Sr Daniel Ferrero, Sarmiento 486 2300- Rafaela
Me dirijo a ud en su condición de titular de la Inmobiliaria Ferrero&Perotti, desarrolladora del nuevo Loteo Belgrano, y también dueño de los terrenos del loteo. He recibido en forma privada una intimación suya haciéndome responsable de daños y perjuicios al desarrollo del loteo de referencia. Niego todo lo que ud. Expresa, y lamento que intente limitar el ejercicio de mis derechos de esta manera. Cuenta ud en forma privada con el total de las consideraciones jurídicas atinentes. Pero más allá de las formalidades, me dirijo a ud. Para rogarle encarecidamente que recapacite. Entienda por favor que su emprendimiento comercial me ocasiona graves problemas. Por una parte expone a mi familia a un problema ambiental como es la cercanía insólita de un reservorio pluvial que como todos los otros de la ciudad, en la práctica produce olores, contaminación y son fuente de distintos tipos de plagas. Eso en el caso que funcione «normalmente» como algunos ya existentes. Pero en este caso, el diseño técnico está severamente comprometido por distintas circunstancias que no ameritan ser descriptas en esta carta, baste decir que fue suficiente para que la justicia ordenara medidas precautorias a lo largo de los últimos dos años. Ud también sabe que tengo razones valederas para dudar de la corrección y legitimidad de habilitaciones y autorizaciones con que cuenta, lo que naturalmente debe ser evaluado antes de poder afirmarse.
Eso es entre otras cosas lo que está en la justicia. Ud debe comprender que por más que amenace yo no puedo hacer otra cosa -porque se trata de salud y ambiente en mi propia casa- que ir hasta las últimas consecuencias, sin límites, porque no tengo en juego nada más precioso ni importante que esos valores. De manera que puede ahorrarse amenazas y proceder como mejor le parezca. También me ocasiona perjuicios económicos que se le han planteado, éstos naturalmente menos importantes que los ambientales, y con muchas opciones de solución. Le he ofrecido y ud y yo hemos imaginado distintas maneras de solucionar las diferencias. Ninguna era más onerosa que la situación actual, y en algunas hasta se veía beneficiado.
También le recuerdo que ud. Malinterpretó mis planteos como personales, ya que con el tiempo todos – literalmente, todos – los vecinos con el tiempo comparecieron en la causa judicial manifestando sus dudas -dudas que ratificaron en la última audiencia de este mismo mes- y solicitando ser tenidos en cuenta. El municipio local está demandado por estas cuestiones y resulta prácticamente un tercero sujeto a sus presiones. Los principios de acuerdos alcanzados entre ud y yo fueron consultados con el municipio, quien dictaminó que lo veía posible y aceptaba, con las reservas y condiciones naturales del caso, como un principio de solución. Pero sorpresivamente ud dejó de lado todas las opciones, rechazando cualquier acuerdo. Y lo hizo hasta en sede judicial. Ahora el resultado no lo conforma.
Llegado este punto, no se entiende porqué insiste con un planteo que llevará en el mejor de los casos mucho tiempo más -años- para resolverse. Es discutible si ud podría tener la opción de requerir indemnizaciones, tanto de mí como del municipio, si demandara y probara los supuestos daños. Podría ser una especulación económica y oportunista, pero no creo que ése sea el objeto de su emprendimiento inmobiliario.
De ninguna manera creo que su intención sea lucrar con esas situaciones. No me consta, pero lo he escuchado y entendería su necesidad de dar solución a compromisos asumidos con terceros. Si fuera así , no debería haber prometido transacciones sin las habilitaciones que estipula la ley en los tiempos que estipula la ley. Entiendo que hay un uso y costumbre, pero si surgen problemas, la responsabilidad de las formalidades es suya. No obstante, si ése fuera el caso y el motivo de nuestra última audiencia, reitero mi predisposición a colaborar para destrabar todo lo necesario si estuviera a mi alcance y algo dependiera de mí. Y como no conozco a los damnificados y no sé si los hay, me pongo a disposición de ellos de esta manera pública para cualquier aclaración.
Le deseo el mayor de los éxitos en el nuevo loteo, espero que resulte tan bueno como su esfuerzo merece. Y créame que no es una ironía, soy sincero y no tengo nada personal contra ud. Y lamento los inconvenientes que pueda tener, pero al respecto le sugiero que el camino más corto y mejor a las soluciones necesarias es que ud acepte revisar las cuestiones técnicas que se le plantearon, las que no son difíciles ni mucho menos onerosas en el contexto de su negocio. Me consta que no hay impedimentos técnicos para hacerlo, tanto como conozco – porque ella me lo hizo saber- que la persona copropietaria mayoritaria de los terrenos no tendría inconvenientes en modificar lo que sea necesario, pero que lo deja en sus manos, su decisión.
Por todo lo expresado, le ruego que reconsidere las opciones de solución disponibles. Que las diferencias puedan ser solucionadas amigablemente, que haya respeto mutuo y predisposición para convivir. Yo ya lo intenté, pero todo era un «no me importa, ya tengo todo aprobado» y así llegamos hasta hoy. Inténtelo ahora ud. Todos se lo agradeceremos. Ud tendrá su obra, sus clientes sus beneficios, el municipio un problema menos, la justicia no gastará tiempo en esto y todos estaremos mejor.
Atte. Rafael Barreiro Dni 13476426
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