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Deportes

El niño maravilla

En su paso por la República Argentina, el actual número dos del mundo del tenis dejó infinidad de imágenes que atesoran quienes disfrutaron de verlo, la confirmación de su talento único y frases que resumen su historia.
Oscar Martinez

Por Oscar Martinez

La gente llega casi corriendo por la serpenteante callecita Agustín Méndez, en el Parque 3 de Febrero, a espaldas del Hipódromo de Palermo, y frente al bosque que envuelve el Lago de Regatas, espera con nervios que los encargados de los controles le permitan ingresar al predio, y entonces se transforman en gente feliz. El Buenos Aires Lawn Tennis Club es un sitio mítico para el tenis, es simplemente La Catedral, y eso se siente. Pero cuando llega a ella un exponente de la calidad de Alcaraz, ni más ni menos que un reciente número uno del mundo, se potencia. Y si, además, ese tenista tiene la frescura que suelen tener los jóvenes de 19 años, y la calidez humana que destila el español, entonces todos deliran por "Carlitos".

Sobre el lateral izquierdo del enorme patio de comidas hay una serie de stands de distintos productos, interrumpidos en el centro por un corto corredor que termina en una escalera de madera de unos dos metros, la misma desemboca en una pasarela que permite ver la cancha de entrenamiento principal desde esa altura y muy cerca de los tenistas. En la mañana de jueves, un chico le grita a su amigo que "¡llegó Carlitos!" y de golpe todos corren hacia él. "Carlitos", que es el segundo mejor jugador del mundo, apenas por detrás de Novak Djokovick (esto último suena mucho más impresionante que ser el 2 del ranking), entra sonriendo cargando un bolso repleto de raquetas, las deja en el suelo rojizo, busca una vieja escoba de paja y se pone a barrer los flejes ante la desesperación de los cancheros. "Carlitos" les hace una broma y se ríe con ellos frente a decenas de decenas de celulares que graban las imágenes. Si las autoridades de la ATP quieren, como aseguran, que el público no sienta tan lejanos a las grandes estrellas del deporte, deberían mirar a "Carlitos".

Ya por la tarde, entrará a jugar y ganará con maestría, en la piel de Alcaraz, el genio que se convirtió una temporada atrás en el número uno más joven de la historia y conquistó el U.S Open. Tres días más tarde levantará el trofeo de campeón, el que termina en el mate característico, y que nos mostró con felicidad en el vestuario. Antes y después, siempre hubo tiempo para repasar su historia a través de frases.

Murciano de nacimiento, ha vivido gran parte de su vida en El Palmar, una localidad de 24.000 habitantes, junto a sus padres y sus tres hermanos, Álvaro, Sergio y Jaime, pero desde hace años reside en Villena, Alicante, donde entrena bajo las órdenes de Juan Carlos Ferrero, el "Mosquito", número uno del mundo en 2003 y campeón del ATP porteño en 2010. El resto de su equipo lo conforman su tío y agente Albert Molina, su fisioterapeuta Juanjo Moreno, y Toni Cascales, mítico entrenador español que también fue el coach de Ferrero. "La verdad es que el cielo llegó mucho más rápido de lo que pensaba. Digo que lo he tocado con las manos, pero en base a los resultados. A lo mejor no llegué en cuanto al nivel de juego. En definitiva, tengo que seguir creciendo en otros aspectos, como jugador y como persona. Los mejores de la historia del tenis, como Rafa, Roger (Federer) y Novak, nunca se han estancado y han ido mejorando con el tiempo. Espero dar esos pequeños saltos y mejorar mi tenis, a nivel físico y a nivel mental", declaró Carlitos, que este lunes estará jugando por la ronda 32 de Indian Wells.

"Mi secreto es el coraje con el que juego. No tengo temores, da igual quién tenga de rival. Eso ha sido básico para conseguir lo que ya obtuve. Siempre me he tomado de manera natural el hecho de enfrentarme a los mejores. Esa ambición me ha hecho ser lo que soy ahora mismo", responde. ¿Y Federer? "Me hubiera encantado jugar contra Roger, hubiera sido un sueño. He jugado contra Rafa y contra Novak, pero no ha podido ser contra él. Es una lástima. Yo amaba su tenis. Me encantaba verlo jugar. Estaba todo el día viendo sus highligst, viendo partidos. El Big 3, el Big 4 estaba siempre en lo más alto de cada torneo. Era mágico".

Hace poco tiempo, sus fanáticos se sorprendieron al ver que "Carlitos" es la nueva cara visible de Calvin Klein, la prestigiosa empresa diseñadora de ropa que lleva el nombre de su creador. Con posts en su Instagram, es quien encabeza las colecciones underwear y denim, por lo que es interesante verlo en una faceta alejada del tenis. "La ropa que elijo depende del día, me baso en mi estado de ánimo. Paso mucho tiempo con ropa deportiva y suelo optar por sudadera con capucha, vaqueros y zapatillas. Me copio de Roger Federer, que era pura elegancia, y fuera de la cancha…yo diría que Ben Affleck. Tiene una colección de zapatillas estupenda". ¿Y la música? "Escucho mucho pop español. Me gusta India Martínez, Morat, Melendi, Dvicio y Bad Bunny".

-Generas una gran relación con la gente, y ya sos una estrella, ¿cómo haces para no marearte?

-"Haber nacido en una zona tranquila, en un pueblo pequeño en el que todo el mundo te conoce, donde yo salía con mis amigos y saludaba a todos los que me cruzaban, ayuda. Ayuda a no irte muy arriba, a que no se te suba la fama a la cabeza, a no hacer cosas que no sean buenas para uno. En general, lo he llevado todo muy bien, con mi familia, con mis amigos, con mi equipo, que son toda gente muy seria, muy profesional. Y por ello es también por lo que voy en buen camino. No me quiero mover de casa. La fama me la tomo como algo natural. Hago una vida normal, aunque es verdad que soy un poco más reconocido que antes. Soy muy cercano con la gente y me gusta seguir así, porque veo cómo me anima y está detrás de lo que hago".

Respecto del manejo del dinero que ya aparece en cantidad, reveló que "mis padres me llevan ese tema, y aún tengo que pedirles permiso para gastarlo. Por ejemplo, soy muy aficionado al golf, y para lo que sea comprar palos, por ejemplo, lo decido yo, pero para un coche, bueno, todavía estoy luchándolo. Sin ellos no serían posibles los buenos momentos que paso fuera de la pista, ni el nivel que muestro dentro de ella. Soy muy afortunado de tener el entorno que tengo".

-Se asegura que la velocidad del tenis moderno no da tiempo a pensar, pero tu creatividad y abundancia de recursos lo desmiente. Para vos, ¿todas las piezas del juego son útiles?

-"Yo creo que la creatividad es muy importante, sí. Que el contrincante no sepa qué vas a hacer es importante. Hay jugadores a los que se les acaba la jugada y eso no es bueno para escalar. Hoy en día la lectura de los partidos y de los rivales es importante. Y cuando te estudian y saben que siempre vas a hacer lo mismo es más fácil jugar contra ti. Por eso la creatividad es importante y hacer un poquito de todo, que en mi caso puedo hacer de todo, es clave e inesperado", le respondió a Sebastián Torok, de La Nación.

-Hace un tiempo conocimos la historia de Carlos y Paquita, tus abuelos, que decoran el living del domicilio donde viven en El Palmar con fotos y recuerdos de cuando el hijo de ambos, o sea tu padre, jugaba al tenis (llegó al 761° de dobles profesional, en 1991). ¿Ya le hicieron espacio para las fotos y los trofeos de su nieto más popular?

-"Sí, sí, sí. Hubo un momento que empezaron a juntar recortes de revistas, fotos y demás. Empezaron a hacer un pequeño álbum y se hizo grande, van para adelante. Tienen el living bien cubierto. Tuvieron que hacer lugar porque mi hermano Álvaro también ha jugado al tenis desde pequeño, ha ganado trofeos. Espero que mis abuelos necesiten mucho más lugar para seguir sumando mis trofeos".

La Otra Mirada Carlos Alcaraz deportes

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