Así lo indicó el Ministro de Gestión Pública del Gobierno de la Provincia en el marco del 140º aniversario de la ciudad. Además, remarcó la importancia del plan de vacunación que permite vislumbrar un horizonte de esperanzas.
Rafaela cumple 140 años. Mucho hay para decir, para reflexionar y recordar. Pienso en los pioneros y pioneras, quienes nos legaron ese ADN marcado a fuego por el espíritu innovador, por el riesgo, el compromiso, la mirada siempre atenta al porvenir. Pienso propiamente en la ciudad: la transformación enorme con que se proyecta al futuro desde siempre. Pienso en las obras, en cómo ha cambiado el casco urbano, en la expansión progresiva de la mancha urbana, en cómo nos hemos ido conectando con la región, cómo han cambiado las costumbres, cómo nos hemos ido convirtiendo en una ciudad universitaria y cómo esto ha transformado por completo el horizonte de nuestros jóvenes, que ya no se ven obligados a migrar para conquistar las oportunidades de formación y proyección que su ciudad tiempo atrás no les brindaba. En suma, Rafaela cumple años y siempre es una nueva chance para revivir el sentimiento de orgullo que estoy seguro todos mis vecinos y vecinas tienen por esta tierra tan querida.
Pero no podemos desconocer que este cumpleaños se da en un contexto muy particular, único y sin precedentes: una pandemia que ha impactado al mundo de una manera dramática. Una pandemia de la que es cierto que estamos saliendo, pero que nos ha marcado para siempre. Por el dolor, por la incertidumbre, por los padecimientos y las dificultades, y también por el desafío de enfrentarla colectivamente. En este sentido, es importante poner en valor la respuesta de la ciudad. Primero, con el espíritu solidario de su gente, con el compromiso comunitario y con el cuidado del otro que hemos aprendido como nunca en este tiempo. También, con una gestión municipal que ha dejado todo en la cancha: llegando a cada barrio, a cada vecino y a cada sector con una respuesta y con la empatía que da la vocación de servicio. Y finalmente con el esperado proceso de vacunación. La vacuna que le devolvió la esperanza al mundo y que en Rafaela ha sido un hito de orgullo e identidad. Hemos tenido en nuestra ciudad una organización ejemplar de la vacunación. Con el intendente Castellano y con su subsecretario de Salud Martín Racca a la cabeza, se ha vacunado -y se sigue vacunando- a la población de manera veloz, ordenada y eficaz, superando ampliamente los estándares promedio del país.
Este proceso exitoso de vacunación es el que nos ha abierto el paso a una nueva etapa de manera contundente. Ahora llega el tiempo de reparar y recuperar la construcción de futuro con más fuerza que nunca. Porque queremos que las empresas produzcan cada vez más, queremos que las oportunidades de trabajo crezcan, queremos que nuestras familias disfruten de la ciudad, que nuestros chicos y chicas puedan estudiar sin condicionamientos. Y Rafaela tiene todo para liderar ese proceso en nuestra Provincia, porque es un símbolo de lo que queremos para Santa Fe y para la Argentina. Porque es una ciudad con espíritu productivo, que hace de la innovación un pilar de desarrollo, con empresarios que apuestan por su tierra, con estudiantes que pueden mirar al futuro desde su propio lugar, con trabajadores que viven dignamente, con obras que transforman el día a día y con servicios que llegan a todos los rincones y que, de ese modo, acercan más y mejor calidad de vida para nuestra gente.
Rafaela cumple 140 años. Los 150 ya están en el horizonte y asoman como el desafío que viene. Mi deseo en esta fecha tan especial es que caminemos en unidad hacia la consolidación de una ciudad cada vez más justa, integrada, inclusiva y con oportunidades de progresar y vivir una buena vida para todos sus habitantes. ¡Salud Rafaela!
Comentarios