Por Martín Lehmann
Demoró en llegar pero el frío ya se instaló en Rafaela. Con las bajas temperaturas cambia la vida en la ciudad. Los días más cortos con menos horas de luz, modifican las costumbres cotidianas.
Las mesas en las veredas están casi todo el día vacías. Las personas buscan el calor en el interior de las cafeterías. Las sombras son largas durante toda la mañana y la tarde, mientras que los árboles ya pelados ayudan a que se filtre un poco de los débiles rayos de sol.
Sin embargo los que se mueven en moto o en bici no se dejan amedrentar y salen igual abrigados hasta la nariz.
Hasta los maniquíes se visten para la ocasión y las vidrieras acusan la llegada de la temporada fría.
Algunos prefieren esta Rafaela y otros ya añoran los amaneceres tempraneros en mangas cortas. Rafaela hoy es esta… hasta que el ciclo natural nos devuelva la otra.
Comentarios