Continuar con rutinas diarias propias del invierno puede ocasionar consecuencias no deseadas, como las manchas o hiperpigmentaciones.
Por Ludmila Moscato - El clima tiene un impacto sobre la piel, y eso está directamente relacionado con las estaciones del año. El viento y la resequedad que traen el frío y el invierno van quedando atrás, y las nuevas condiciones requieren otros cuidados.
La primavera no solamente trae días más largos sino que también invita a pasar jornadas enteras al aire libre, por lo que estamos expuestos al sol durante más horas.
¿Cómo debemos proteger la piel? ¿Qué medidas tomar para que luzca luminosa e hidratada? ¿Hay que incorporar nuevos elementos a las rutinas diarias? ¿Cuáles de los cuidados del invierno persisten, y cuáles debemos dejar atrás y por qué?
Invierno vs primavera: efectos en la piel
La médica dermatóloga Ana Raimondi, integrante de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD), sostiene que debemos llegar a la primavera con la piel en buenas condiciones, en alusión tanto a la dimensión estética como a la vinculada a la salud en su sentido más amplio.
"Lo primero a tener en cuenta es que la piel esté en condiciones óptimas, esto es, haber realizado control de lunares y manchas y tratamientos de acné en caso de ser necesario, entre otros. Durante el invierno aprovechamos para hacer estos procedimientos", destaca la dermatóloga.
Otra de las cuestiones centrales, señalada por Ana Tettamanti, presidente de la Sociedad de Dermatología de La Plata, es contemplar que no todas las personas tienen el mismo tipo de piel.
"Los cambios climáticos actúan sobre biotipos cutáneos, que se dividen en piel normal, seca, grasa, mixta y sensible. En invierno, el frío y el viento tienden a resecar nuestra piel, necesitando la incorporación de emolientes, hidratantes y humectantes", plantea.
"En cambio, durante la primavera -contrapone-, el clima nos invita a disfrutar del aire libre, y es de suma importancia no olvidar las cremas de día con pantalla solar en nuestra rutina diaria, ya que pequeños descuidos pueden derrumbar tratamientos de manchas o dejar hiperpigmentaciones no deseadas en pacientes que utilizan cremas exfoliantes con efecto peeling en algún tratamiento".
Una aclaración: más allá de la estación, sostiene que la fotoprotección se recomienda todo el año y para todos los tipos de piel. "Es la base de tratamientos antiage, el complemento de tratamientos de manchas y acné y la piedra fundamental para la prevención del cáncer cutáneo", destaca.
Rutinas de cuidado en primavera
En cuanto a la rutina de cuidado, Raimondi sostiene que debe ser la misma durante todo el año, aunque hay que estar atentos a los componentes de algunos productos para evitar, por ejemplo, manchas en el rostro.
"Los cuidados diarios siguen en primavera de igual forma, es decir, debe realizarse una higiene con un producto adecuado para cada piel, incrementar el uso de antioxidantes tópicos, revisar los tratamientos para seborrea y acné, por la fotosensibilidad, y por supuesto utilizar protección solar", describe.
"Pero -advierte- conviene evaluar productos de hidratación, ya que suelen indicarse que sean más livianos, y revisar los ácidos que se vienen usando, debido a que muchos producen aumento de sensibilidad al sol", añade.
En tanto, Tettamanti sugiere que la rutina diaria comprenda los siguientes pasos:
Paso 1: En primer lugar, debe realizarse una limpieza, que puede ser con aguas micelares, espumas o leches de limpieza de PH neutro (similar al de la piel). "Evitar los jabones perfumados ya que resecan por su PH alcalino", recomienda.
Paso 2: Luego de la limpieza se recomienda colocar un serum. "Su ventaja es que son livianos, sin residuo graso y por eso permiten una rápida absorción", precisa.
Eso sí, sugiere que en primavera se discontinúen los tratamientos con ácidos exfoliantes (como el glicólico o el retinoico) si va a haber exposición al sol.
Paso 3: Por último, deben sumarse las cremas de día con fotoprotección, eligiendo las más ligeras en pieles grasas y las más untuosas en pieles secas.
Protegerse del sol
En este último sentido, Raimondi indica cómo debe llevarse a cabo los cuidados del sol.
"La fotoprotección debe ser cotidiana a lo largo de todo el año. En este sentido, se debe reforzar la renovación de la aplicación al aumentar la exposición al sol. Recordar uso de sombreros y ropa protectora, especialmente en niños", aconseja.
A su vez, sugiere buscar productos de amplio espectro para todo tipo de protección UV.
"El protector solar se recomienda todo el año- coincide Tettamanti-. En las rutinas diarias se indica en las cremas de día con factos de protección (FPS), pero cuando sabemos que el paciente va estar más expuesto por actividades laborales, recreativas o deportivas se recomiendan los fotoprotectores que cubren el espectro de protección UVA y UVB con FPS mayor a 30, generalmente 50", detalla.
Y reitera que deben colocarse al final de la rutina diaria luego de la limpieza y los serums, 30 minutos antes de la exposición solar, y ser renovados cada dos a tres horas.
Por último, Raimondi aconseja consultar con el especialista más adecuado para cada caso, enfatizando la prevención del cáncer de piel. (Fuente: Clarín)
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