La jefa de Gabinete Municipal, Amalia Galantti, reflexionó respecto a lo que va dejando atrás la pandemia y lo que se viene: un futuro que debe encontrarnos con más conciencia social.

Fue un año particular. Pasamos por la angustia, el dolor y la incertidumbre, pero lo estamos cerrando con esperanza. Y esto es gracias al esfuerzo de todos, quienes nos hemos cuidado y hemos cuidado a los demás, y gracias al trabajo de todo el equipo de salud que se puso al frente del Hospital y de la campaña de vacunación más importante de nuestra historia. En ese compromiso comunitario reside la esperanza.
También cerramos un año con la energía y las ganas de seguir haciendo. Con la pandemia quedando de a poco atrás, es el tiempo de enfocarnos plenamente en eso que más nos gusta: hacer. Hacer para transformar, para seguir creciendo, para seguir caminando juntos como sociedad hacia la Rafaela de los 150 años.
Estos meses en que el mundo entero se convulsionó, en que cambió la forma de relacionarnos, nos enseñaron el valor de las cosas más simples. Hoy tenemos la esperanza de una nueva oportunidad, un nuevo amanecer que nos tiene que encontrar siendo mejores personas, más sensibles y comprometidos con el otro, con más conciencia social y comunitaria.
Rafaela es una ciudad en acción y nunca, ni aún en los momentos más duros, dejamos de trabajar en proyectos que nos hagan crecer y nos incluyan a todos. Eso nos identifica como gestión y refleja lo que somos como comunidad, acción. Lo vemos en los emprendedores, en las empresas e industrias que crecen y se expanden, que generan empleo, que llegan con sus productos a todo el mundo, llevando a lo más alto el trabajo rafaelino.
Lo vemos en las escuelas y universidades, donde nuestros jóvenes se forman para el futuro. Lo vemos en nuestras calles, en nuestros barrios, con obras en marcha en toda la ciudad para que cada rafaelino y rafaelina tenga la mejor calidad de vida: pavimento, cloacas, iluminación, ciclovías, espacios verdes, plazas y parques; porque sí, volvió el tiempo del encuentro y el aire libre seguirá siendo nuestro gran aliado para el disfrute.

Rafaela es también una ciudad metropolitana, vinculada a la región, y por eso nos llena de orgullo que se refuncionalicen los ingresos en la Ruta 70 y que se continúe avanzando a un ritmo nunca antes visto en la autopista de la Ruta 34. Y nuestro centro histórico, nuestra área central, finalmente también comienza su camino de transformación.
Nos queda mucho por delante, pero sabemos cuál es el camino, sabemos cómo hacerlo, y lo vamos a seguir haciendo juntos, entre todos y todas las que amamos Rafaela. Es parte de nuestra escencia, el diálogo, la escucha atenta y la apertura a todos los sectores, aún cuando tengamos diferencias; a partir de allí hemos sabido encontrar acuerdos en estos 140 años que nos han llevado a ser una gran ciudad, una ciudad por la que siento un profundo orgullo y un gran amor. El presente y el futuro nos exigen a todos el compromiso de trabajar con responsabilidad por Rafaela, de debatir con humildad y seriedad, aceptando que hay diversos puntos de vista, distintas miradas y opiniones, y que también allí podemos aprender y construir, si la base es el respeto mutuo.
Gracias a todos los vecinos, a las instituciones, a los compañeros del Gabinete y a los empleados y empleadas municipales, por la entrega, por el trabajo, por poner siempre a Rafaela primero.
Rafaela, la ciudad que amamos, es la que hacemos entre todos. ¡Felices 140 años Rafaela!