Por Marcelo Lombardo
Este "Día del Trabajador" nos encuentra como espacio con la preocupación lógica que genera la intención manifiesta del actual Gobierno en avanzar en quebrantar derechos conquistados por los trabajadores a lo largo de la historia, luego de muchos años de lucha. Es una posición que no sólo nos preocupa sino que nos mantiene alertas, porque defender y sostener dichos derechos es nuestro compromiso con quienes nos eligieron como representantes.
SOIVA no es ajeno a los embates de la economía y a la abrupta caída de la actividad económica, por lo que hoy todos nuestros esfuerzos están dirigidos a sostener los puestos de trabajo y custodiar los derechos que quieren ser pulverizados a partir de las políticas implementadas por el Gobierno Nacional, en lo que llamamos tristemente un acto de atrincheramiento: en lugar de invertir esfuerzos, tiempo y dedicación en construir políticas que promocionen la mejora general de los trabajadores, en este escenario de pérdidas la mayor de las luchas es no perder los derechos ya conquistados.
En cuanto al mercado laboral, hubo un gran cambio respecto al 2023: hasta el año pasado la principal queja del sector patronal en cuanto a la generación de empleo, estaba direccionada a la falta de formación profesional y en oficio, del mercado. Atentos a esa demanda, las organizaciones gremiales conformamos centros de capacitaciones en oficio, colaboramos, además, en la tarea de incentivar al conjunto de la población, la culminación de los estudios secundarios, propiciando para ello, alternativas ajustadas a la realidad de aquellos sectores que se encontraban en la necesidad de cumplir con esta tarea, al mismo tiempo de cumplir con sus obligaciones laborales. Hoy el panorama es mucho más desalentador en tanto que hay importantes evidencias de achicamiento, de pérdidas de puestos de trabajo. Nuevamente aparece el fantasma del desempleo, y quienes ya venimos atravesando varias crisis, sabemos cómo empieza y tristemente sabemos cómo termina… En este sentido, recuperar el rol de la memoria como ejercicio, nos hace revisar todo aquello que como trabajadores vivimos en los '90 y que terminó llevando a nuestro país a una de las peores crisis de nuestra historia.
En este escenario, vemos al trabajador de la ciudad asimilando con dignidad, una vez más, el peso del ajuste y la crisis que ésto genera. Muchos creyendo, a mi juicio, equivocadamente, que este esfuerzo es compartido con otros sectores y que incluso es más fuerte con lo que se ha dado en llamar "la casta política". Una imagen, a mi juicio, distorsionada de la realidad en tanto y en cuanto las mayores medidas de ajuste (desde aumentos desmedidos en los alimentos y los servicios esenciales) lo está pagando la clase trabajadora y los jubilados.
En suma, un día que se debe celebrar por el gran esfuerzo y la dedicación que supone ser parte de un esquema laboral, pero de reflexión y, sobre todo, de expresión de deseo: queremos una Argentina mejor, de oportunidades y de justicia social. Desde ese lugar nos van a seguir encontrando, siempre defendiendo el bienestar de nuestros trabajadores.
En este contexto, más que nunca, afianzamos nuestro compromiso y lucha para sostener un bien tan preciado: el trabajo.
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