Por Dr. Raúl Banegas
Hoy hay un crecimiento exponencial de los tratamientos estéticos no invasivos. Sin duda la alta satisfacción del paciente, las personas que desean que desean hacer algo por sí mismos, y el impacto del aumento de las videoconferencias son algunos de los disparadores de este crecimiento. A medida que más personas continúan buscando estos procedimientos estéticos especializados, es clave que también que busquen especialistas certificados.
El proceso de la consulta yo lo divido en tres etapas:
1- La etapa de la simpatía: Es cuando llega el paciente que no conocemos, ni ellos nos conocen a nosotros, y tenemos que tener una actitud de simpatía para poder aflojar al paciente que por lo general está un poquito nervioso y tiene esa necesidad de brindarnos cuáles son sus inquietudes, cuáles son sus preocupaciones, cuáles son sus necesidades por lo menos para el paciente según lo que él ve.
2- La empatía: Como médico me tengo que poner en el lugar del paciente para realmente entender e interpretar, qué es lo que está sintiendo, qué es lo que le aqueja, qué es lo que le molesta y qué quisiera solucionar o mejorar.
3-Autoridad: Luego de esas dos primeras etapas ingresamos en la tercera que es la autoridad. Nosotros tenemos que darle una devolución basada en conocimientos científicos, basada en proporciones armónicas y basada en el concepto artístico de cada profesional.
Una vez cumplidos estos pasos, sí le daremos una devolución acabada de lo mejor que necesita ese paciente, de lo mejor que podemos darle en ese momento.
Recapitulando, en la consulta, es esencial que el paciente cuente sus necesidades, cómo se siente, qué le molesta y confíe en el especialista y espere su devolución. No deben llegar pidiendo un tratamiento que le funcionó a alguien más o con la foto de alguien a quien quieren asemejarse. La confianza se genera conociendo a quien tenes delante, sus necesidades, cómo es, dónde se mueve, cómo se desenvuelve, y confiar. Hoy la naturalidad es tendencia y para lograrla es clave recurrir a especialistas.
Es clave que tomemos conciencia de dónde nos atendemos. Los productos están regulados por ANMAT, ver qué me están poniendo, interiorizarnos, y por otro lado ver a qué especialista estamos acudiendo. Para eso están las sociedades médicas que agrupan a los especialistas reconocidos que será el paso clave a la hora de evaluar un a quien estamos yendo a ver en la consulta.
En el proceso de la consulta, la confianza es lo primero
Hoy llegan muchas veces a la consulta buscando algo que se hizo una amiga, con la foto de una celebridad, o con una idea clara del tratamiento que creen que necesitan. Pero es clave entender que en estética la evaluación y diagnóstico es esencial. No hay recetas universales, ni tratamientos mágicos. Ponernos en manos de un especialista y escuchar la devolución que nos da. Llegar a plantear aquello que nos molesta o no nos gusta y buscar la armonía en el rostro de la mano de un profesional. Es fundamental entender que la consulta es muy importante. Los especialistas no debemos ser expendedores de producto somos asesores de estética.
A la hora de buscar un especialista debemos evaluar el perfil del médico. Hay muchos médicos, hay una inmensa cantidad de especialistas. Es clave buscar el especialista que se adecue a lo que necesitamos, el que se especialice en eso que queremos.
Es imprescindible crear un vínculo de confianza y conocimiento entre paciente y médico estético, de manera que exista una conexión que permita la mejor experiencia por ambas partes. Ellos cuentan con nosotros, nos dan su confianza. Nos tomamos muy en serio esa responsabilidad. En definitiva la clave será manifestar qué nos molesta, o por qué acudimos y escuchar la devolución del especialista.
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