Por Mayra Aguilar
El hecho ocurrió a mediados del mes de enero del corriente año, cuando las firmas Sucesores de Alfredo Williner y Las Taperitas, advirtieron transferencias desde sus cuentas de Banco Santa Fe, por montos exorbitantes.
Según la información a la que pudo acceder de manera exclusiva CASTELLANOS, las empresas habrían resultado víctimas de una pesada banda de estafadores.
Si bien todo aún es materia de investigación, la información converge en que ingresaron a las cuentas bancarias de las empresas con una identidad falsa. Habiendo fraguado el DNI de un ex empleado, el cual hacía más de tres años que ya no trabajaba para las firmas, y mediante transferencias bancarias on line desviaron una suma cercana a los 170 millones de pesos. El dinero fue distribuido a decenas de personas, presuntamente, cómplices también de la maniobra delictiva.
La millonaria cifra, que se puede valuar en unos 200.000 dólares, afectó en una suma cercana a los 20 millones a la empresa Sucesores de Alfredo Williner, mientras que el perjuicio mayor fue a Las Taperitas con más de 150 millones.
Phishing
El Phishing es un delito consistente en engañar a las personas haciéndose pasar por algún conocido o empresa importante para conseguir datos personales, por ejemplo: claves de acceso y contraseñas, números de cuentas bancarias, números de tarjeta de crédito, identidades, etc. Es similar al "cuento del tío", pero se lleva a cabo por redes sociales, aplicaciones, sitios web o servicios de mensajería.
Esta es la modalidad que por estas horas se investiga, donde estas dos empresas resultaron víctimas, pero a consecuencia de las vulnerables medidas de seguridad con las que cuenta la mencionada entidad bancaria.
Sucede que los ciberdelincuentes, tomaron la identidad de un ex empleado, que como decíamos anteriormente ya hacía más de tres años que estaba desvinculado de las empresas; y las mismas se habían ocupado oportunamente de dar a conocer al Banco de Santa Fe. Pero esa información pasó desapercibida, y lejos de advertir la maniobra dejaron que se realizaran los millonarios movimientos.
Al tomar conocimiento de lo ocurrido, los damnificados acudieron al banco y a la justicia, que hoy lleva adelante una importante investigación. Según pudo conocer este medio, de forma extraoficial, el banco devolvería la suma correspondiente a cada empresa. ¿Pero qué pasará con ese ex empleado, que sufrió las consecuencias de ser el principal sospechoso? Sus cuentas fueron cerradas, sus tarjetas inhabilitadas, pese a ser otra gran víctima de la vulnerabilidad del banco.
No es la primera vez que esta entidad crediticia queda en el ojo de la tormenta por sus endebles medidas de seguridad.
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