Luego de las últimas balaceras registradas en la ciudad de Santa Fe que dejaron a un joven muerto en barrio Santa Rosa de Lima y a una niña herida en barrio San Lorenzo, el ministro de Seguridad de Santa Fe, Claudio Brilloni, coincidió con el fiscal Walter Rodríguez, que aseguró que en la ciudad capital hay síntomas compatibles con lo que está sucediendo en Rosario con la narco criminalidad.
"No es una imagen definitiva, pero sí hay síntomas de las consecuencias que acarrea", dijo Brilloni. "A esto lo habíamos observado ya el año pasado, por ello, en la apertura de sesiones de la Legislatura, el Gobernador anunció la creación de un Comando Unificado Gran Rosario para conformar un anillo de seguridad alrededor de Rosario y evitar que muchos de estos delincuentes que hoy operan y que siguen operando ahí, puedan migrar hacia otros lugares", explicó el Ministro.
"Hay tres cuestiones a tener en cuenta. Primero, la ubicación estratégica de la provincia de Santa Fe. Si tenemos en cuenta que una de las rutas principales de la cocaína puede ser la 34 y después la 19, para tomar la autopista Santa Fe-Rosario y luego Buenos Aires y seguir el viaje hacia donde tenga que seguir, para buscar un puerto para después llevarla al exterior. No podemos descubrir tampoco las rutas 11 y todas las que están ubicadas en el este de la provincia, porque desde ahí baja el ingreso de la marihuana", contó Brilloni. "El segundo aspecto es la mayor demanda que tenemos, no solamente en la provincia, sino en todo el país. Y el tercero, que nadie está exento de los problemas de violencia que tenemos instauradas en nuestra sociedad", señaló.
El narcodelito y las armas de fuego
Las armas de fuego son las protagonistas de los violentos ataques que llevan adelante las organizaciones narcocriminales en Santa Fe. El Ministro de Seguridad dijo: "Hay que seguir haciendo un trabajo de inteligencia criminal en Rosario y a este modelo llevarlo a la ciudad de Santa Fe". Sobre la procedencia de estas armas, Brilloni reveló un dato preocupante y dijo que "la mayoría de las armas son de privados o de funcionarios policiales que han sido robadas, que las cedieron ilegalmente o las alquilaron".
"Tenemos la información documentada, real, de que esas armas pertenecen a privados, que tienen legítimo usuario, que tienen portación, pero que en algún momento o las perdieron, se las robaron o las cedieron ilegalmente y que aparecen después en los escenarios delictivos", contó. Según el Observatorio de Seguridad Pública, desde el 2020 hasta diciembre del 2022, en toda la provincia se secuestraron 5.683 armas de fuego: en La Capital 1.409 y en Rosario 2.203. Los datos aparecen en una serie de informes de AIRE sobre el circuito ilegal de armas en Santa Fe. A estos datos, Brilloni agregó que "en lo que va del 2023, en Rosario y Santa Fe la Policía lleva incautadas solamente en prevención del delito 500 armas de fuego, calibre 9, 38 y 32 milímetros". Sobre el destino de esas armas, el Ministro de Seguridad contó que "hay depósitos judiciales que están a cargo del Ministerio Público de la Acusación (MPA) y, una vez que termina todo el proceso judicial, van a destrucción".
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