Aldo Guillermo Barrios, al enterarse -según él- que lo habían liberado por equivocación, se comunicó telefónicamente con el abogado penalista Dr. Carlos Farías Demaldé y le manifestó que deseaba entregarse, por lo que el letrado lo buscó y lo acompañó hasta la sede de PDI en calle Chacabuco donde finalmente quedó nuevamente detenido a disposición de la justicia.
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