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Cultura

Helados excéntricos para probar en Turín

Los sabores de helado más excéntricos para probar en Turín, la ciudad que inventó el "helado de paseo".

Heladería Ottimo! Buono non basta

La heladería artesanal "¡Ottimo! Buono non basta" -¡Óptimo! Bueno no es suficiente- tiene cuatro locales en Turín, tres en Conos Gambero Rosso y forma parte del circuito Maestros del Gusto de Turín y provincia.

Giulio Rocci decidió revivir los libros de recetas de su abuela abriendo su primera heladería en 2007. Desde entonces, junto con Emanuele Monero, se destacó como uno de los artesanos más imaginativos en materia de cremas y sorbetes, que sorprenden con sabores siempre nuevos y a menudo poco convencionales.

Caracterizada por la calidad de la materia prima y la variedad y experimentación de sabores y combinaciones, cuenta con una amplia gama de opciones de helados sin lácteos, no sólo a base de fruta, sino también de chocolate negro, pistacho y avellana.No faltan los sabores tradicionales como la sopa inglesa o el tiramisú, ni los que ahora se volvieron identitarios.

Entre las recetas más populares se encuentran la crema Saint-Tropez (chantilly, vainilla Bourbon y ralladura de limón, que se inspira en el relleno típico de la tarta tropézienne) y el "beso de Turín", con avellanas, chocolate y café combinados con manteca y hongos porcini.

Pero también el chocolate salado de Motzia y el fiordilatte de Cascina.

Para los granizados almendra de Noto, limón y jengibre, menta de Bosco.

Es la heladería de Turín de los exitosos experimentos con el helado gastronómico.

Algunos ejemplos de sabores particulares: pomelo rosa y Campari (sin leche), limón y salvia, chocolate salado, naranja sanguina y canela (sin leche). Mango y jengibre, ananá y whisky turboso, pomelo y Campari o pétalos de rosa y caramelo salado, la crema de cardamomo y naranja, el sorbete de sésamo y menta y el muy particular a base de palta y lima. Cremoso y picante en el punto justo.

Doscientos sabores en rotación: entre las novedades hay helados de cáñamo, con crema ahumada, queso de cabra y quinoto, caramelo ahumado o en versión sorbete con ralladura de limón. Luego, café vienés, ricota de oveja con miel y azafrán. Absoluto un gianduiotto helado, el chocolate negro Torino sin lácteos con granos de cacao molidos a la piedra y avellanas Cavour.

Y muchas más propuestas originales: naranja y tomillo, cassata y canela, coco y ají, el bunet con licor, caquis y marrons glacé, helados de vino y vermú, sabores gastronómicos hechos al momento, como el sorbete al tomate y polvo de anchoa, o el helado de rábano picante perfecto con carne cruda.

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