El Día del Trabajador de la Alimentación está dedicado a honrar todos los esfuerzos dispuestos por las personas que trabajan en el sector productivo de la alimentación. La jornada se desenvuelve en medio de festejos internos de las empresas dedicadas a la producción de alimentos; organizando un abanico de actividades para el disfrute y goce de los obreros y obreras del sector. La organización de cenas, reuniones amenas y conciertos son las actividades que toman lugar en este día.
En Argentina, específicamente, gracias a tener un fortalecido sector agro industrial (determinante para la economía productiva del país), estas festividades tienen una atención especial; involucra desde empleados adscritos a organizaciones sindicales, hasta los altos cargos de dirección y coordinación de la industria alimenticia. Los sectores involucrados van desde la agricultura, la piscicultura, la ganadería, hasta incorporar otras áreas que trabajan directamente con la extracción de materia prima.
De los años ochenta a la posconvertibilidad
Las transformaciones recientes en el mundo del trabajo generaron una serie de debates en el campo de las ciencias sociales sobre la crisis y reconfiguración de las organizaciones sindicales. En el marco de la recomposición económica y del empleo que tuvo lugar en la Argentina de posconvertivilidad, comenzó a discutirse en qué medida podía hablarse en nuestro país de un proceso de revitalización sindical. El propósito del artículo es contribuir a estos debates a partir del análisis de la tradición del Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA), tomando como referencia la seccional Buenos Aires-Capital Federal, en el período que se extiende entre el triunfo de su actual dirección (1984) y el conflicto que tuvo lugar en la empresa Kraft-Foods (ex Terrabusi) en 2009. Como resultado del análisis observamos que predominan rasgos de continuidad en las prácticas, discursos y valores que definen la tradición del sindicato. Esto, lejos de cuestionar el nuevo protagonismo de los gremios, complejiza su lectura e incorpora nuevos ejes para su estudio. Nos referimos concretamente a la relación entre las direcciones sindicales y las bases organizadas en comisiones internas y cuerpos de delegados; y la consideración de dos temporalidades: el pasado y el presente de las organizaciones sindicales en términos de sus discursos y prácticas. En términos metodológicos se trata de un estudio cualitativo, basado en entrevistas a dirigentes sindicales, y en el análisis de distintas fuentes secundarias (revistas, documentos y declaraciones sindicales, artículos periodísticos y archivos históricos).
*La autora es Becaria Doctoral del CEIL (CONICET)-FSOC-UBA.
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