Por Florencia Raffaelli, Mayra Aguilar

El pasado domingo se llevaron a cabo las elecciones PASO presidenciales, donde los argentinos eligieron a los candidatos a Presidente y Vicepresidente para las Generales de octubre. Desde varios días previos a los comicios ya se hablaba de una elección totalmente incierta porque es la primera vez desde la vuelta de la democracia que realmente no se sabía qué podía ocurrir.

Por un lado, mucha gente está indignada con el actual Gobierno, debido a la mala gestión, por lo que se suponía que perdería muchos votos, como ocurrió. En ese marco se podía pensar que sumaría más votos Juntos por el Cambio, como la fuerza opositora con mayor poder, pero tampoco se lo podía dar como ganadores porque el votante del oficialismo no se iba a "cambiar de bando" como si nada. Por otra parte, el tercer candidato con mayor fuerza era Javier Milei, el líder de La Libertad Avanza, el cual había conquistado a un gran número de votantes, principalmente jóvenes, y a quien se le contabilizaba el voto de ese grupo de argentinos que está cansado de la grieta y no quería elegir entre los dos partidos predominantes. Sin embargo, parecía que no sumaría tantos puntos por muchas de sus alocadas propuestas y proyectos.

Finalmente, pasó la jornada electoral y el sorpresivo resultado se conoció. Y fue más sorprendente de lo que se esperaba: Milei 30%, Juntos por el Cambio 28% (17% Bullrich y 11,3% Rodríguez Larreta), Massa 27,3%.

El lunes empezó el caos, algo que también se suponía que iba a ocurrir pero no en la escala en que lo hizo. Suba del dólar, devaluación del 22% del peso, remarcación de precios, entre otras perlitas. Eso continuó ayer, con un dólar a $ 730 (125 pesos más de lo que cerró el viernes) y nuevo índice de inflación, que superó el 113% en el último año, pero que se espera una índice mucho peor para el mes de agosto.

Mientras tanto, las consecuencias de todo esto las debe sufrir la gente, cada argentino que todos los días se levanta a trabajar y tratar de subsistir en un país en el que se vienen haciendo las cosas mal desde hace mucho tiempo.

En ese marco, Diario CASTELLANOS dialogó con un grupo de comerciantes, quienes manifestaron la situación que atraviesan debido a este presente de incertidumbre.

Según indicaron todos, el mayor problema fue y continúa siendo el tema de los precios, dado que debido a la suba del dólar, inevitablemente tuvieron que remarcarlos, porque así lo hicieron también sus proveedores.

"Como a todos, el dólar nos afecta. Este es un rubro que tiene mucho importado. Todo lo importado se traslada automáticamente", manifestó el trabajador del rubro autopartes, quien contó que se registraron aumentos de entre el 20 y 25%.

Asimismo, contó que muchos decidieron frenar la entrega y venta de productos, lo que le genera problemas al comercio.

A nivel nacional, indicó que los productos también aumentan porque mucha de la materia prima es importada, por lo que las empresas "para salvaguardarse en estos momentos hacen un aumento y después, a veces, lo bajan".

En ese sentido, pese a la suba de los precios, contó que por ahora la mayoría de proveedores están entregando productos, siempre y cuando sea en las cantidades habituales que solicita el comerciante. En cambio, si este decide hacer un pedido mucho mayor al habitual es probable que se le ponga un límite.

Respecto a cómo fue la agitada mañana del lunes, contó que empezó con la lista de precios que ya tenían pero cuando empezó a subir el dólar enseguida les enviaron lista nueva. "Algunos frenaron las listas, no había precio y después ya empezaron a pasar los precios actualizados", manifestó.

En cuanto a las ventas, el trabajador reveló que siguen vendiendo pero están tratan de no hacerlo en grandes cantidades porque no se sabe qué va a ocurrir con el correr de los días. "Si alguien viene a pedir un presupuesto por un accidente, que son un montón de repuestos y que vos lo vas a pedir y te va a demorar en que te lo despachen. Te lo van a facturar de acá a dos o tres días, ya tenés que ver si te sirve venderlo o no porque por ahí lo pedís hoy, te lo facturan de acá a dos días y, si el dólar sigue moviéndose, ya te lo facturan con un dólar más alto todavía que hoy. Entonces, es un poco problemático", detalló.

En ese contexto, indicó que la gente igual sigue comprando lo que necesita, pero tal vez averigua más los precios y consulta por lo más económico. Aunque, según aseguró el comerciante, ya van preparados para escuchar números elevados y que pueden cambiar todos los días. En referencia a eso, expresó: "La gente ya sabe y no es la primera vez que nos pasa. Primero, porque ocurre todos los años de electorales; y después que durante todo el año fue así, que se fue moviendo el dólar y la gente sabe. Te dicen en broma, ese es el precio de hoy, sabiendo que vienen mañana y puede ser otro precio".

De la misma manera, otro comerciante manifestó que muchos proveedores les pasaron nuevo listado de precios y otros los están elaborando para pasarlo en los próximos días. Mientras tanto, la única salid es "seguir trabajando normal y esperando a ver que se normalice un poco la cosa", dijo a CASTELLANOS.

Por su parte, contó que su comercio no está recibiendo mercaderías, "los proveedores no están enviando, la nota de pedido está congelada y estamos también aguardando a ver qué pasa". Esto por el momento no es un problema grave porque cuentan con el stock suficiente para afrontar algunas semanas, pero genera incertidumbre cuándo van a poder reponer y a qué precio".

Este panorama se repite en un comercio de venta de cubiertas, desde donde contaron a CASTELLANOS que ya se sufrió un aumento del 15%, que desde hoy se verá reflejado en el precio de las mismas. El trabajador contó que las entregas no están siendo un problema por ahora (aunque no saben qué sorpresas puede haber), como tampoco lo es la reacción de la gente, que ya llega a comprar resignada y siendo consciente de que hubo aumentos.

En síntesis, ya se sabe que el resultado electoral con la victoria de Milei generó un estallido social y económico que sufren, en mayor o menor medida, todas las personas: proveedores, comerciantes y clientes. Ante este panorama, en un país que está tan acostumbrado a estas cosas, no se trata más que de adaptarse y seguir.