En la noche de este miércoles, los rescatistas que trabajan en el derrumbe del Apart Hotel Dubrovnik, en Villa Gesell, hallaron entre los escombros el cuerpo sin vida de María Rosa Stefanic, más conocida entre sus allegados como “Rosita”, confirmaron fuentes con acceso a la causa a LA NACION. Se trata de la segunda víctima fatal que dejó la tragedia que enlutó a esa ciudad balnearia. El martes, el mismo día del colapso del inmueble sobre otro edificio de departamentos, los bomberos encontraron los restos de Federico Ciocchini, de 84 años. Todavía hay seis personas desaparecidas.
“Sabemos que de donde sacamos a Rosa hay más gente”, destacó en la mañana de este jueves el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso. El hallazgo de la mujer se dio en el lugar donde se había señalado que estaban las habitaciones de Rosita; de su sobrino Nahuel José Stefanic, de 25 años; y su pareja Dana de Simone.
“Encontramos el cuerpo de una persona, estaba en una habitación con otras dos personas más que todavía no visualizamos. Es una mujer”, había confirmado antes Alonso. Si bien el funcionario provincial destacó que no podían dar entonces más información, por una cuestión de respeto a los familiares que ya estaban siendo acompañados por psicólogos, en las primeras horas se confirmó la identidad de la víctima.
Rosita vivía con su sobrino Nahuel José Stefanic, uno de los desaparecidos. Este jueves su madre, Silvana Perhauc, habló en radio Mitre: “Todavía no sé nada de mi hijo. Solo sé que estoy viendo acá que sacan escombros, que hay que tener cuidado para sacarlos, que hay una máquina grande ahora que trajeron de Mar del Plata, que va sacando las piedras, los pedazos más grandes”.
La mujer contó que Nahuel había subido un mensaje en sus redes sociales el lunes a las 23.30. Estaba pescando en uno de los muelles de Villa Gesell. Un obrero le contó que luego el joven volvió al hotel. “Escuchó que mi hijo abrió las cocheras para ingresar al complejo, entró y cuando cerró el portón este hombre oyó como un ruido raro, extraño. Y ahí se cayó todo”, relató.
“Es una desgracia lo que estamos viviendo con mi familia. Los días pasan, me desespero. Todo el mundo está trabajando acá y lo comprendo. No paran de sacar cosas, pero parece que lo que sacan nunca se termina de sacar. A mí me desespera esto porque yo quiero tener a mi hijo, quiero saber en qué condiciones está. Quiero ayudar a sacar a mi hijo de ahí”, se lamentó Perhauc.
Cómo se trabajó para extraer el cuerpo de Rosita
Durante la madrugada se llevó a cabo la extracción del cadáver a través de un túnel - procedimiento que llevó dos horas- y se sigue buscando en la zona para dar con los otros desaparecidos. Los equipos de rescate detectaron un particular sonido debajo de los montículos de piedra. “Los tres perros nos marcaron muy rápido y concreto un lugar. A partir de ese momento, empezamos a meternos por debajo de los escombros en el primer piso luego de la decisión de los tres jefes de bomberos”, detalló Alonso en conferencia de prensa.
“Con una grúa estamos sacando trozos de hormigón de 6000 kilos. Retiramos tres pisos, son más de 150 metros de ese material. Vamos a hacer ahora otra evaluación estratégica para ver si podemos seguir con el túnel porque ya no tenemos ese peso encima, lo que anoche ponía en riesgo a los rescatistas”, indicó el ministro en la mañana de este jueves.
Alonso dijo que “técnicamente hay posibilidades” de que puedan encontrar a alguien con vida. Los especialistas están estudiando el video que les aportó uno de los obreros que trabajaba en el lugar para ver si podrían llegar a encontrar una especie de ventana para acceder al lugar donde estaban los desaparecidos al momento del derrumbe.
El martes, apenas unas horas después de sucedido el desmoronamiento de gran parte del Apart Hotel Dubrovnik sobre una propiedad con departamentos de alquiler, un matrimonio que estaba bajo las piedras fue rescatado. Ciocchini, de 89 años, estaba fallecido mientras que su mujer, Josefa, de 79, fue derivada en helicóptero a Mar del Plata donde se recupera de las lesiones, aunque sin riesgo de vida.
Una persona reconocida en Villa Gesell
Rosita era muy querida en esa ciudad balnearia. Hasta la última temporada de verano austral, la mujer había sido la dueña del Dubrovnik, pero luego se decidió a venderlo. Conocedores del ambiente hotelero local aseguran que lo compró un empresario del rubro transporte, responsable del lugar y de las obras de acondicionamiento y mejoras que se estaban ejecutando de cara a la temporada.
“Ella no tenía que estar ahí, no debía estar ahí”, decía horas atrás a este diario Claudia, una amiga de Rosita. La mujer contó que había acordado con el comprador la posibilidad de permanecer allí, dispuesta a seguir este proceso al menos hasta la reapertura.
Fuente: La Nación
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