El icónico festival vuelve a la Argentina por décima vez. Este año, desde el 21 l 23 de marzo. Tres días que reúne a cientos miles de personas se reúnen en el Hipódromo de San Isidro en una de las megafiestas más grandes del país. Formar parte de ese espacio, es el “sueño de pibe” de muchos artistas. Y Lichi lo logró… Lisandro Ruiz Díaz, músico y youtuber rafaelino llegó. El primero. En diálogo con Diario CASTELLANOS confesó: “más allá de que es muy importante en la carrera de un músico llegar a esto, a mi personalmente me interesaba mucho. Fui a este festival desde el primer año, todas las ediciones desde 2014 que llegó a Argentina. De todos los festivales que hay, siempre fue el que más me gustó: siempre trajo las bandas que más me gustan”. Y agregó, contundente: “de todas las cosas que le pueden pasar a un músico que está creciendo como tocar en tal lado, abrirle a un artista grande, que te llame para tal festival, lo que más quería era Lolla. Un deseo personal. Y finalmente se dio.
-¿Qué te dijeron tus amigos de acá cuando se supo que estabas en el Lolla?
- Nunca fui profeta en mi tierra. En Rafaela no se habla tanto de mí como la gente de otros lados cree. Cuando salió el lineup del Lolla pensaba “verán mi nombre ahí y no sé qué pensarán. Ojalá estén contentos”. Y efectivamente me llegaron un montón de mensajes de Rafaela, Rosario, de donde sea.
DESDE LOS USUARIOS AL LOLLA
Lichi nació en Rafaela donde formó la recordada banda “Los Usuarios” durante 10 años. Vivió en Rosario durante diez años y desde hace 3 llegó a CABA. Con Los Usuarios grabaron un disco en Buenos Aires, viajaron por todo el país. En 2018 comienza su proyecto solista. Ya tenía su canal de Youtube desde donde mucha gente lo seguía y terminaba conociendo que también era músico. Progresivamente abriendo camino, se fue haciendo “más conocido”. Y llegó la pandemia: “justo cuando las cosas me estaban empezando a suceder. Cuando terminó, me vine a Capital, a hacer recitales y me empecé a dar cuenta de que había gente escuchando mi música. No eran solamente números en la compu sino que había gente agotaba las entradas en Buenos Aires, Rosario, Córdoba” Fue creciendo “de a poco” resalta. Fue publicando singles, formatos de EP. Y este 2024, lanza su primer álbum. Cocoliche.
COCOLICHE
“Durante los años vas recolectando herramientas de las cosas que vas haciendo. Y en un momento me di cuenta de que ya tenía todo listo para hacer el disco que siempre quise” rememora Lichi. “Esto significa no sólo recursos sonoros, ideas, influencias, instrumentos o materiales. Si no las personas indicadas alrededor”. Una de ellas es Melanie Williams, la productora del disco. Las canciones están influenciadas “por los artistas que a mí más me gustan” resalta Lichi. “No quiere decir que la música que hice antes no me gustaba” aclara “pero era como una versión, lo que podía hacer en el momento, pero no era el todo. En cambio, este disco es mi llegada al sonido que yo estaba buscando desde hace mucho tiempo”
Las referencias de Lichi son el rock de los ´60, ´70: desde Almendra, los Gatos, los Zombis, Led Zeppelin Pink Floyd, mezclado con King Gizzard, los Lemon Twigs: en medio fui encontrando cómo hacía canciones con todo eso. Es ese Cocoliche del que habla el título del disco. La mezcla de todas las cosas que yo quería mezclar y poner en juego. Las tengo, me gustan y me sirven para contar lo que quiero contar” sintetizó. Una mixtura pero con un hilo conductor: “estas ganas de ver al mundo de distintas maneras. “En la tapa del disco tengo unos lentes extraños que significan ver la realidad de muchas formas. Tenemos nuestra imaginación, nuestros sueños, amistades, vínculos, deseos y pasado. Cada persona es única y ve el mundo como tal. Un poco es celebrar eso en esta época donde la gente quiere hacer todo en masa, escuchar la misma música, ver el mismo video, la misma película. Siento que se perdieron las ganas de investigar el arte. Hay un montón de cosas atrás que se pierden porque están todos en un mismo lugar. Irónicamente, estamos en la época en la que más arte hay para consumir. Mi sugerencia siempre es proponerse apreciar el arte de algo que no se conoce. Un poco cada día: un poema, una canción, una película
La banda está compuesta por la voz, dos guitarras, bajo, teclados y batería “en el Lolla vamos a sumar un tercer guitarrista para hacer un poco más de ruido” cuenta entre risas. Y agrega: “logré armar una banda. Es difícil mudarse tantas veces de ciudad, tenés que empezar de cero, hacerte amigos nuevos, instalarte en la movida. Acá en Buenos Aires pude armar rápido una excelente banda. Estamos más que listos para tocar en el Lolla y en donde sea”
LAS REDES
Casi 100 mil seguidores en Youtube, más de 60 mil en Instagram. “Desde acá” tiene más de 350 mil reproducciones es Spotify. Las redes es un río por el que Lichi sabe navegar. “los artistas siempre tuvimos la necesidad de comunicar lo que hacíamos. Vos podés hacer lo que quieras en tu casa, pero después está bueno que la gente sepa que eso existe. Durante mucho tiempo, el deseo del artista era ´ojalá vengan de algún medio y me hagan una nota y me publiquen así la gente sabe que yo existo´. Repartir volantes, pegar afiches… Hoy de la comunicación un poco el artista mismo se encarga. Después si los medios lo levantan, se acercan, como en este caso, buenísimo. Además de hacer lo que tiene que hacer, el artista tiene el peso de diseñar una estrategia de cómo comunicarlo. Cada persona tiene un canal de comunicación de lo que está haciendo. Es todo un tema aprender a articularlo. Las redes tienen sus reglas y a veces uno no las quiere seguir a todas
- ¿Hay alguna obsesión en ver cuántos seguidores, cuantas visualizaciones?
- Ya no. Al principio sí, después entendés el número puede o no relacionarse con la vida real. Lo importante es que en la vida real hay gente que va a tus recitales, que escucha tu música, que canta tu canción, que le interesa lo que haces
- Sos influencer también. Además de la música en tu canal hablás de temas de las que mucha gente se siente identificada…
- Armé un canal de YouTube en 2018 en pleno auge de los youtubers en Argentina. Yo no era de ese mundo, simplemente se me ocurrió que estaba bueno hacer un un canal para comunicar cosas, para divertirme incluso. Después fue tomando forma y fui encontrando un público muy definido. Me daba cuenta de que lo que ese público encontraba en mí era que hablaba de cuestiones que tenía que ver con mi historia, mis experiencias personales con respecto a la diversidad sexual, a mi militancia LGBT. El canal terminó siendo, casi sin darme cuenta, sobre eso. Había algo que le servía a mucha gente. Se creó un espacio en la comunidad muy grande y variada donde mi canal terminó convirtiéndose en un lugar para debatir, reflexionar
- En estos tiempos de intolerancias y violencia hacia las diversidades ¿qué es lo que se puede hacer desde tu lugar de artista?
-La que nunca falla es la de no devolver con lo mismo. Seguir haciendo cosas con alegría. Hoy las redes sociales están en constante ebullición: todos hablan al mismo tiempo, nadie presta atención real. Poner el foco en lo que sí importa. Mostrar lo que pasa, lo que nos pasa y lo que debería pasar. Contar historias que no sean siempre las mismas. En internet pasa ese fenómeno de que las cosas se hacen virales. Está lleno de esas cosas. Pero todos estamos hablando de lo mismo. Siempre me propuse que mi rol sea visibilizar las cosas que están al margen
-¿Cómo te ves dentro de 10 años?
-Por suerte no pienso tanto en eso porque me volvería loco. Lo que sí sé es que estoy en un lugar ahora en mi vida, con mi música, mis vínculos, mis amigos que, si fuesen parecidos a lo que estoy viviendo ahora no me quejaría. Me consta que no va a ser parecido, va a ser mejor.
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