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Mariano Moreno, el fuego de la revolución

Mariano Moreno no tuvo una actuación destacada en las jornadas previas al 25 de mayo de 1810. A partir de entonces, su visión revolucionaria comenzó a desplegarse impulsando la apertura de puertos al comercio exterior y la reducción de derechos de exportación, entre otras medidas.

Mariano Moreno nació en Buenos Aires el 23 de septiembre de 1778. Fue el mayor de 14 hijos de Manuel Moreno y Argumosa, funcionario de la Tesorería de las Cajas Reales llegado al Río de la Plata desde Santander, España; y de Ana María del Valle. En esa época muy pocas mujeres sabían leer y escribir en Buenos Aires, la madre de Moreno era una de ellas y fue quien le enseñó sus primeras letras.

A pesar de tener casa propia en el actual barrio de San Telmo y hasta algunos esclavos, los recursos económicos de los Moreno eran insuficientes para pagar los estudios del mayor de los hijos. Luego de terminar la primaria en la Escuela del Rey, Mariano Moreno fue admitido como oyente en el Real Colegio de San Carlos. Allí, su vocación por el estudio llamó la atención de uno de sus maestros, el franciscano y poeta Fray Cayetano Rodríguez. Bajo su protección, Moreno pudo acceder libremente a la biblioteca del convento de San Francisco donde se inició en el pensamiento teológico.

Rodríguez también lo puso en contacto con el sacerdote Felipe de Iriarte, quien hizo gestiones para que pudiera continuar sus estudios en la Universidad de Chuquisaca, en Perú.

En noviembre de 1799, Moreno inició un viaje hacia el Alto Perú que le llevaría más de dos meses y sería la antesala de una nueva etapa en su vida. En Chuquisaca, luego de doctorarse en teología empezó a estudiar derecho. Al mismo tiempo comenzaron a abrirse nuevos horizontes en su formación con el descubrimiento de intelectuales de la Ilustración francesa como Voltaire, Montesquieu, Diderot y Rosseau. De este último comenzó entonces una traducción de "El Contrato Social", que va a publicar años más tarde en pleno fervor revolucionario.

Otra realidad

A diferencia de figuras como Castelli, French o Beruti; Mariano Moreno no tuvo una actuación destacada en las jornadas previas al 25 de mayo de 1810. Ese mismo día fue puesto al frente de las Secretarías de Guerra y Gobierno de la Primera Junta. A partir de entonces, su visión revolucionaria comenzó a desplegarse impulsando la apertura de puertos al comercio exterior y la reducción de derechos de exportación, entre otras medidas destinadas a mejorar la economía y la situación fiscal. Además, fundó la biblioteca pública, devenida en la actual Biblioteca Nacional que lleva su nombre, y el órgano de comunicación oficial del gobierno revolucionario: La Gazeta de Buenos Ayres. La publicación era dirigida por el mismo Moreno, quien de forma permanente comunicaba políticas de gobierno y exponía sus puntos de vista sobre los acuerdos comerciales con Inglaterra como una necesidad táctica para hacer sostenible la independencia de España.

"El extranjero no viene a nuestro país a trabajar en nuestro bien, sino a sacar cuantas ventajas pueda proporcionarse. Recibámoslo en buena hora, aprendamos las mejoras de su civilización, aceptemos las obras de su industria y franqueémosle los frutos que la naturaleza nos reparte a manos llenas. Pero miremos sus consejos con la mayor reserva, y no incurramos en el error de aquellos pueblos inocentes, que se dejaron envolver en cadenas en medio del embelesamiento que les habían producido los chiches y abalorios...", Mariano Moreno en La Gazeta de Buenos Ayres.

Día de la independencia especiales
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