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Helicobacter pylori, la bacteria silenciosa que puede causar desde gastritis a cáncer

Por un lado, para eliminar a la bacteria, la persona infectada debe en primer lugar saber que lo está y en la actualidad muchas lo desconocen, porque no todas desarrollan síntomas.

Por Florencia Cunzolo- Se estima que la mitad de la población en Argentina y el mundo está infectada por Helicobacter pylori (H. pylori), una bacteria que provoca desde gastritis crónica hasta úlceras gastroduodenales y es la principal causa de cáncer de estómago, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la clasifica como carcinógeno tipo I.

Está demostrado que el tratamiento y erradicación de H. pylori con antibióticos puede curar la gastritis y disminuir el riesgo de cáncer.

Pero ese objetivo enfrenta al menos dos problemas.

Por un lado, para eliminar a la bacteria, la persona infectada debe en primer lugar saber que lo está y en la actualidad muchas lo desconocen, porque no todas desarrollan síntomas.

Pero el motivo que más preocupa a profesionales de la salud y autoridades sanitarias a nivel global es que en los últimos años se ha vuelto muy resistente a los antibióticos y difícil de erradicar.

En 2017 la OMS la catalogó como un microorganismo de prioridad alta que amenaza la salud humana y estimuló a los países a aumentar los esfuerzos en investigación para desarrollar medicamentos más efectivos, elevar la vigilancia y generar datos locales.

Qué es Helicobacter pylori y qué produce la infección

La infección por H. pylori suele adquirirse en la infancia y con los años produce una infección crónica en el estómago, que lesiona las capas protectoras de la superficie gástrica.

En la mayoría de las personas, esa infección puede mantenerse clínicamente en silencio durante toda la vida, pero en una minoría considerable provoca enfermedades gastroduodenales, que incluyen desde gastritis crónica en el 100% de los infectados (con o sin síntomas), dispepsia, úlceras gastroduodenales y, en menor frecuencia, cáncer de estómago.

-¿Y todos desarrollan enfermedad?

-No todos. De la población que tiene la bacteria, la mayor parte va a quedar asintomática a lo largo de su vida. A pesar de eso, si se la busca con una endoscopia y una biopsia, se puede encontrar una gastritis crónica por H. pylori que puede estar produciendo enfermedades.

Se calcula que de la población que está infectada, alrededor de un 10% va a desarrollar úlcera gastroduodenal en algún momento de su vida. Es una enfermedad claramente relacionada con la bacteria, que se trata muy bien, pero que puede traer complicaciones, como hemorragia digestiva, perforación. Y a medida que la gente aumenta el consumo de antinflamatorios, suma un segundo factor que potencia el riesgo y hay más chances de que desarrolle una úlcera.

H. pylori es también una de las causas más importantes de dispepsia, una de las enfermedades más frecuentes tratadas por la gastroenterología. Hoy en día, a cualquier persona que consulte con síntomas de dispepsia (que sufra molestias en la panza, en la boca del estómago, que se hinche después de comer, que sufra acidez) hay que buscarle la bacteria y, si está, tratarla.

-Los de la dispepsia son síntomas comunes que muchas veces se subestiman y por los que no se consulta.

-Así es. Y la bacteria está ahí adentro y no sabés lo que te está produciendo. La dispepsia es una de las patologías más prevalentes en el mundo: se calcula que afecta al 20% de la población y tiene un gran impacto en la calidad de vida. Y aunque no todo el mundo va a andar bien, porque hay otros factores que influyen, el mejor tratamiento que tenemos hoy es erradicar Helicobacter pylori.

-¿Cómo se busca y se detecta la bacteria?

-Nosotros recomendamos la endoscopia sistemáticamente después de los 45-50 años en personas "bandera roja" o síntomas de alarma, como una anemia, sangrado, pérdida de peso. En esos casos sí o sí hay que hacer endoscopia. Y también cuando hay antecedentes familiares.

En personas jóvenes con síntomas y sin antecedentes, no es necesario realizar estudios invasivos como la endoscopia, se puede hacer un test de aire espirado o un test de antígeno fecal. Si aparece la bacteria, se debe indicar tratamiento.

-Es decir: si hay síntomas o antecedentes, se busca la bacteria. Y si aparece, ¿se trata siempre?

-Sí o sí. En todas las personas, si hay bacteria y se detecta, se trata. Esto se cuestionó durante muchos tiempo, pero desde hace algunos años, grandes expertos mundiales establecieron a través del Consenso de Kyoto que si hay Helicobacter, hay que erradicarla sistemáticamente. Hoy en día decimos que es una enfermedad infecciosa y como tal hay que tratarla. Si vos tenés una infección, ¿no la tratás?

-¿Y en la práctica, eso se cumple?

-En Argentina todavía hay gastroenterólogos que se resisten. El paciente va con síntomas a la consulta, le indican el estudio, aparece la bacteria, pero si la endoscopia se ve normal, no la tratan. Es una conducta errónea, porque con los años, si no se trata, ese paciente puede evolucionar a una úlcera o a un cáncer gástrico, que es el tema más controvertido.

-¿Por qué?

-Porque Argentina es un país con baja frecuencia de cáncer gástrico, no es como Japón, China, que es muy alta. Al ser un país de baja frecuencia, hay quiénes se preguntan cuál es la necesidad de tratar la bacteria que lo produce. Pero lo que nosotros vemos es que, pese a no ser frecuente, las personas llegan con tumores avanzados de estómago, que son complejísimos de tratar (recién ahora la inmunoterapia está teniendo un rol).

Muchos tienen síntomas previamente y, si se los hubiera tratado, quizás nunca habrían llegado a esta instancia. Además, a medida que la población va envejeciendo, la posibilidad de un cáncer gástrico crece. Y hay datos muy concretos de que tratando Helicobacter pylori, disminuye su frecuencia.

-¿Vivimos toda la vida con la bacteria?

-Si no se trata, sí. Si bien no está 100% demostrado, se estima que la transmisión es por vía fecal-oral, suele darse en los primeros meses de vida y es muy frecuente a nivel intrafamiliar. Por eso el mensaje es: si no tenés nada, no la vayas a buscar. Pero si tenés síntomas, buscatela. Y sobre todo si tenés antecedentes en la familia.

Cómo se trata la infección por Helicobacter pylori

Como consecuencia de la resistencia a los antibióticos que desarrolló la bacteria, los esquemas de tratamiento han sido muy variados y cambiantes a lo largo del tiempo.

Los datos iniciales analizados en el registro multicéntrico argentino -que fueron presentados en el congreso Gastroendo en septiembre-, mostraron que los esquemas de tratamiento cuádruples (combinan dos o tres antibióticos, con o sin bismuto asociado) alcanzan tasas de erradicación mayores al 90%.

"Hay que abandonar los llamados esquemas triples que utilizan un solo antibiótico, como claritromicina, amoxicilina o levofloxacina, porque no están funcionando bien y lo único que van generando es más resistencia", enfatizó Laudanno.

El gastroenterólogo sintetizó tres recomendaciones actuales: hay que combinar dos o tres antibióticos, las terapias deben ser prolongadas (10 o 14 días) y se debe indicar durante el tratamiento protectores gástricos como el omeprazol en altas dosis para aumentar la sensibilidad de la bacteria al tratamiento.

Para comprobar si funcionó (es decir, si erradicó la bacteria) se indica una un control a través del test de aire espirado o de antígenos fecales.

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