Por Sebastián Beccaría - Estamos conmemorando un nuevo Día del Trabajador este primero de mayo, recordando fundamentalmente a los mártires de Chicago, que en 1886 fueron reprimidos y ejecutados por reclamar jornadas y condiciones laborales justas.
Y hoy nos encuentra en otra situación, con derechos, con convenios que durante muchos años costó conseguir, también luchando y con gente desaparecida en la última dictadura militar. Pero…como muchas veces la historia se repite, hoy vuelven a pregonar algunas voces hablando de reformas laborales, previsionales, precarización laboral, salarios a la baja, sabiendo perfectamente que no pasa por allí la solución a los problemas.
Sabemos, los dirigentes gremiales, que obviamente debemos estar a la altura de las circunstancias para contrarrestar estas propuestas, poder sensibilizar a nuestros representados para que los trabajadores nunca bajemos la guardia ante estas voces que, aunque parezcan nuevas, intentan implantar viejas recetas, tal vez añorando épocas donde sólo unos pocos vivían bien y el resto, sin derechos, con precarización laboral, sin jubilaciones, sin salud ni educación pública.
Por eso bregamos por la unidad de los trabajadores a través de nuestra Confederación General del Trabajo, una organización que tiene la obligación de mantenerse fuerte, unida, sin individualidades y con empatía.
Rafaela es una ciudad de trabajo, con perfil industrial, con un buen porcentaje de trabajadores en blanco que tienen un convenio resguardado por los respectivos sindicatos según su actividad laboral, lo que les da derechos y los dignifica. Entendemos que estamos viviendo un contexto económico difícil, y en una constante evolución de tareas que hacen que las capacitaciones y la formación de los trabajadores sea absolutamente necesaria; y allí también estamos los gremios, el Estado y algunos empresarios que invierten en ello para estar a la altura de los avances tecnológicos; avances que no necesariamente requieren de dejar gente fuera del sistema, si no que mediante reubicaciones o capacitaciones pueden dignificar los puestos y a quienes los ejercen.
Nuestro gremio lucifuercista representa a trabajadores de un servicio esencial. Sin electricidad nada es posible. Lo hemos demostrado en múltiples ocasiones, sobre todo en la pandemia. Realmente podemos decir con orgullo que nuestros representados están y estuvieron a la altura de semejante y triste acontecimiento.
También con la contención de un sindicato que trabaja a la par de ellos, cuidando la salud, las condiciones laborales a través de nuestro convenio, velando por un salario digno (a pesar del distorsivo y nefasto impuesto al trabajo), pero que también gestiona y realiza obras para todos ellos. Es por eso que, una vez más, esperamos que este día sea también de reflexión, de no olvidarnos que somos la clase trabajadora, y que debemos estar orgullosos de serlo. Salud y feliz día, compañeros trabajadores.
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