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Calor: qué cuidados deben tener las personas con enfermedades cardiovasculares

Las altas temperaturas incrementan las chances de sufrir golpes y agotamiento por calor. Recaudos y medidas para los grupos vulnerables.

Por: Ludmila Moscato - Se viene un verano caliente. Así lo anunciaron desde el Servicio Meteorológico Nacional respecto a lo que ocurrirá en los próximos meses, sobre todo en el centro del país. Sabemos que las altas temperaturas tienen una incidencia directa en el ánimo y en la salud, y también que se requieren cuidados específicos. ¿Qué hay respecto del impacto en el corazón?
El cardiólogo Mario Boskis indica que la exposición al calor extremo conlleva sus riesgos, que no serán los mismos para personas jóvenes que hagan ejercicio sin protección que para quienes tengan enfermedades cardiovasculares, tomen remedios o conformen el llamado "grupo vulnerable", comprendido también por personas mayores y bebés.
En este sentido, Boskis, que es miembro titular de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), explica qué es lo que le ocurre al organismo de llegar a padecer un golpe de calor, y diferencia entre sus modalidades "pasiva" o "activa".

Golpe de calor pasivo

El golpe de calor denominado clásico o pasivo es el más común. "Es frecuente en personas mayores de edad, o con enfermedades cardiovasculares previas y cualquier otra afección crónica que altere los mecanismos regulatorios del cuerpo que ayuden a disminuir la temperatura corporal. Aquí es donde tenemos que extremar las precauciones", advierte.
El médico también señala que muchos medicamentos que se utilizan para tratar patologías muy frecuentes, como la hipertensión o la diabetes, podrían desencadenar o agravar el cuadro.
"Sabemos que el responsable de generar esta situación es la incapacidad del organismo de disminuir la temperatura interna. Una respuesta inicial de vasodilatación en los vasos sanguíneos que irrigan la piel, la respiración acelerada y el sudor ayudan en principio a enfriar al organismo, pero tienen como contrapartida un mayor trabajo cardíaco", explica el especialista.
Y continúa: "Si este mecanismo falla, se produce el colapso cardiocirculatorio resultante de una temperatura corporal que puede superar los cuarenta grados o más. Los síntomas pueden tardar en aparecer, pueden llevar días", sostiene.
Boskis indica que de acuerdo a lo recomendado por la American Heart Association, quienes tengan antecedentes cardiovasculares, estén tomando medicamentos crónicos, tengan más de 50 años o sobrepeso, podrían estar en el grupo vulnerable.
"No olvidemos que los niños, especialmente los bebés, son también parte de este grupo y debemos protegerlos de las temperaturas extremas", advierte.

Golpe de calor activo

En tanto, cuando el médico habla de golpe de calor activo se refiere por ejemplo a personas jóvenes que en un día agobiante, con temperaturas extremas y alta humedad, realizan actividad física sin los debidos cuidados y sin protección. "Este combo explosivo en un joven sin antecedentes cardíacos, puede hacerlo colapsar", alerta.
Al igual que el golpe de calor pasivo, lo que le ocurre al organismo es que es incapaz de regular la temperatura del cuerpo, pero difieren las causas. En este caso, se suma la temperatura que el propio cuerpo genera mediante alguna actividad, con la del ambiente.
En síntesis, debido al alto calor ambiental asociado al propio aumento de temperatura que genera el ejercicio, el organismo es incapaz de disipar la temperatura interna corporal en aumento y puede llegar incluso hasta los 41 grados centígrados.
"Los mecanismos de adaptación, como la vasodilatación de las arterias para incrementar el sudor y perder calor por la piel, llevan a una desproporcionada caída de la presión arterial. Si a esto se le asocia un daño térmico directo sobre la fibra cardiaca, más la pérdida aguda de sales y la deshidratación asociada, ek resultado la posible aparición de arritmias, infarto de miocardio y hasta muerte súbita", alerta.
Además, destaca la importancia de la atención inmediata. "De no ser tratado rápidamente el cuadro tiene una elevada mortalidad", asegura.
Y añade que es muy importante reconocer síntomas tempranos, como:
-Una excesiva "taquicardia" para el esfuerzo realizado
-Sensación de debilidad
-Mareos
-Transpiración muy profusa
-Cefalea intensa
-Náuseas
-Vómitos
-Calambres

Agotamiento por calor

Se trata de un cuadro más leve, "pero que nos puede ayudar a hacer un diagnóstico precoz", indica Boskis.
Sus síntomas pueden ser:
-Dolor de cabeza
-Mareos
-Piel pálida y fresca al tacto
-Debilidad generalizada
-Náuseas y vómitos
-Orina de color oscura
"Si a esto se le agrega fiebre, desorientación, piel seca, caliente y colorada y nota que aumenta su respiración y su frecuencia cardiaca pida ayuda médica en forma inmediata", aconseja.

Cómo cuidarnos

Para prevenir estos cuadros, hay recomendaciones generales a implementar cuando suben las temperaturas:
-Beber abundante líquido, aunque no tenga sed. "Tenga en cuenta que con la edad sentimos menos necesidad de hidratarnos, pero nuestro organismo lo sigue necesitando", recuerda.
-No haga actividad física en horarios de mucho calor
-Vístase con ropa liviana y clara, preferentemente de algodón.
-Use sombrero y anteojos de sol.
-Trate de estar en ambientes con buena ventilación o aire acondicionado
-No se exponga de forma directa al sol, especialmente entre las 10:00 hs y las 16:00 hs o si hay temperatura muy elevada.
-Si amamanta, hágalo con más frecuencia
Las altas temperaturas incrementan las chances de sufrir golpes y agotamiento por calor. Recaudos y medidas para los grupos vulnerables.
El problema de los golpes de calor activos no es menor ya que, de la mano también del cambio climático y los calores cada vez más sofocantes, es una de las primeras causas de muerte en atletas jóvenes. "Para dar una magnitud del problema, sólo en los Estados Unidos se reporta un promedio de 10.000 fallecimientos al año en jóvenes practicando deporte en el secundario durante olas de calor", plantea.
Sin embargo, no es exclusivo de atletas, ya que también puede suceder en personal militar durante su entrenamiento o hasta en trabajadores expuestos a la intemperie.
"Este cuadro se ve más frecuentemente en personas que no se han aclimatado suficientemente al calor, utilizaron alcohol previo a la actividad o consumieron sustancias estimulantes, cocktail que lamentablemente se ve con mayor asiduidad", aduce, para cerrar. (Fuente: Clarín)

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