La Cárcel de Coronda ya no está aislada del resto de la ciudad. Es parte de ella, es como un barrio o un pueblo más porque si analizamos la cantidad de internos que allí actualmente residen –más de 2300- sumado a la cantidad de empleados que a diario circulan, son casi 3000 personas las que actúan muros hacia adentro con muchos vecinos de Coronda como trabajadores, especialmente guardias.
Por eso, a veces suenan las alarmas que se escuchan directamente en cantidad de lugares al mismo tiempo.
En la noche de este martes ambas cosas pasaron: gran parte del norte corondino escuchó una serie de detonaciones de arma de fuego, comenzaron a preguntar en las redes sociales como ocurre casi como un protocolo cada vez que se “huelen” incidentes dentro del penal, y luego comienzan a llegar las confirmaciones.
Efectivamente, personal del Grupo de Operaciones Especiales Penitenciarias reprimió con tiros al aire persuasivos una gresca generalizada que se había iniciado pasadas las 21 horas en la Planta B –primer piso- del Pabellón 3 norte, en el cual un grupo de internos habría intentado atacar específicamente a otros vinculados con causas narcos, según una de las versiones circulantes, pero en general tiene que ver con viejos problemas de convivencia.
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