Frente a los escenarios económicos complejos a nivel nacional y provincial, uno de los interrogantes más frecuentes dentro del debate económico refiere a cómo se va a llevar adelante el tan ansiado crecimiento productivo. Los consensos sobre los avances macroeconómicos que representan la baja de la inflación, el equilibrio de las cuentas fiscales y la casi unificación del tipo de cambio, son una realidad que muestra señales favorables de cara al mediano plazo; pero a su vez, no atienden completamente la realidad de los sectores productivos nacionales y provinciales.

Para comenzar a describir los pormenores de este contexto, en la antesala del plenario de la comisión de industrias de CCIRR, Beccari nos contó que: "Desde la Secretaría de Desarrollo Industrial estamos con una agenda muy intensa porque venimos de un año complejo en materia de caída de la actividad industrial a niveles preocupantes, sobre todo del primer semestre. Durante este período, notamos que dicha caída de estabiliza y empieza a ver un leve repunte, que si bien no es el óptimo ni el ideal, se rescata que la actividad de Santa Fe se sostiene en buen nivel debido a que no tiene endeudamiento comercial ni financiero, y a su vez, logra mantener los puestos de trabajo. Esto refleja el gran compromiso de los industriales santafesinos; sobre todo en mantener los equipos de trabajo y de alguna manera preservar las fuentes laborales".

Al mismo tiempo, este escenario se ve atravesado por los cambios recientes en materia de comercio internacional, sobre todo en lo vinculado a la baja de aranceles para la importación de insumos y productos finales. En relación a ello, Beccari agregó: "En materia de apertura de importaciones, nosotros venimos monitoreando todos y cada uno de los sectores y entendemos que deben darse las condiciones para que nuestra industria pueda competir en este nuevo contexto. En este caso, no creemos que la apertura indiscriminada sea el procedimiento adecuado debido a que aún debemos darle a nuestra industria la oportunidad de que ajuste sus procesos productivos para poder competir con el resto del mundo. En este sentido, desde el gobierno de la provincia de Santa Fe estamos apuntalando a través de políticas activas, las herramientas para que nuestro sector industrial pueda competir con los productos extranjeros. Resulta clave entender que Santa Fe es muy importante a nivel industrial porque somos el segundo PBI más grande del país y por ende, esto hace que llevemos un diálogo constante con las autoridades nacionales para instalar la agenda santafesina en materia industrial. Por todo ello, este encuentro resulta vital para continuar intercambiando criterios acerca de la realidad industrial de la provincia".

En lo que respecta a los desafíos del sector, la realidad se presenta igual de compleja para los distintos actores involucrados. El problema de los costos de producción emerge como la piedra angular de la realidad de las empresas, sobre todo al momento de proyectarse en el mediano y largo plazo. Las preguntas transversales de la comunidad industrial giran en torno a: ¿cómo ser competitivos frente a una apertura agresiva de la importación de productos finales? ¿Qué medidas microeconómicas hacen falta para generar estas condiciones? ¿De qué manera pueden reducirse los costos argentinos de producción? ¿Qué estrategias impositivas pueden aplicarse para alivianar la situación de la industria provincial y de esa manera, garantizar el sostenimiento del nivel de empleo?

Frente a estos interrogantes, Graciela Acastello sostuvo: "Todos ellos son temas que preocupan mucho a la comunidad empresaria. En relación al empleo, hay que decir que se esta sosteniendo por un gran esfuerzo de contención de los empresarios y que, si la situación se sigue desarrollando de esta manera, el escenario va a ser cada vez mas difícil. En este sentido, vemos que las normativas que van surgiendo se limitan fundamentalmente a bajar costos de importación y entendemos que, si bien pueden favorecer a la reducción de costos de los insumos, también permiten el ingreso de productos terminados del exterior (China, India y Taiwán, por citar algunos ejemplos) a un costo ridículamente bajo, con el cual no podemos competir.

Frente a este escenario, entiendo que va a ser necesaria alguna medida que tienda a bajar el costo argentino, ahí esta la clave. Si solamente nos preocupamos por lo referente a importaciones, no va a ser suficiente. Entendemos que el déficit cero no se negocia, pero de alguna manera necesitamos bajar impuestos y aranceles internos que nos permitan mayor competitividad a fin de espantar los escenarios de desempleo y cierre de empresas.

Como bien señala Acastello, la apuesta de los sectores industriales está en seguir alimentando los canales de diálogo con las autoridades provinciales y nacionales, a fin de sellar acuerdos que equilibren las actuales ventajas macroeconómicas con la realidad cotidiana de la producción nacional. En este sentido, la Presidenta de la cámara de industriales metalúrgicos de Rafaela destacó los avances en esta materia y a su vez, los problemas de sintonía fina que aún deben atenderse. En esta dirección sostuvo que: "En relación al contexto nacional, creo que es importante no despreciar todo lo que se logro en materia económica en los últimos meses. Haber reducido la emisión monetaria y la inflación a los niveles que actualmente tenemos, son hechos que debemos valorar porque estamos prácticamente unificando los mercados de cambio. La brecha del dólar es cada vez menor e incluso, se esta previendo una liberación total del cepo cambiario a mediano plazo. Todas estas señales son alentadoras de cara al futuro, ya que muestran una mejora de la macroeconomía a nivel nacional; aunque aún no se observan medidas que busquen mejorar la situación de la micro.

En relación a esto último, en su momento se había dicho que no se iba a realizar una apertura indiscriminada pero lamentablemente, es lo que estamos viviendo con la eliminación del impuesto PAÍS. Estos aranceles afectan directamente a las importaciones y por ende, también a la determinación del costo de nuestros productos finales. Un claro ejemplo de ello es lo que sucede con la producción de bicicletas. Llegan más baratas como producto final que como insumos para ensamblaje, lo cual genera una pérdida de competitividad absoluta de los bienes nacionales frente a los importados. Estos son los ejemplos de sintonía fina que es necesario atender para poder generar mejores condiciones para nuestra industria. Lo positivo es que tenemos un gobierno nacional que esta dispuesto a escuchar estos planteos, y que cuando se presentan casos particulares son recibidos para su tratamiento.

Por último, en relación al rol de la provincia dentro del esquema de crecimiento industrial, Acastello afirmó: "Tal como manifiesta nuestro Gobernador, nuestra provincia es un punto neurálgico en relación al crecimiento industrial, con mucha mano de obra ocupada; lo cual la transforma en una potencial punta de lanza de la recuperación industrial del país. Entiendo que se viene trabajando ordenadamente en relación a problemas como el presupuesto y demás, lo cual deja entrever que existen buenas señales de cara al futuro".