Por Florencia Cunzolo
La pandemia de Covid-19 y el desastre que provocó mantienen a la población sensibilizada ante situaciones que requieren elevar la vigilancia epidemiológica. Ocurrió el año pasado con los casos de hepatitis agudas de causa desconocida en niños y con la viruela símica, por ejemplo. Y ahora con la gripe aviar, aunque se trata de una situación muy diferente.
Es que la gripe o influenza aviar no representa, al menos hasta el momento, grandes riesgos para los humanos, a quienes, no obstante puede afectar ocasionalmente, por lo que ante el registro de brotes por primera vez en Argentina, autoridades sanitarias y sociedades médicas emiten información y difunden medidas de cuidado, sobre todo orientadas a personas más expuestas.
¿Qué es la gripe o influenza aviar? ¿Se transmite de aves a humanos? ¿Y de persona a persona? ¿Cuáles son los síntomas? ¿Cuáles son las medidas de cuidado recomendadas? ¿Se transmite por consumir alimentos provenientes de aves infectadas? Son algunas de las preguntas frecuentes que aparecen en torno a este tema.
¿Qué es la gripe aviar?
La influenza aviar -también conocida como gripe aviar- es una enfermedad infecciosa que afecta principalmente a las aves y que es causada por un virus de la familia Orthomyxoviridae, explica la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Y detalla que, según su subtipo, puede clasificarse como de baja patogenicidad o altamente patógena.
El virus de baja patogenicidad suele ocasionar enfermedad leve, que hasta puede llegar a pasar desapercibida y/o sin la presencia de síntomas.
Mientras que los altamente patógenos, que corresponden principalmente a los subtipos H5 y H7 del tipo A, causan una enfermedad grave en las aves, tanto de corral como silvestres y pueden propagarse rápidamente, produciendo altas tasas de mortalidad en diferentes especies.
Las aves silvestres, principalmente migratorias, son el huésped natural del virus y son el principal vehículo de diseminación a través del continente. Las aves de corral pueden adquirir la enfermedad al entrar en contacto con ellas, recordó ayer el Ministerio de Salud de la Nación en una actualización de la situación epidemiológica.
Desde el SENASA, en tanto, destacaron que la influenza aviar tipo A es una enfermedad contagiosa de declaración obligatoria (ver abajo), "que afecta a muchas especies aviares y nunca estuvo presente en Argentina, por lo que se la considera exótica" y subrayó la importancia de su detección temprana.
Las autoridades locales ya recibieron casi una centena de notificaciones de sospechas en aves silvestres y de traspatio muertas o con síntomas, entre las cuales se confirmaron casos positivos en Jujuy, Salta, Córdoba y Santa Fe.
En paralelo se reportó un incremento de brotes de influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP) en aves silvestres, en granjas avícolas comerciales y traspatio en una decena de países de la región.
¿Cuál es el riesgo para los humanos?
La mayoría de los virus influenza que circulan en aves no son zoonóticos (es decir, que no se transmiten de animales a personas). "Sin embargo, algunas cepas de la influenza aviar altamente patógena tienen la capacidad de infectar a los seres humanos, representando una amenaza para la salud pública", advierte la OPS.
En los últimos 20 años (desde 2003 hasta noviembre de 2022), se notificaron 868 casos en humanos de infección por influenza A(H5N1) y 457 muertes en todo el mundo.
En el continente americano, el virus se identificó por primera vez en aves domésticas y silvestres hace casi 10 años, en diciembre de 2014 en Norteamérica.
Desde entonces y hasta principios de año, se habían detectado brotes de influenza aviar en aves domésticas, de granjas avícolas y/o silvestres de 10 países de la región. La semana pasada se detectó por primera vez en Argentina.
"Las infecciones de este virus en humanos, que a menudo puede tener manifestaciones graves, han sido mucho menos frecuentes. Pero siempre que los virus de la influenza aviar circulan entre las aves, existe el riesgo de aparición esporádica de casos humanos", destacó la OPS.
Hasta el momento, se confirmaron dos infecciones humanas en habitantes de la región: una en Estados Unidos (en abril de 2022) y la segunda en enero pasado, en Ecuador, precisó la autoridad sanitaria regional.
Pese a que la gripe o influenza aviar puede "afectar ocasionalmente a las personas expuestas", "el riesgo de transmisión a humanos continúa considerándose bajo", enfatizó el comunicado de la cartera sanitaria argentina.
Aunque es poco frecuente, la transmisión puede ocurrir cuando las secreciones de aves infectadas (heces, por ejemplo) son inhaladas por las personas, o el virus toma contacto con las mucosas de boca, nariz u ojos.
"Por lo tanto, las personas consideradas expuestas son aquellas que hayan tenido contacto directo sin protección adecuada con animales infectados (vivos o muertos) o con sus entornos contaminados", enfatizaron desde el Ministerio.
Asimismo, informaron que a partir de las investigaciones epidemiológicas realizadas por las jurisdicciones se identificaron, hasta el momento, 14 personas expuestas (11 adultos y 3 chicos) que estuvieron en contacto con las aves infectadas.
"Ninguna de ellas presenta síntomas de la enfermedad hasta la fecha y todas se encuentran en seguimiento por parte de los equipos de salud de las jurisdicciones correspondientes."
¿Cuáles son los síntomas?
Cuando la influenza aviar es transmitida al ser humano, los síntomas en las personas pueden ir desde una infección leve de las vías respiratorias superiores (fiebre y tos) hasta neumonía grave, síndrome de dificultad respiratoria aguda (dificultad para respirar), shock e incluso la muerte, precisan desde la OPS.
¿La gripe aviar se puede transmitir de persona a persona?
Desde el Ministerio de Salud destacaron que no se ha reportado transmisión interhumana sostenida de virus de la influenza aviar (sólo se registraron algunos casos esporádicos por transmisión interhumana en contactos prolongados intrafamiliares sin protección).
En la misma línea, desde la OPS indicaron que, en general, los casos en humanos son puntuales y, cuando han ocurrido, no se diseminaron fácilmente de persona a persona.
"Sin embargo, el riesgo de establecerse transmisión sostenida entre personas existe, y finalmente podría desencadenar en un brote o hasta en una pandemia", alertaron. A raíz de eso, en la región se reforzaron las acciones de vigilancia epidemiológica de influenza en aves y personas expuestas (como los tenedores de aves y el personal involucrado en el control de los brotes).
"Hay muchos tipos de virus de influenza A aviar y virus de influenza A porcina que han infectado esporádicamente a personas en todo el mundo. Por lo tanto, se necesita una vigilancia constante de los nuevos virus de influenza en personas y animales, especialmente en aves de corral y cerdos", enfatizó la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) en un comunicado.
Y añadió que, si bien por el momento el brote actual representa principalmente una amenaza para la salud animal y la producción avícola, "la persistencia y extensión del mismo condiciona un mayor contacto del ser humano con animales infectados o ambientes contaminados, convirtiéndose también en una amenaza para la salud humana".
Las medidas de cuidado recomendadas:
o Evitar el contacto directo con aves silvestres y, de ser posible, sólo observarlas desde lejos.
o No tocar superficies que podrían estar contaminadas con saliva, mucosa o heces de aves silvestres o de corral.
o Lavado frecuente de manos con agua y jabón o usar desinfectantes a base de alcohol.
o En caso de observarse aves domésticas y/o silvestres muertas o sospechar la enfermedad de alguna de ellas con IA (problemas nerviosos, respiratorios, digestivos, disminución en la producción de huevos, en el consumo de agua o alimento) notificar al SENASA concurriendo a cualquiera de sus oficinas; por medio de la aplicación digital "Notificaciones SENASA"; ingresando al apartado "Avisá al SENASA" desde la web del organismo; enviando un correo a [email protected]; o un whatsapp al 11-5700-5704. Fuente: Clarín
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