Días pasados, en Beijing, se celebraron las dos sesiones anuales del gobierno Chino donde se plantean los objetivos de labor para el año en curso. Durante este evento de altísima importancia, el presidente chino Xi Jinping, abordó enfáticamente sobre las nuevas fuerzas productivas de calidad; una visión de futuro que promete un importante impacto positivo en el desarrollo del gigante asiático y también en el de todo el mundo.
Ante el contexto actual y para alcanzar los estándares de crecimiento para este año, Xi propone desarrollar nuevas fuerzas productivas de calidad, fuerzas que resultan de la combinación de la innovación y novedosos paradigmas de crecimiento económico, incorporando una asignación innovadora de los factores de producción y una profunda transformación y modernización industrial. La alta tecnología, la alta eficiencia y la alta calidad son los nuevos conceptos de desarrollo para China.
En este sentido, el Gobierno define algunas acciones en su informe de Labor del Gobierno presentado durante estas jornadas. En primer lugar, China plantea un objetivo de crecimiento económico del 5% para este año, basado en un desarrollo de calidad, focalizando los esfuerzos en ciencia y educación, considerando al conocimiento un capital clave y estratégico para alcanzarlo.
El mencionado informe propone la promoción de industrias emergentes como: la generación de energía a partir del hidrógeno, el uso de los nuevos materiales, la biotecnología y la biomanufactura, la tecnología cuántica, las ciencias de la vida, la producción de equipos de alta gama. También se menciona la promoción de la economía digital, la Inteligencia Artificial Plus y seguir conduciendo el liderazgo mundial de la industria de los vehículos inteligentes alimentados por las nuevas energías.
El presidente Xi, hizo referencia a que esta iniciativa no plantea desplazar a las industrias tradicionales. Se buscará hacer uso de las nuevas tecnologías para transformar y modernizar a las mismas y conducirlas hacia el sendero de la alta gama, la inteligencia y el cuidado del medio ambiente. Conjuntamente, se potenciarán industrias estratégicas y con competitividad internacional.
Por otra parte se pretenderá generar un ambiente favorable para el desarrollo de nuevos negocios y detección de nuevas oportunidades de comercio en el plano local como internacional, con marcos acordes a la demanda local y mundial en términos de legislación y burocracia, apuntando a una economía abierta y de altos estándares. De esta manera se intentará modificar las formalidades que hoy entorpecen la operatoria comercial o limitan el aumento del comercio internacional y también nacional.
Todas estas iniciativas se llevarían a cabo bajo las mismas premisas con la que China viene promoviendo a lo largo de los últimos años. La trayectoria y antecedentes de crecimiento de China se caracterizan por los logros conjuntos tanto en el plano del desarrollo económico como del de desarrollo humano. La modernización al estilo chino implica contribuir al bienestar del pueblo a través de las mejoras de la calidad de vida de la población acompañada de la protección del medio ambiente; implica un desarrollo compatible del crecimiento económico y el cuidado de la naturaleza, y una prometedora convivencia de lo humano y lo natural. Y cuando se hace referencia a las fuerzas productivas también se pretende ese crecimiento y competitividad compatible con la seguridad de los trabajadores y el desarrollo centrado en las personas.
Para América Latina el impacto de estas acciones implicará nuevos caminos y oportunidades para los intercambios comerciales y también de inversión. China busca liderar este proceso ofreciendo nuevos mecanismos de relacionamiento y de acceso a las nuevas tecnologías compartiendo los beneficios con el resto del mundo bajo el concepto ganar - ganar.
Por Emiliana Hidalgo, Doctora en Economía Internacional por la Universidad de Economía y Negocios internacionales (UIBE, Beijing)
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