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Especiales

Usan una nueva técnica para preservar la fertilidad en mujeres con cáncer

La transposición uterina puede beneficiar a pacientes que deben recibir radioterapia en la pelvis.

¿Qué podemos hacer para preservar la función reproductiva? Es una de las preguntas a la que se enfrentan profesionales de la salud que atienden a personas con cáncer en edad fértil. A las respuestas a ese interrogante, empieza a sumarse una opción más para casos específicos de mujeres que deben recibir radioterapia en la zona de la pelvis: la transposición uterina. Ya se realizaron 25 procedimientos en el mundo y en el país fue practicada en forma exitosa por primera vez en el Hospital Italiano.
La primera en acceder a esta alternativa fue una joven de 27 años que debió ser operada por un tumor en el cuello del útero. Se le practicó una cirugía conservadora de la fertilidad pero, por particularidades detectadas en el estudio de anatomía patológica, se le indicaron sesiones de radioterapia pélvica. El útero, no obstante, estaba sano (lo que estaba en riesgo era la zona circundante). El objetivo que se planteó el equipo multidisciplinario que la atendió fue preservarlo de los daños que ese tratamiento le causaría. "En estos casos, hasta ahora, lo que hacíamos era separar los ovarios del útero llevarlos al abdomen superior. Lo que pasa es que cuando irradiás el útero, después es inviable llevar un embarazo", comenta a Clarín, Diego Odetto, el cirujano ginecólogo-oncólogo que lideró la intervención junto a José Martín Saadi, jefe de Endoscopía del Servicio de Ginecología de la institución. "La radioterapia tiene factores muy nocivos en la elasticidad y la vascularización del útero, lo que afecta la posibilidad de distenderse en el embarazo. La posibilidad de sacarlo del campo radiante es muy interesante", amplía Romina Pesce, jefa del área de Fertilidad y Reproducción.

Nueva técnica

El primer reporte de una transposición uterina corresponde a 2017. Liderado por el médico brasileño Reitan Ribeiro, fue realizado en una mujer que debió recibir radioterapia por un cáncer de colon.
El caso fue descripto en un artículo publicado en la revista Fertil Steril. Desde entonces, ya se reportaron 25 procedimientos de este tipo en diferentes países: Brasil (16), Colombia (2, uno de ellos en una paciente pediátrica), Perú (1), Estados Unidos (1), Canadá (1), Irlanda (1), Alemania (1), Arabia Saudita (1) y Argentina (1).
La transposición uterina consiste en el traslado del útero y los ovarios a través de una cirugía laparoscópica desde la zona de la pelvis hacia la pared del abdomen superior, donde permanecen mientras dura el tratamiento oncológico con radioterapia (entre 4 y 6 semanas, dependiendo del tumor).
El útero queda a la altura del hígado. Los cirujanos mantienen conectadas e indemnes las arterias ováricas para asegurar la irrigación sanguínea del útero y los ovarios y que permanezcan vitales.
Durante esa etapa se inhibe la función menstrual con medicación (una única inyección y píldoras). Finalizado el tratamiento con rayos, se realiza otra laparoscopía (una intervención mínimamente invasiva) para devolver al útero y los ovarios a su lugar. Mientras tanto, la mujer puede hacer vida normal.
Las potenciales candidatas a realizarse este procedimiento son mujeres en edad fértil que deban recibir tratamiento radiante en la zona de la pelvis, ya sea por tumores colorrectales, ginecológicos, de vejiga o partes blandas.
"Creo que va a ser una opción de primera línea principalmente en cáncer de recto que necesite radioterapia. Es fundamental que la gente lo sepa, pero sobre todo los profesionales de la salud. Es una técnica que, si bien hasta el momento se aplicó en 25 casos en el mundo, a medida que se sepa que funciona -y hasta ahora viene demostrándose en todos los artículos-, va a ser una opción más, entre las que tenemos, para preservar la fertilidad".
Según los casos reportados, las pacientes que transitaron el procedimiento recuperaron la función menstrual y reproductiva. La joven intervenida en el Hospital Italiano ya terminó su tratamiento contra el cáncer y recuperó su función menstrual.
Dado que sin esta técnica el útero perdería definitivamente la capacidad de concebir como consecuencia del daño ocasionado por los rayos, la opción que tienen las mujeres que no se someten a ella -en la medida que la enfermedad que atraviesan lo permita- es criopreservar óvulos antes de iniciar el tratamiento oncológico y gestar a través de una subrogación de vientre, que en Argentina no está regulada por una ley específica, pero no está prohibida.

Cáncer fertilidad guia de profesionales
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