17.34 Por Martín Lehmann. Esta semana se entregaron los premios a los ganadores del concurso Generación T. Se trató de una propuesta del Gobierno local para que alumnos de secundaria realizaran contenido en redes sociales acerca de los tributos municipales. De ahí el juego de palabras con la T.
Los videos participantes pueden verse en la cuenta de Instagram de la Secretaría de Hacienda y Finanzas (https://www.instagram.com/haciendayfinanzas.rafaela/).
La iniciativa es muy interesante, pero conlleva los riesgos de un arma de doble filo. Por un lado, el hecho de que promueva hablar acerca de los impuestos municipales resulta interesante. Que los chicos sepan qué son, por qué existen y qué se debería hacer con esa plata, es un primer paso. El mayor riesgo sería que la propuesta se estancara en ese estadio y luego se convirtiera en una forma adoctrinamiento tributario.
Por eso, a partir de este punto es necesario evolucionar hacia una Generación ET, es decir de Eficiencia Tributaria. La propuesta ahora debería continuar pero promoviendo la mirada crítica de los chicos acerca de cómo afectan esas retenciones a los rafaelinos y cómo se podría reducir la presión fiscal a los comerciantes y ciudadanos, manteniendo un sano financiamiento para las tareas municipales.
El 2020 la Municipalidad de Capitán Sarmiento (Bs. As.) tuvo la exitosa experiencia de reducir de 130 a 21 las tasas y regulaciones, a la vez que incrementó un 40% la recaudación. Es decir, quitar presión impositiva, bien hecho, redunda en una mayor participación ciudadana.
Este efecto se conoce como Curva de Laffer. Explicado de forma simple, indica que la presión impositiva llega a un punto en la cual se hace tan pesada que la gente prefiere arriesgarse a la evasión fiscal. A partir de ahí entonces cae fuertemente lo que recauda el Estado. En cambio, existe un momento de equilibrio en el que las obligaciones tienen un nivel aceptable para la población. En ese punto si la gente comprueba que el dinero le vuelve efectivamente en servicios a la comunidad, la recaudación sube.
El concurso Generación T fue un puntapié inicial muy válido propuesto desde ámbito público, pero es tiempo ahora de que los ciudadanos, padres y docentes, promovamos en los chicos una visión analítica de los tributos municipales. Que los animemos a que cuestionen, evalúen, se involucren y propongan formas más eficientes de administrar el dinero de los rafaelinos. Esa sería realmente la forma de que los chicos tengan una cultura tributaria.
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