El escenario crítico que vive la lechería argentina sigue agravándose, a medida que las subastas de precios que fijan los valores de referencia para las exportaciones lácteas arrojan resultados negativos.
En el remate quincenal de la Multinacional Fonterra, denominado Global Dairy Trade (GDT) y que se realizó el martes, el precio internacional de la leche en polvo entera, principal producto de exportación de la cadena láctea argentina, volvió a desplomarse.
Tras haberse derrumbado 11% hasta USD 2.864 la tonelada en la compulsa anterior, ahora anotó otra caída del 10,9% para ubicarse en USD 2.548.
De acuerdo con un informe del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), que publica el portal InfoCampo, se trata del menor valor en casi cinco años, ya que hay que remontarse a octubre de 2018 para encontrar una cifra tan baja.
La importancia de este indicador reside en que es una referencia de la capacidad de pago de las usinas por la leche cruda que entregan los tambos en tranquera, en medio del descalce financiero que ya viven los establecimientos de ordeñe por la suba de los costos debido al aumento del tipo de cambio.
Asimismo, las industrias viven un escenario complicado por las presiones del Gobierno para que no suban los precios en el mercado interno, al punto de haber amenazado en las últimas horas con cerrar las exportaciones.
Un mal presagio
La producción mundial de leche caerá en 2023, con los tambos de Argentina como los que sentirán con más fuerza esta baja, de acuerdo con un informe de AHDB Dairy difundido por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA).
A nivel global, en las principales regiones productoras, se estima una baja del 0,1% en el ordeñe con respecto a 2022; en Argentina, el recorte interanual llegará al 3%.
Es la mayor tasa entre los principales países productores, junto a una merma productiva similar que se proyecta en Australia.
Aunque en principio el desempeño de los tambos en las principales regiones aumentó un 0,8% durante el primer semestre, el OCLA advirtió que es probable que la caída de los precios y las difíciles condiciones climáticas en los países productores más destacados recorten el rendimiento en la segunda mitad del año.
En los casos de Estados Unidos, Inglaterra y Nueva Zelanda se esperan crecimientos que no superarán el 2%. En Norteamérica, las expectativas se apoyan a partir de un crecimiento del rodeo lechero por encima de las expectativas iniciales.
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