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Esteban Soldano

KTM X Bow GT XR: un juguete de circuito para la calle

Agrandar imagen KTM X Bow GT XR, un nuevo desafío para la marca austríaca y la máxima evolución de sus deportivos.
KTM X Bow GT XR, un nuevo desafío para la marca austríaca y la máxima evolución de sus deportivos.
Esteban Soldano

Por Esteban Soldano

Aunque a KTM se la conoce por sus motos, la marca austríaca en la década pasada pasó a las cuatro ruedas con un deportivo, el X-Bow y en el 2020 presentó un modelo totalmente nuevo, un superdeportivo de circuito capaz de medirse en competiciones de GT muy exigentes y a partir de él crear un auto para las calles.

Si bién la empresa KTM comenzó su producción a mediados de la década de 1930, recién después de terminada la Segunda Guerra Mundial, en 1953, el empresario Franco Prida se convirtió en principal accionista de la empresa, que luego pasó a llamarse Kronreif y Trunkenpolz Mattighofen. KTM comenzó la producción en serie de la R100 en 1954. Con solo 20 empleados, se construían tres motocicletas por día. Con el correr del tiempo se convirtió en una marca líder de estos vehículos de dos ruedas.

En el 2008 se atrevió a dar el paso a las cuatro ruedas con el X-Bow, el cual evolucionó a través de varias versiones hasta que en 2020 se presentó el X-Bow GT2. Así es como se presentó el KMT X-Bow GT2, enfocado la competición de SRO Motorsports y su hermano el GTX, en este caso presentado como el juguete de track days definitivo más allá de reglamentos, aunque con unas prestaciones ligeramente recortadas. La historia del nuevo X-Bow GT-XR comienza en 2018, cuando el motor turboalimentado de cuatro cilindros de Audi que impulsaba el X-Bow de primera generación, lanzado en 2008, no cumplió con las estrictas normas de emisiones para su homologación. Ese podría haber sido el final de la historia del X-Bow si la junta directiva de KTM hubiera decidido poner fin a su división de automóviles, un pequeño negocio en comparación con sus empresas de motocicletas independientes y su cartera más amplia. Pero, afortunadamente, vio el cambio de motor forzado no como un callejón sin salida, sino como una oportunidad. Era lógico pensar que el único lugar de un coche como el KTM X-Bow GTX iba a ser el circuito, pero KTM sorprende con una versión homologada para carretera de su nuevo "track toy", que tras algunas apariciones previas ahora se presenta con el nombre de KTM X-Bow GT-XR. Su diseño es prácticamente idéntico a los modelos exclusivamente de circuitos, a excepción de ciertos detalles obvios , como llantas de nuevo diseño y sobre todo de un alerón trasero algo más plástico y armónico. KTM asegura haber trabajado arduamente en la aerodinámica, incluso bajo el piso del auto, buscando maximizar el efecto suelo, el cual fue desarrollado por el especialista italiano Dallara. En los bajos de la carrocería, hay un difusor trasero que ejerce una fuerza vertical de 193 kilogramos a una velocidad de 200 km/h. Según el fabricante, la aceleración lateral máxima es de 1.23 g.

Mantiene el mismo motor, un turboalimentado TFSI de 2.5 litros y cinco cilindros de Audi que aquí ofrece 500 CV de potencia, acompañado de una transmisión de doble embrague de 7 velocidades que lleva toda su fuerza a las ruedas traseras, acompañado de un diferencial de deslizamiento mecánico. Si a esto le sumamos a un reducido peso de 1.130 kg, que logra por el uso de un chasis monocasco de fibra de carbono y un marco de acero tubular de alta resistencia. Todo ello da como resultado prestaciones más que interesantes con un 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y una velocidad máximas de 280 km/h. También cuenta con frenos fijos monobloque de 8 pistones y discos de acero, aunque de forma opcional también hay disponibles carbocerámicos y una suspensión de Sachs.

En síntesis GT‑XR tiene de serie discos de freno Brembo de hierro similares a los del Audi R8, aunque en un coche que pesa alrededor de media tonelada menos. Este auto tiene frenos carbocerámicos opcionales, que evitan la sensación de agarre en frío que puede producirse en otros deportivos y hacen un ruido como el de una lija de grano fino al frenar.

El X Bow GT XR en pleno movimiento de la burbuja para acceder al habitáculo.
El X Bow GT XR en pleno movimiento de la burbuja para acceder al habitáculo.

Adaptado a su nuevo lugar pero igualmente feroz

Como modelo homologado para calle, KTM ha realizado ciertos ajustes para mejorar el confort y hacerlo bastante más lógico para el día a día. Es por eso que ha instalado un tanque de combustible de mayor tamaño, de unos 96 litros, posibilitando una autonomía de hasta 1.000 kilómetros. Posee dirección asistida progresiva eléctricamente, y de forma opcional, un sistema de elevación hidráulica que permite levantar la carrocería uno 9 cm para evitar que este coche salido del circuito roce con rugosidades y badenes típicos de las calles de la ciudad. El habitáculo está integrado en el monocasco de fibra de carbono. Aparte del bastidor auxiliar de acero en la parte trasera que soporta el motor, la transmisión y la suspensión trasera, el GT‑XR está fabricado casi en su totalidad en fibra de carbono. La suspensión recurre a amortiguadores Sachs de altura ajustable en ambos ejes, y según KTM el coche consigue un reparto de pesos de 44:56. Las llantas son OZ Racing, de 19 pulgadas delante y 20 detrás, y van calzadas con neumáticos en medidas 235/35 R19 y 295/35 R20 respectivamente. Respecto al resto, el KTM X-Bow GT-XR recurre a un concepto de cabina cerrada sin puertas y cuya cúpula se abate hacia delante para permitir el acceso de los ocupantes, a través de un mecanismo de accionamiento eléctrico, como si fuera una burbuja rebatible de un avión de combate. En el interior el X-Bow se sigue presentando con un puesto de conducción tan extremo como el de sus hermanos, incluyendo un volante extraíble de fibra de carbono con una pantalla digital, pedales ajustables, buenos asientos báquet con tapicería en alcántara y arneses de competición y mucha fibra de carbono rodeando el habitáculo. Y todo ello acompañado también por otros detalles a nivel de confort como una cámara de visión trasera (ya que no posee espejos retrovisores), un equipo de sonido con conectividad Bluetooth, iluminación LED o climatizador. El X-Bow GT-XR no deja de ser precisamente la receta de aprovechamiento de todo ese trabajo que se había realizado para adaptar al modelo a la categoría GT2 que comparte con modelos como el Porsche 911 GT2 RS Clubsport, el Audi R8 LMS GT2 o el recientemente presentado Maserati MC20 GT2.

El KTM X Bow GT XR junto a su hermano gemelo hecho para las pistas, el GTX, las diferencias son casi imperceptibles.
El KTM X Bow GT XR junto a su hermano gemelo hecho para las pistas, el GTX, las diferencias son casi imperceptibles.

El coche está totalmente homologado en todo el mundo, aunque lamentablemente no habrá una versión con volante a la derecha, ya que eso duplicaría los costes de producción. La producción del X-Bow de cuatro cilindros al aire libre original ya casi ha terminado, y solo se están construyendo unos pocos coches más para el mercado estadounidense, donde no está homologado para circular por carretera y se utiliza exclusivamente para circuitos. El GT-XR es un nuevo comienzo para KTM.

El KTM X-Bow GT-XR será una versión de la que solo se harán 100 unidades anualmente con un precio que partirá desde los 284.900 euros.

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