Por Oscar Martinez
Todos lo pensamos. Al menos yo lo hice. Y aunque ahora muchos no lo digan, seguro que lo hicieron. "Medrán es demasiado joven, no tiene experiencia y no muestra una personalidad fuerte como para tomar decisiones claves. Como por ejemplo, sacar a un referente de la talla de Bieler, que no está bien, pero es un goleador letal. No, seguro, no lo va a hacer". Si no lo escuché de los demás, seguro que lo hice de mi conciencia.
Alguna vez llamé a Bieler "el alquimista de Vera". Los alquimistas buscaban la piedra filosofal para transformar cualquier metal en oro. En toda la historia, el único en hallarla, al menos el único del que yo sé, fue Harry Potter. El "Taca" parece tener esa piedrita en su botín o es su cabeza, es decir en cualquier lugar que tome contacto con el balón, desde que nació en Vera hace ya 39 años. Su trayectoria y su palmarés confirman que, gracias a ella, siempre ha sido capaz de transformar una oportunidad en un gol. En este caso, el que hizo ante Chaco For Ever en la trasnoche del sábado, uno que vale tres puntos de oro y devuelve la esperanza. Pero Claudio estaba muy lejos de gritar un gol hasta este encuentro. Y además, se veía lejos del juego, como si su cabeza no se enfocara en el partido. Ese Bieler ausente no sólo condicionaba a Atlético sino que también dañaba su imagen. Ni el equipo ni él lo merecían. Quitarle la titularidad al capitán era una decisión muy condicionante para cualquier entrenador. Pero era indispensable hacerlo.
"Ted Lasso" (nombre de ficción, gran interpretación de Jason Sudeikis en una de las mejores series de los últimos tiempos) es un entrenador desconocido del fútbol americano contratado por la Premier League. El improvisado DT yanki ni siquiera sabe que el fútbol se juega con offside y que el empate es posible. Su fichaje, insólito, buscaba en rigor arruinar al AFC Richmond. Pero Lasso gana corazones (y partidos) apelando a lo mejor de la condición humana. Sonrisa, paciencia, redención y vínculos. No es poco en medio de este mundo tan brutal. Su tranquilidad se emparenta con la de Medrán, al menos con la imagen que el entrenador de Atlético entrega dentro y fuera de las canchas. Nunca pierde la compostura ni levanta la voz. Entonces es muy fácil, para los que habitamos en el contorno de la pelota, tildarlo de tibio. Y los tibios no suelen tomar decisiones conmocionantes.
Hasta este fin de semana, el fútbol argentino sumaba 11 entrenadores despedidos en las primeras 16 fechas del torneo de Primera. En el fútbol ingles, históricamente más paciente, los clubes cesaron en los últimos dos meses a más entrenadores que casi en toda una temporada. En todo el mundo, el banco de suplentes es para el DT una silla eléctrica. Es entendible entonces que, en el decir de Valdano, los técnicos "suelen pensar la táctica de su equipo en función de defender su fuente de trabajo". "DT: Dóciles Títeres", decía Dante Panzeri. Bueno, Ezequiel Medrán se ha revelado a todo eso. O simplemente ha mostrado la parte de su personalidad que aún estaba oculta. Y fue una grata revelación. Le dejó claro al plantel que es un entrenador capaz de tomar las decisiones que cree correctas, y al resto que sabe lo que busca. Después nosotros discutiremos si va por buen camino, eso también aporta. Y también demostró empatía con Bieler, lo impulsó a luchar nuevamente. El eterno goleador pareció leer el mensaje y asimilarlo.
Atlético trató de jugar en una cancha impresentable para estos tiempos en el país del campeón mundial, y buscó ganar convencido que, ante el último, era su obligación hacerlo. Consiguió ambas cosas. Estar convencido de lo que se quiere es clave, se juega al fútbol con la cabeza, los pies son sólo una herramienta. El equipo, con limitaciones, sigue arriba gracias al juego de todos y al gol de Bieler, que recordó que es un alquimista. La serie de Lasso va por su tercera temporada. Jason Sudeikis sólo interpreta un libreto. Medrán, en cambio, escribe el suyo.
Comentarios