Se trata del videojuego que crearon de manera conjunta la UNRaf y la Agencia Provincial de Seguridad Vial, que emula los efectos del alcohol al momento de la conducción, el cual fue presentado a todo el público semanas atrás. El mismo se desarrolló dentro de la Licenciatura en Producción de Videojuegos y Entretenimiento Digital de la institución local. 

Nuestra ciudad fue el centro de la provincia, y podría decirse que también del país, semanas atrás, debido a la presentación de un novedoso simulador de conducción vial bajo los efectos del alcohol. El mismo fue hecho de manera conjunta entre la Universidad Nacional de Rafaela y la Agencia Provincial de Seguridad Vial, e inaugurado en el marco de una nueva campaña de prevención vial.

Se trata de un videojuego multi-jugador (para cuatro personas) que emula un entorno de manejo bajo la influencia del alcohol, que reproduce en pantalla efectos de distorsión visual, reducción del estado de alerta, disminución del tiempo de reacción, confusión, alteración de la percepción de la profundidad y distancia, reducción de la visión periférica, visión doble e incluso en condiciones de poca luz. Su estructura está situada en un tráiler compuesto por cuatro simuladores. Cada uno contiene una computadora montada en butaca con volante, palanca de cambios y pedaleras, emulando los componentes de un auto real, con movimientos incluidos, donde los usuarios podrán interactuar en un espacio virtual de manera simultánea.

El rol de la UNRaf fue muy importante, específicamente de un grupo de profesionales y estudiantes de la carrera de Licenciatura en Producción de Videojuegos y Entretenimiento Digital, donde se desarrolló un software único que tiene como característica fundamental, la adecuación a la normativa de conducción que rige en el territorio provincial. Además, cuenta con sitios de manejo tanto en zona urbana y rural, ambientado con monumentos históricos, infraestructuras y caracterizaciones propias de la provincia de Santa Fe.

“Este proyecto surgió por una iniciativa de querer hacer un simulador o algo similar desde la Provincia, y nosotros le dimos forma a toda la propuesta junto con el equipo”, contó Andrés Rossi, director de la carrera y cabeza del grupo que llevó a cabo este proyecto, en diálogo con Diario CASTELLANOS.

Asimismo, el docente indicó que este simulador es muy importante para tomar consciencia de que no se debe manejar en estado de ebriedad, teniendo en cuenta que en los jóvenes de 15 a 34 años la principal causa de muerte son los accidentes de tránsito y el principal factor es el alcohol; “es nuestra contribución a eso”, dijo.

Esta Licenciatura, única en el país, brinda la formación técnica para la creación de videojuegos en todo su proceso de programación, desde la idea inicial hasta el usuario final. Además, ofrece herramientas multidisciplinarias para hacer que los nuevos videojuegos o aplicaciones tengan éxito en los niveles de descarga y circulación entre las millones de propuestas ya existentes. La monetización y los modelos de negocio para hacer un producto viable y posibilitar nuevos desarrollos y emprendimientos son otras facetas de formación que ofrece esta carrera. Los Licenciados/as en Producción de Videojuegos y Entretenimiento Digital son profesionales capaces de desarrollar videojuegos para consolas, teléfonos móviles, realidad virtual, juegos educativos, aplicaciones inteligentes y experiencias interactivas.

Todas estas capacidades y las herramientas que se brindan permitieron a los participantes del proyecto poder llevar a cabo el simulador, quienes detallaron sobre el trabajo que llevaron a cabo en más de un año de desarrollo.

Uno de los integrantes, Ignacio, contó que fue un trabajo largo, estuvieron un año desarrollando el software (programas e instrucciones), pero que “fue un proyecto muy bueno porque aplicamos distintos tipos de tecnologías para el asiento, el factor de que sea multi-jugador, el hardware del tráiler, que es algo que costó hacerlo, y demás”, dijo en diálogo con CASTELLANOS.

Por su parte, Santiago, estudiante de 3º año de la carrera y que se sumó una vez que el proyecto ya estaba en marcha, contó que fue muy bueno tanto el proceso como “el tener consciencia del nivel al que llegan las personas con los grados de alcohol, porque uno toma más consciencia cuando lo vemos físicamente con el tema de los asientos y visualmente cómo se distorsiona en el simulador, ahí uno empieza a dimensionar realmente las cosas”.

Otro estudiante, que también forma parte del equipo originario que comenzó con el desarrollo del software, también afirmó que “fue un trabajo arduo porque implicaba utilizar tecnologías de las que no teníamos mucho conocimiento y aproximadamente a mitad del desarrollo apareció el tráiler, la parte física, en la que tuvimos que trabajar luego. Así se llevó a cabo lo que hoy en día se conoce como simulador APSV”, expresó.

En tanto, otro joven que estaba dedicado a la parte del hardware (componentes físicos), específicamente todo lo relacionado con la silla de movimiento: cómo se mueve, cómo relaciona y la unión con el software. “Las sillas son como butacas de carrera que tienen unos cuantos motores en la parte de la base que mueve hacia los lados y hacia adelante y atrás. Estas sillas también tienen un volante y palanca de cambio, cuando se gira el volante los motores reaccionan a ese movimiento para dar esa sensación, también con el freno y el acelerador”, explicó.

Por último, Agustina, una joven que se dedicó al testeo del producto final, es decir al Simulador terminado, destacó la importancia de este proyecto que se llevó a cabo en la UNRaf. “Es un orgullo que los chicos hayan hecho eso desde cero”, cerró.

Foto: N. Gramaglia