienza Luis Castellano su relato. “El hermanamiento Rafaela-Fossano produjo un acercamiento muy intenso, que hizo posible el encuentro de familias argentinas con procedencia italiana. Una prima nuestra, Dorina de Brega, pudo viajar hacia allá y así establecer un primer canal de contacto”.

“El matrimonio de Bartolomé Beltramino y Ana Carola son los primeros que aparecen. Uno de sus hijos fue Faustino Beltramino, cuya acta de nacimiento de 1864 se hallaba guardada en la capilla de una pequeña aldea entre Oliva y Tavernette, vecinas de Cumiana, cercana a la frontera con Francia. En un armario de la capilla, sin llave, encontraron el documento que sería la punta del ovillo para seguir la genealogía”.

“Faustino, mi bisabuelo, se casó con Isabel Colombina -sigue diciendo Luis- y trabajaban como agricultores nómades en toda la región piamontesa, hasta que en 1889 decidieron emigrar hacia la Argentina y se radicaron en Presidente Roca. Tuvieron diez hijos: Ana, Juan, Teresa, Césara, Domingo, Pedro, Faustino, Rita, José y Rosa. Cuentan que la mitad de ellos eran de baja estatura, de tez morena y ojos oscuros, como su padre; la otra mitad eran rubios, altos, de ojos claros, como Isabel, la madre”.

“José Beltramino, mi abuelo –continúa Luis Alberto- se dedicó a la agricultura. Se lo recuerda como un hombre alto, rubio, elegante, de ojos claros. Contrajo matrimonio con Ema Viroglio, nacida en Egusquiza, hija de Antonio Viroglio y María Camisassa. De Presidente Roca se trasladaron a Felicia, para hacerse cargo del bar del pueblo; estando allí tuvieron dos hijos: Elda, mi madre y Faustino, mi único tío materno. Con el correr de los años, Elda se casó con Octavio Castellano, con quien tuvieron tres hijos varones: José Luis, Luis Alberto y Julio César”.

Cuando se realizó un encuentro en la ciudad de Fossano, al cumplirse un aniversario del hermanamiento con Rafaela, Luis y su esposa Roxana, después de participar de los actos oficiales, se trasladaron a Piscina, una pequeña ciudad hermanada con Suardi. En ese lugar de la provincia de Torino, comenzaron a sumarse las emociones.

“La casa –sigue el relato de Luis- donde la familia Beltramino había vivido por más de 100 años, seguía allí, testigo de tantas experiencias y emociones, con su techo de ladrillos y la morera, ese árbol centenario bajo del cual jugaron tantas generaciones. La llamaban la “casa rossa”, por su color externo; había pertenecido a una condesa, luego durante un siglo a los Beltramino y actualmente a una familia Porporatto. Fui recorriendo sus espacios, testigos de tantos corazones nómades, de manos curtidas por el trabajo, de esfuerzos y soledades, siempre con la esperanza en alto y el amor por la familia”.

Hoy Luis Castellano revive la emoción del reencuentro con los lugares de sus antepasados. Está casado con Roxana Gastaldi, con la que tiene tres hijos, Mateo, Regina y Joaquín, es arquitecto y ha sido intendente de Rafaela desde 2011 a 2023, con dos reelecciones.

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