Por Mariela Cambiasso - Hasta la década de 1920 el movimiento obrero argentino estuvo dominado por sindicatos de oficio relativamente pequeños. Estos se vieron gradualmente desplazados por un modelo de organización sindical de tipo industrial, caracterizado por la representación de un sindicato único por rama de actividad, que se volvió dominante hacia mediados de la década de 1940. Este modelo encontró dificultades para instalarse acabadamente en la industria de la alimentación, en tanto surgieron una multiplicidad de sindicatos organizados en torno a las distintas ramas en las que se dividía la actividad (Doyón, 1984).
La fundación del STIA se produce en este marco. Si bien data de los primeros años de la década de 1940, no se registra una fecha exacta ni datos precisos sobre las condiciones en que se produjo. La actual dirección atribuye este hecho al accionar de la última dictadura militar, que quemó y destruyó las actas y archivos existentes. Ahora bien, más allá de las imprecisiones y contradicciones acerca de quiénes fueron los primeros dirigentes, cuándo y dónde comenzó a funcionar la primera sede sindical, o incluso qué fracciones o divisiones dieron origen al sindicato, había un eje que no se ponía en cuestión: la centralidad de las figuras de "Perón" y "Evita" (a quien reconocen particularmente por las facilidades que otorgó para el acceso al edificio donde actualmente funciona el gremio, en la calle Carlos Calvo al 1500 en el barrio de Constitución), y su ligazón, desde los inicios, con el peronismo.
Si tal como decía Williams (2000), la tradición se define como una construcción basada en principios de selección, articulada con procesos de identificación y definición cultural que desarrollan no sólo una visión del pasado sino también funcionan como un elemento formador del presente, la identificación del sindicato con el peronismo permite hablar de un proceso activo, de continuidades prácticas y discursivas que se experimentan cotidianamente en la vida institucional del gremio.
Por ejemplo, en la declaración de principios del STIA firmada por su actual Secretario General, puede leerse: "Hacemos nuestros los conceptos magistrales del general Perón cuando señaló que el movimiento ha de dirigirse por los únicos doctores que el movimiento sindical puede tener: los doctores en sufrimiento y en las luchas, que son los trabajadores… "(Declaración de principios, disponible en la página oficial del sindicato).
Las referencias a las figuras de "Perón" y "Evita" son recurrentes. Están presentes en las distintas publicaciones que realiza el STIA, sean afiches, declaraciones o revistas, tanto como en el discurso de sus dirigentes: "Nuestro referente mayor es el general Perón, y de por sí también la compañera Evita. Dirigentes sindicales hubo muchos, con algunos podemos estar de acuerdo o no, pero mantuvieron lo esencial que es el modelo sindical, no sindicato por empresa, no sindicato por oficio. Cuando a vos te dividen te debilitan, no hay vuelta de hoja, por eso siempre nos enseñaron que la unión hace a la fuerza. Si agarrás dos ramitas y hacés fuerza, las partís, pero si agarrás cuarenta o cincuenta ramitas no las podés partir" (Miembro del Consejo Directivo del STIA, mayo de2014).
Así, un elemento que define la tradición del STIA es que sus dirigentes reivindican al peronismo y recurren a la iconografía y el discurso clásico del peronismo de 1945.
Pero, a su vez, este no sólo funciona como uno de los valores centrales en torno a los cuales la dirigencia construye y sostiene su legitimidad, sino también como garantía del mantenimiento del modelo sindical por rama de actividad que reivindican. De este modo, peronismo y modelo sindical se articulan en una unidad con sentido que define objetivos y prácticas, donde la preservación del modelo sindical se presenta como un fin en sí mismo y como un aval de éxito para la organización.
Este objetivos e corrobora y refuerza en la nota editorial publicada con la firma de Daer en una de las revistas anuales del gremio. La idea que sobrevuela el artículo -y que se expresa también en otras declaraciones- puede sintetizarse en una afirmación categórica: "El sindicato es peronista o no es...Muchas organizaciones antiperonistas que existen en el gremio y participan en todos los plenarios -de delegados- recurren al engaño para confundir y destruir la organización que es el Sindicato. Me pregunto si todo lo que mostramos en esta revista se podría realizar si no existiese el sindicato. ¿Cómo sería la vida de los trabajadores sin el gremio?... "(Revista nuestra VOZ, STIA Buenos Aires-Capital, 2011,-resaltado dela autora-).
Cuestionando la posibilidad de que surjan y/o se consoliden sectores de oposición, sus dirigentes asocian una agrupación sindical particular con la institución sindical en sí misma. Desde esta perspectiva, enfrentar a la Lista Verde de Daer adquiere, en sí mismo, un valor destituyente. Concomitantemente, y en línea con el peso que tiene el peronismo en el marco de la dirección del gremio, la disputa político-ideológica central se configura en torno al binomio peronismo/anti-peronismo.
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