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Especiales

El primer médico de la historia

(Por José Díaz Novás). - Hace poco menos de 50 años, en una matineé dominical de un cine del barrio de la Víbora que ostentaba el pomposo nombre de "Gran Cinema" conocí el nombre de Imhotep. Estaban proyectando la película "La Momia" (Universal, 1932) protagonizada por ese gran caracterizador de monstruos que respondía por el nombre de Boris Karloff. En la trama de la película, Imhotep (Karloff) era un sacerdote del antiguo Egipto que mediante unos rezos mágicos contenidos en un papiro, resucitaba a una princesa recién fallecida de la cual estaba enamorado. Atrapado en ese pecado era condenado a ser momificado en vida, previa amputación de la lengua, para que no pudiera repetir su herejía en el más allá.
Después la trama salta a los principios del siglo XX en unas excavaciones arqueológicas. Se encuentra el papiro, que imprudentemente es leído delante de la momia de Imhotep, este revive y queda subyugado por una muchacha que era la viva imagen de la princesa egipcia, comenzando ahí todas la persecuciones y efectos de terror.
Ya en 1967, cuando cursaba el segundo año de la carrera, en la asignatura de Historia de la Medicina, me encontré con el verdadero Imhotep, un ser real e histórico, que fue médico en el antiguo Egipto, y más tarde deificado. Se le considera autor de un papiro muy antiguo, no conservado, del que se deriva el papiro de Smith, hallado en Luxor y dedicado a la cirugía, la cura de heridas y a la anatomía.1
Los métodos para tratar enfermos surgieron en Egipto 4000 años a.n.e. y la medicina se hallaba en manos de los sacerdotes. Los médicos en Egipto tenían un gran prestigio, y ya en el año 2000 a.n.e. en Egipto se habían desarrollado bastante las especialidades, había médicos cirujanos e internistas.1
Imhotep o Imutes, fue un sabio médico, arquitecto y astrónomo, que vivió aproximadamente entre los años 2690 y 2610 a.n.e.2 Fue también sumo sacerdote y visir del faraón Zoser de la tercera dinastía, diseñó, además, la pirámide escalonada de Saqqara. Es el primer médico y arquitecto conocido en la historia, el primer científico (dedicado a esas ramas del saber) cuyo nombre nos ha llegado.2 Imhotep fue el fundador de la medicina egipcia y autor del papiro de Edwin Smith acerca de curaciones, dolencias y observaciones anatómicas, aunque el texto fue probablemente escrito alrededor del año 1700 a.n.e., con añadidos de otros médicos.
En el texto se recomienda el uso de vahos opiáceos como anestésicos, describe observaciones anatómicas, el examen diagnóstico, tratamiento y pronóstico de numerosas heridas con todo detalle. Los tratamientos son racionales, y solo en 1 se recurre a remedios mágicos.2 El papiro contiene las primeras descripciones de las suturas craneales, de las meninges, de la superficie externa del cerebro, del líquido cerebro espinal y de las pulsaciones intracraneales, también tiene un total de más de 200 diagnósticos y tratamientos y 90 términos anatómicos.
Según un grabado de una losa sepulcral en Saqqara, Imhotep preconizaba la aplicación de presión sobre las arterias carótidas para calmar las cefaleas, al disminuir el flujo de sangre al cerebro.2 Los egipcios lo consideraban como el dios de la medicina y la sabiduría, su prestigio era tan grande que llegó hasta los griegos, que lo conocían como Imutes y le asimilaron a su dios Asclepio, el Esculapio romano.
Hay indicios que sugieren que los trabajos de Imhotep influyeron en el filósofo y sabio griego Tales de Mileto, que viajó a Egipto en el siglo VI a.n.e., y ¿porqué no podrían haber influido también en Hipócrates, que vivió un tiempo en Egipto y conoció la medicina de ese país?
Todos estos elementos son más que suficientes para considerarlo como el primer médico, no solo porque es el primero cuyo nombre se conoce, sino porque fue el primero, hasta donde sabemos, que aplicó elementos racionales en la atención a los pacientes. Hubo muchos sacerdotes, hechiceros, brujos, magos, etc., que ejercieron la función de médicos antes y que atendieron enfermos, pero privados de conocimientos y otros recursos e influidos por creencias místico-religiosas, concepciones demonológicas y mágicas acerca de la enfermedad, aplicaban tratamientos y curas generalmente irracionales, recurriendo a remedios mágicos, rezos, hechizos, brebajes, pócimas, conjuros, exorcismos, etc., que no tenían ningún efecto práctico, aunque justo es decir que podían brindar alguna ayuda a sus pacientes, dándole consuelo, apoyo, seguridad y compañía, algo que resulta imprescindible en la medicina.
El pionero en aplicar elementos racionales en la medicina fue sin dudas Imhotep, y no por gusto, Sir William Osler, gran clínico y filósofo de la medicina dijo: "Imhotep fue la primera figura de un médico que se destacó claramente desde el misticismo de la antigüedad".

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