Afecta al 5% de la población adulta mundial y es la principal causa de discapacidad.
No es estar "bajoneado" ni triste de vez en cuando. La depresión es un problema que requiere atención y que excede a las variaciones habituales del ánimo. Se trata de un trastorno mental frecuente que, se estima, afecta al 5% de la población adulta a nivel mundial y es la principal causa de discapacidad.
Hoy, 13 de enero, se conmemora el Día Mundial de la lucha contra la Depresión, con el objetivo de concientizar sobre la problemática, ya que reconocer los síntomas y buscar ayuda son pasos fundamentales para acceder a tratamientos eficaces.
Depresión: señales de alerta
Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierten que en un episodio depresivo, la persona experimenta un estado de ánimo deprimido (tristeza, irritabilidad, sensación de vacío) o una pérdida del disfrute o del interés en actividades, la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas.
Y precisan que se presentan varios otros síntomas, entre los que se incluyen la dificultad de concentración, el sentimiento de culpa excesiva o de autoestima baja, la falta de esperanza en el futuro, pensamientos de muerte o de suicidio, alteraciones del sueño, cambios en el apetito o en el peso y sensación de cansancio o de falta de energía.
"En determinados contextos culturales, algunas personas pueden expresar más fácilmente sus cambios de estado de ánimo en forma de síntomas somáticos (por ejemplo, dolor, cansancio, astenia), pese a que esos síntomas físicos no se deben a otra afección médica", sostienen desde la OMS.
Los episodios depresivos pueden clasificarse en leves, moderados o graves, en función del número y la intensidad de los síntomas, así como de las repercusiones en el funcionamiento de la persona en sus ámbitos personal, familiar, social, educativo y laboral, entre otros.
En el peor de los casos, la depresión puede llevar al suicidio. Cada año se suicidan más de 700 mil personas, por lo que su abordaje temprano es clave.
Más frecuente en mujeres
La depresión mayor puede comenzar a cualquier edad. Sin embargo, en promedio el inicio es a los 30 años. La depresión mayor, tanto en adolescentes como en adultos, es dos veces más frecuente en mujeres que en varones. El riesgo de desarrollar depresión mayor varía en varones y mujeres, siendo para ellas entre el 10% y 25% y para ellos entre el 5% y 12% de la población mundial.
"Las personas con depresión tienen dos o tres veces más posibilidades que una sana de desarrollar una discapacidad social, debido a que las relaciones sociales que establecen son inseguras, menos activas y más pobres", indica Zaiatz.
Y apunta que se puede concebir esta pérdida en la habilidad social como uno de los síntomas que más discapacita a la persona que padece este trastorno, "ya que las relaciones íntimas son deficientes y sus interacciones sociales poco satisfactorias".
Tratamiento
Según la intensidad y tipología de los episodios depresivos a lo largo del tiempo, los tratamientos se basan en diferentes psicoterapias y, en el caso de que sean necesarios, la indicación de fármacos.
"La mayoría de las personas con depresión no necesita ser hospitalizada. Sin embargo, algunas lo requieren, especialmente, si tienen ideas de suicidio o lo han intentado, si están demasiado débiles por la pérdida de peso o si tienen riesgo de sufrir problemas cardíacos a causa de su estado de inquietud", aclara la profesional.
En tanto, desde la OMS señalan que los tratamientos deben ser dispensados por profesionales y por terapeutas no especializados supervisados. Al tiempo que advierten que los antidepresivos no son el tratamiento de primera elección para la depresión leve. "No se deben utilizar para tratar la depresión en niños ni como tratamiento de primera elección en adolescentes, en quienes hay que utilizarlos con suma cautela", concluyen.
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