En la Argentina se recibieron en la última década 4 contadores por cada profesional de las áreas de computación, sistemas e informática (90.543 vs 23.000) y 3 abogados por cada médico (161.351 vs 49.756). Además, al menos uno de cada 10 graduados de las 132 universidades del país, tanto públicas como privadas, egresó de una Facultad de Derecho.
A su vez, apenas 15 de un centenar de carreras concentran el 70% de los egresados de todas las universidades.
Las 2 con más graduados son Derecho (13,4%) e Ingeniería (8,1%). Siguen Contador Público (7,5%), Docencia (7,4%), Administración (6,4%), Enfermería (6%), Psicología (5,3%), Medicina (4,1%), Arquitectura (3,5%), Diseño (2,5%), Comunicación Social (2,2%), Martillero (2,2%) y Computación, Sistemas e Informática (1,9%).
Los datos surgen de la respuesta a un pedido de acceso a la información pública que Chequeado realizó al Ministerio de Educación de la Nación respecto de la cantidad de egresados de todas las universidades públicas y privadas de la Argentina, por carrera, entre 2010 y 2020, aunque para este trabajo tomamos sólo hasta 2019 por tratarse 2020 de un año extraordinario por las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus.
Usos que pueden darle los contadores a la inteligencia artificial
El 2023 llegó con la inteligencia artificial (IA) como protagonista tecnológica y cada vez son más las empresas que apuestan a este fenómeno que hoy está -con mucha lógica- en boca de todos.
Según cifras de la CompTIA (una ONG estadounidense que reúne a miembros de la industria), el 91,5% de las compañías líderes en el mundo invierte en IA de forma continua.
Pero las empresas no son las únicas que ven el lado positivo. Por el contrario, los profesionales de distintas disciplinas analizan ventajas de poner en marcha herramientas con esta tecnología en su vida diaria.
Los contadores no son ajenos a esta nueva ola y, aunque está en una etapa inicial su adopción, saben que tiene una gran posibilidad de tornarse esencial en un futuro cada vez más cercano.
Esto nos lleva a la gran pregunta: ¿Cómo afectará a una de las profesiones más antiguas? No hay que perder de vista que la contabilidad requiere años de capacitación y práctica.
Es fácil pensar que la industria es inmune a las grandes transformaciones. Sin embargo, estamos en un punto de inflexión. Y la naturaleza repetitiva y automatizada de muchas tareas contables nos ayudan a descifrar el gran valor que la IA puede aportar.
Reclamo de los profesionales
Como se recordará, entre las diversas medidas de alivio que dispuso el Gobierno para paliar la situación económica que afecta a los contribuyentes, se encuentra la Resolución General 5.421 (AFIP) que dispuso la suspensión de la exclusión sistémica y la no consideración de ciertos meses para aplicar la baja automática, en el caso de los pequeños contribuyentes adheridos al Régimen Simplificado (Monotributo).
A raíz del dictado de dicha resolución es que la Federación Argentina de Graduados en Ciencias Económicas (FAGCE), que reúne a los colegios de graduados de todo el país, envió una nota al administrador Federal de AFIP, Carlos Castagneto, en la cual le señalan que la suspensión de la exclusión derivada de los controles sistémicos hasta el 31/12/23 y la no consideración de los meses de octubre a diciembre 2023 en la falta de pago de los 10 meses consecutivos que disparan la baja automática del Monotributo, pueden no ser suficiente. En particular respecto de la suspensión de la exclusión sistémica.
En efecto, los profesionales que forman parte de la Federación hacen notar que la aludida suspensión "sólo diferiría el momento a partir del cual el contribuyente quedaría excluido de pleno derecho del Régimen si en el período que transcurre hasta el 31/12/23 se ha producido alguna de las causales previstas", en la ley del tributo, "pero sin resolver la cuestión de fondo. Entre esas causales se encuentran el máximo de ingresos brutos anuales o el precio máximo para ventas de cosas muebles.
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