En un nuevo aniversario de la formación de Rafaela, el titular de SOIVA, Marcelo Lombardo, cuenta sobre el quehacer de su Sindicato así como también comparte su mirada de la ciudad, sin perder de vista el impacto de las medidas del gobierno nacional y su impacto en lo local.

"Es un aniversario en el que siento que no hay mucho por festejar: el contexto de ajuste que caracteriza el escenario actual, en el que se habla de un sinceramiento generalizado de precios, a excepción de los salarios, viene provocando una progresiva y cada día más creciente imposibilidad de la sociedad en general por cubrir sus necesidades básicas. Y esto claramente, repercute también en Rafaela, donde tristemente hay cada vez más familias que necesitan de la ayuda del estado para poder comer. Es doloroso ver cómo en nombre del mentado equilibrio fiscal, se sumerge al pueblo en un estado de pobreza e indigencia alarmante, y no sólo esto, sino con un nivel de indolencia y apatía realmente llamativo", indicó.

Además, dijo que "en este sentido, nuestro Sindicato, como toda institución también se encuentra en un momento difícil, aunque siempre tratamos de seguir planificando con esperanzas y alegría. Durante el año hemos tenido algunos inconvenientes en prestaciones de servicio, por ejemplo, desde la Obra Social, que requiere aún más trabajo y creatividad para ir solucionándolos: insumos médicos dolarizados, una práctica ilógica que impone a las obras sociales sindicales, en muchos casos por la vía de amparos judiciales, la cobertura de medicamentos de altísimos costos, que incluso en muchos casos no se encuentran autorizados por la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), procedimientos médicos innovadores que incluyen la utilización de aparatología de alto costo; todo esto a cubrir con aportes surgidos de los depreciados salarios de los trabajadores, propios del contexto de crisis mencionado, complejizan y ponen en riesgo el Sistema Solidario de Obras Sociales, que ha sido el sistema bajo el cual la salud pudo desarrollarse en nuestro país", marcó Lombardo.

De todos modos, Lombardo consideró que "no obstante lo difícil de la situación, seguimos pensando que el Sistema Solidario de Obras Sociales Sindicales sigue siendo la mejor opción de acceso a la salud para los trabajadores" y por eso es necesario luchar por su sostenimiento.

También las negociaciones paritarias suponen mucho esfuerzo porque sabemos que cada vez que se negocian incrementos salariales los porcentajes están muy por debajo de las expectativas y de las necesidades de los trabajadores. Sostener el poder adquisitivo del salario, se ha convertido en una negociación desigual, en donde a la difícil negociación mantenida entre trabajadores pobres y empresas que pierden progresivamente sus niveles de producción, debemos sumarle una inapropiada intervención del gobierno imponiendo topes a las discusiones paritarias, que tornan inevitable, el avance permanente de la pérdida de poder adquisitivo del salario.

En cualquier circunstancia, pero más en éstas, hacemos realmente todo lo que está a nuestro alcance para que esos convenios paritarios se acerquen a lo que el trabajador necesita. Por otra parte, asistimos azorados a un gobierno que no desarrolla una sola acción política orientada a generar el desarrollo industrial y productivo en general de nuestro país. Particularmente en nuestro rubro, hemos visto cómo se cierran fábricas importantes, dejando a muchas familias sin su fuente de ingresos.

Se vuelven a plantear como una retórica que creíamos superada y como solución a una preocupante pérdida de fuentes de trabajo, viejas recetas asociadas a la pérdida de derechos laborales, argumentando supuestos privilegios de la clase trabajadora.

Esta realidad motivó una acción gremial prioritaria, atada fundamentalmente a sostener y custodiar los derechos laborales alcanzados tras fuertes luchas mantenidas a lo largo de los años.

Una mirada de ciudad

Marcelo Lombardo se desempeñó como jefe de Gabinete hasta el año pasado. En este sentido, su mirada de la ciudad tiene especial valor: "Con respecto a Rafaela, veo que también se ha resentido mucho en cuanto a servicios y actividades. Está claro que no somos una isla y que lo que ocurre a nivel nacional también nos impacta de manera negativa. Asimismo, veo una falta de gestión e incluso una falta de políticas innovadoras que supongan una vuelta de tuerca de lo que ya se venía haciendo. Una muestra clara es cómo bajó la calidad de los servicios esenciales que presta el Municipio. No obstante, creo que tanto la gestión y la ciudad tienen mucho más para dar. Sabemos incluso que en épocas difíciles sale la impronta de los rafaelinos, esa resiliencia que hace que Rafaela sea una ciudad que nos llena de orgullo. En este sentido, comparto un deseo: que el espíritu de lo comunitario y lo colectivo deje de lado las posturas individualistas que dominan el presente, para seguir creciendo como ciudad, pero también para seguir siendo parte de una comunidad solidaria, empática y comprometida con los que están a nuestro lado.