Por Guillermo Briggiler
Muchos de los que se volvían locos por la suba del dólar, y posteaban, discutían y conversaban sobre como esta divisa no tenía techo, ahora son los mismos que están desesperados por la baja de la cotización.
Todo tiene que ver con las leyes de mercado, la oferta de dólares en el mercado aumentó en el último tiempo, mientras que la demanda fue cayendo por falta de incentivos. Si cualquier producto, en este caso la moneda americana en sus distintas versiones, digitales, MEP, CCL, Blue, Cripto, etc., se vuelve más ofrecida, es decir hay más cantidad disponible y al mismo tiempo deja de demandarse, es decir las personas tienen menos incentivos para comprarlo, entonces su precio inevitablemente bajará. Hay varias razones que nos llevaron a esta situación.
Hasta hace poco tiempo, pero por muchos años, el billete verde se adquiría como resguardo de valor, ya que el peso era emitido a destajo y como abundaba caía de precio, la gente se desprendía de ellos, comprando productos y ahorrando en dólares, esto traía inflación y suba de la cotización. Con el cambio de la conducción económica, se dejaron de emitir pesos y se secó la plaza, sin emisión y sin transferencias a las Provincias, con superávit fiscal, suba de tarifas de servicios públicos, los pesos comienzan a escasear. Cuando faltan pesos, la inflación cede, y ceden en todos los productos que antes aumentaban, entre ellos el billete verde, que es un producto más en la góndola de la economía.
Quien posee algún ahorro, tiene entre varias opciones, comprar dólares cuyo precio no se mueve desde hace varios meses o simplemente dejarlo en la billetera electrónica o haciendo un plazo fijo con tasas del 30% anual. Como llevamos ocho meses de superávit fiscal, sin emisión no respaldada, no hay incertidumbre sobre un salto cambiario o un cambio de política económica, la demanda de dólares desaparece dejando lugar a los instrumentos en pesos, al menos por ahora. Esto es un cambio en la demanda de los pesos, en detrimento de la demanda de dólares.
Por otra parte, aumentó la oferta de dólares en el mercado, entraron exportaciones del agro, pero también comienzan a verse del sector energético y la minería, por ejemplo, se dejó de importar gas, que demandaba divisas, para exportarse y cambiar la ecuación.
Desde el lado de la financiación, si bien el riesgo país tiene margen para seguir bajando y el Estado todavía no le conviene financiarse en el mercado, muchos privados están consiguiendo endeudarse en el exterior a tasas razonables para aumentar la producción en el país, YPF y Pampa Energía, tomaron deuda en el exterior con la consiguiente entrada de dólares al país.
Además, aumenta la oferta de dólares por medio del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones, RIGI, que tímidamente aparece y contribuye a que el dólar se oferte. Junto con este estamos en medio de un blanqueo, donde dólares que estaban bajo el colchón, fuera de sistema, vuelven a la economía formal.
Cuando es invierno, me pongo ese saco que pagué caro y que tanto me gusta, pero si hace calor y estamos en enero, por más que el saco me guste mucho, que lo haya pagado mucho y me quede muy bien, estaré ridículo si me lo pongo con 40 grados. Desde la conducción económica, me cambiaron el clima financiero, por lo que debo cambiar mis formas, o quedaré con un sobretodo puesto en pleno verano.
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