Este sábado, a los 92 años, murió el empresario Samuel Liberman, pionero de la televisión por cable en Argentina. Liberman falleció en Buenos Aires aunque llevaba las últimas décadas dividiendo su tiempo entre Uruguay, Panamá y nuestro país.
Fundador de Video Cable Comunicación (VCC), una de los primeros proveedores de TV por cable en Argentina, Samuel Liberman formó parte integral del desarrollo del, en su momento, innovador negocio del cable. A principios de los años 80, con el avance de la tecnología, dos empresas empezaron a ofrecer televisión paga en nuestro país: por un lado estaba Cablevisión, fundada en 1981 y que adquirió el grupo Eurnekian en 1982; por el otro, su competidor, Video Cable Comunicación (VCC), que pertenecía a Liberman y en principio ofrecía sus servicios en la zona norte de la provincia de Buenos Aires.
Lo que en primera instancia implicaba una apuesta riesgosa por tratarse de un negocio nuevo se transformó en un emprendimiento que cambió la forma de distribuir, producir y ver televisión en la Argentina. La rápida expansión del negocio de la TV por cable, su alta rentabilidad y su modelo de abonados aplicado a nivel local por Liberman funcionaron como la hoja de ruta para las actuales plataformas de streaming, la nueva generación en los modos de consumo que está asfixiando al negocio del cable. Claro que en 1997, años antes del escenario actual, Liberman vendió el 40 por ciento de VCC que todavía retenía en su poder, luego de haberle vendido el 50% al grupo norteamericano US West Media Group, que se quedó así con el 90 por ciento del negocio valuado por entonces en 850 millones de dólares.
En aquel momento, VCC contaba con 670.000 abonados y su manejo se encontraba enteramente en manos de Samuel Liberman, que había entrado en sus comienzos en el negocio del cable con un mercado que no superaba los 6.000 suscriptores. Tras la venta del cableoperador, el empresario fundó la Sociedad Latinoamericana de Inversiones (Grupo SLI), un consorcio a través del que Liberman adquirió, entre otras inversiones, la franquicia norteamericano de hoteles y casinos Hyatt e ingresó en la actividad agropecuaria, la biotecnología, las telecomunicaciones y el sector alimenticio. Además, Liberman era dueño desde 1985 del Haras de la Pomme, ubicado en la zona de San Antonio de Areco.
Nacido en Buenos Aires el 19 de mayo de 1932, el empresario tuvo cuatro hijos: Guillermo, Liliana, Silvina y Analía Liberman. De muy joven, como se cuenta en su sitio oficial, Samuel decidió emprender un viaje a Nueva York, del que volvió con ideas renovadoras y muchas ganas de volcarlas en su ciudad. En los años 60 obtuvo la representación para América Latina de los relojes japoneses Orient.
Empresario inquieto y siempre atento a las nuevas oportunidades, en los 80 creó Fintelco S.A. y su principal operadora, Video Cable Comunicación (VCC), uno de los primeros sistemas de televisión por cable de la Argentina y de la región.
Entrar y salir
Liberman siempre demostró una gran capacidad para iniciar negocios poco explotados en el mercado, hacerlos crecer y después venderlos. Antes de ingresar al rubro de la TV por cable, el empresario dio sus primeros pasos en el mundo de los negocios en la década del ‘60 con la obtención de la licencia para América Latina de la marca japonesa de relojes Orient. Para este negocio, montó su primer centro de distribución en la zona libre de Colón, en Panamá, el país donde vivió los últimos años.
En los ‘70 puso un pie en la producción, distribución y comercialización de flores frescas. Su empresa, Floramérica Enterprises, con plantaciones en Colombia, Ecuador y México y centros de distribución en Estados Unidos, Holanda y Japón, llegó a ser uno de los mayores productores de flores del mundo, hasta que en 1998 fue adquirida por la multinacional Dole Food Company.
El último gran negocio en el que incursionó fue la producción de salmón. En 1988 funda Salmoamérica, una firma dedicada al cultivo y procesamiento del salmón en Chile. En esa época la cría en Chile era una actividad incipiente. Salmoamérica se consolidó rápidamente como una de las mayores compañías de su rubro a nivel mundial, hasta que en 1999 fue adquirida por el grupo noruego Noruego Fjord Seafood.
Cuando Samuel dejó el negocio de la electrónica, el que siguió sus pasos fue su hermano José Liberman, que en los 90 fue el dueño de una de las principales empresas de electrónica de Tierra del Fuego, Athuel Electrónica, que fabricaba los televisores Serie Dorada. José Liberman además era el padre de Valeria Liberman, la primera esposa y madre de dos hijos del cantante Cristian Castro.
Incursión hípica
Los caballos de carrera fueron una de sus más grandes pasiones. Eso lo llevó a que en 1985 adquiriera junto a su hijo Guillermo el haras De la Pomme, fundado en 1941, para volver a darle vida y relanzarlo a otra etapa productiva, de las más gloriosas. Con la chaquetilla blanca y marrón, los colores que identificaban a los ejemplares que se reservaba, sus crías trascendieron nuestras fronteras con los emprendimientos satélites en Estados Unidos, Dubai y Uruguay.
Los haras de los Liberman lograron triunfos en alrededor de 1000 carreras, incluyendo los principales grandes premios locales, entre ellos el Carlos Pellegrini de 1999, con Asidero, en tiempo récord. Además, disfrutó de las conquistas clásicas de campeones como Gentlemen –su mayor referente en el mundo-, Painter, La Extraña Dama y Tocopilla, entre otros. Y de sus praderas también surgieron otros que dejaron su impronta a nivel internacional: Winning Prize, Lord Grillo y Ajuste Fiscal, una estrella de la hípica charrúa que llevó a las pistas árabes.
Su etapa de crianza en Sudamérica la cerró hace tres años en Argentina y la temporada pasada en Uruguay, con sendas liquidaciones de yeguas madre, potrancas y potrillos. Sostuvo luego, eso sí, su actividad en Estados Unidos y un reducido grupo de caballos en entrenamiento.
La revista Forbes consideró a Samuel Liberman el 13er. argentino más acaudalado.
Fuente: La Nación.
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