Pinotto, Pinino y Arcadio son rafaelinos que se encuentran para conversar sobre la realidad política, económica y social. Siempre priorizando en sus dichos a lo que sucede en su querida ciudad. Se trata de personajes de ficción y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Lo que no es ficción es la información que manejan. Para leer, relajarse, añorar los viejos tiempos, y reflexionar sobre los actuales.
Pinino: vengo todavía sorprendido, no puedo colmar mi capacidad de asombro, anoche estaba en un bar de calle Belgrano y viene al trote el gallego que trabajaba para una ART.
Arcadio: ¿te referís al erudito?
Pinino: erudito o heródoto no sé cuál, pero el gallego llegó alborotado, blanco transparente y con un susto de la madonna
Arcadio: hacela corta ¿Qué pasó?
Pinino: y el cuento de nunca acabar, los inefables trapitos, uno de ellos, luego de apretarla a la mujer del gallego, procede a lavarle el coche
Arcadio: y…. ¿dónde está el problema?
Pinino: que luego de lavar, pasó a cobrar y le sacudió 500 mangos y la de siempre, la mujer se asusta y llama al marido y este raudamente encara al trapito, y en un momento se ve reflejado en una vidriera y se da cuenta que no es ni rambo, ni el superpibe
Arcadio: ¿y qué pasó?
Pinino: la de siempre, terminó pidiendo disculpas y diciendo que le había cobrado poco
Pinotto: Rugita querido, acomodá el recao ajustando la cincha porque ésto te va a llevar puesto.