Un especialista explica de qué se trata este síndrome que se encuadra dentro de los trastornos del espectro autista.
El cuadro clínico del Asperger aparece como una influencia de múltiples factores, incluyendo el genético, pero en la mayoría de los casos aún no se ha logrado identificar una única causa.
Lo que sí se sabe es que afecta la forma en que las personas piensan, sienten, se comunican, se relacionan y procesan la información. En la actualidad, el SA es considerado una manifestación leve dentro de los trastornos del espectro del autismo (TEA).
Las personas con síndrome de Asperger poseen una capacidad intelectual normal, o por encima de la media, y suelen tener algunos talentos especiales (ligados a la tecnología, sistemas, informática o artes, entre otros).
Entre sus principales características podemos mencionar: la preferencia por las rutinas, el detallismo, poseen una mente analítica, tienen una excesiva concentración en temas de interés y suelen ser considerados recursos muy valiosos por las empresas de sistemas y tecnología informática.
A diferencia de los cuadros de TEA con mayor compromiso, las personas con síndrome de Asperger no presentan ningún retraso en la adquisición del lenguaje formal. Las dificultades en el plano de la comunicación social y el lenguaje se visibilizan en la dificultad de entender el lenguaje no literal (chistes, metáforas, refranes, etc.).
Las personas con Asperger muestran, además, escasas habilidades sociales, y relativa dificultad: por un lado para responder empáticamente a las emociones de los demás y por otro lado para reconocer sus propias expresiones faciales. Tienen una comprensión a veces muy ingenua de las situaciones sociales. ¡Esto los hace un blanco para el bullying!
Por eso es sumamente necesario que podamos, como sociedad, ser más cada vez más conscientes sobre lo que implica tener Asperger, para así saber brindar los apoyos que cada persona necesita.
Al ser una entidad relativamente reciente, muchos casos no están diagnosticados o reciben un diagnóstico equivocado. Este síndrome se asemeja a otros, lo que dificulta su diagnóstico. Algunas personas reciben su diagnóstico de pequeños, mientras que otros pueden hacerlo durante la adolescencia o la adultez.
No hay estudios que reflejen cifras exactas en la Argentina, pero se considera que el síndrome de Asperger afecta de 3 a 7 personas por cada 1.000 en todo el mundo. Siempre se lo consideró más frecuente en el género masculino que en el femenino (4:1), pero esta creencia está cambiando.
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