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Deportes

La mente de la "Crema"

Oscar Martinez

Por Oscar Martinez

"Todo mi trabajo está en mi cabeza. Muevo de aquí para allá un millón de piececitas de la nada, un millón de ideas y de sensaciones y de recuerdos, dentro de la cabeza, día tras día, durante años, hay como un andamio y un plano enorme, como si estuviera levantando una catedral de palillos de dientes dentro de mi cabeza". Jonathan Franzen. Escritor, novelista y ensayista estadounidense, autor de "Las correcciones" (2001), "Cómo estar sólo" (2002) y "Libertad" (2010).

Me lo decían mis mayores casi a diario. "Usa la cabeza», me repetían ante cada error mío, que eran casi tantos como los que cometo ahora. ¿Es lo mismo usar la cabeza que usar el cerebro? Vaya a saber, no tengo ningún libro de Facundo Manes a mano ni tiempo para buscar en la Web. El partido terminó tarde y el cierre del diario apura. Pero, para el caso parece que fue lo mismo. Usaron el cerebro los integrantes del futbol de Atlético. Todos ellos. O al menos eso parece. La semana posterior a una actuación espantosa que terminó en derrota, de locales y ante Riestra, en la que todos pusimos en duda la actitud de los jugadores. Para ser claros, usando el vocabulario de la tribuna, parecía que los futbolistas "le hacían la cama" al entrenador. Y los rumores se multiplicaron. Desde peleas entre el Presidente con Medrán hasta de este último con los referentes del plantel. ¿Cuánto hay de realidad? Lo que usted quiera creer, porque nadie lo reconocerá si existieron, y saben que no tiene sentido salir a desmentirlo si se trató de una fábula. Siempre la mejor forma de terminar con todo, y para beneficio de todos, es actuar como se lo hizo. Finalmente usaron la cabeza los jugadores de la "Crema" para darle un empujón hacia arriba a la ilusión de los hinchas, que se caía a pedazos. Usar la cabeza sería algo así como establecer un diálogo entre la mente y el corazón. Y el combo resulto.

El primer tiempo fue de lo mejor de Atlético en todo el Torneo, con velocidad y combinaciones por afuera, pero fundamentalmente con juego interno, algo que le reclamamos al equipo desde siempre. Y con actuaciones individuales de gran nivel, empezando por Marcos Peano, fantástico las pocas veces que se necesitó de él, hasta un Valdivia absolutamente determinante. El 1 a 0 se justifica en la falta de gol que carece el equipo, porque de otro modo el partido podría haberse cerrado antes del entretiempo.

La segunda etapa fue otra cosa. Esta vez el equipo uso la cabeza para poner el juego en el freezer. Ferro casi no tuvo chances, sus avances fueron resueltos con solvencia fundamentalmente por los centrales, y los nervios nuestros solo se entienden por lo exiguo del resultado.

Es bueno irse a dormir con una alegría. Que no se sustenta solo en saber que se tienen tres puntos que mantienen a Atlético dentro de la zona de clasificación, sino en la forma en que se consiguieron, después de una semana metidos dentro de un tren descontrolado. Y no se trata de una metáfora sobre Ferro, un equipo metido en la medianía del certamen, que empezó el partido como para mantener su despegue y termino descarrilando por obra y gracia del equipo de Medran. Si el equipo usa la mente de este modo, recordando que lo fundamental es jugar bien al futbol, estará en el camino correcto. Eso sí, no hay que olvidar los errores cometidos. Porque como dice Manes, "Las mismas áreas del cerebro que permiten recordar el pasado son las que usamos para imaginar el futuro".

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