Desde su fundación el 15 de diciembre de 1943, SOIVA ha sido un bastión de defensa para los trabajadores de la industria del vestido. Su origen se remonta a una necesidad imperante de garantizar condiciones laborales justas y dignas en un sector que históricamente ha sido vital para la economía local. En aquellos años, la ciudad de Rafaela se destacaba por su pujante industria textil, con fábricas que crecían y ofrecían empleo a muchas familias.

Desde sus primeros pasos, el sindicato se comprometió con mejorar las condiciones laborales de sus afiliados, luchando por salarios justos, jornadas laborales reguladas y acceso a beneficios sociales. Uno de los momentos cruciales en su trayectoria fue la obtención del convenio colectivo, que permitió establecer normativas claras y beneficios concretos para los trabajadores de la industria del vestido, un logro que marcó un antes y un después en la vida laboral de los obreros textiles de la región.

A lo largo de las décadas, SOIVA no sólo ha trabajado para mejorar las condiciones salariales, sino también para garantizar la capacitación continua de sus afiliados. Esto ha sido clave para enfrentar los desafíos de una industria que, como tantas otras, ha sufrido transformaciones tecnológicas y cambios en las preferencias del mercado.

En el presente, el sindicato sigue siendo un referente en la defensa de los derechos laborales y en la mejora de la calidad de vida de sus afiliados. A través de la organización de cursos de formación, acuerdos salariales y la defensa ante situaciones adversas, SOIVA se ha mantenido firme en su compromiso de ser una voz activa en la industria del vestido.

Con más de 80 años de trayectoria, SOIVA sigue adaptándose a los desafíos de la industria, como la globalización, la competencia internacional y las fluctuaciones económicas. Sin embargo, su esencia permanece inquebrantable: ser un espacio de contención, lucha y representación para los trabajadores del sector.

Este 9 de octubre, en el "Día del Trabajador de la Industria del Vestido", es fundamental reconocer el rol de SOIVA no sólo como un sindicato, sino como un actor clave en la historia y el desarrollo de Rafaela y la región. Un ejemplo de organización y compromiso con los derechos laborales, que sigue escribiendo su historia en defensa de los trabajadores textiles.

Un poco de historia nacional

En el año 1943 el país se debatía en una tremenda crisis, la distorsión alcanzaba a todos los sectores sociales, los grupos políticos no lograban coincidencias que posibilitaran el encuentro de los argentinos. En ese ambiente de discordia, no podía estar ausente el sindicalismo, disputándose la representación de los trabajadores en dos centrales, CGT N° 1 y CGT N° 2.

Los obreros del vestido, en su mayoría pompiers y trabajadores a domicilio (dado que para esa fecha no existía industria), se agrupaban en la que se denominó F.O.V. (Federación Obrera del Vestido), de conducción comunista, con participación de simpatizantes socialistas. Esta situación interna y la insatisfacción de los reclamos de los trabajadores provocó la rotura del orden interno y un grupo de dirigentes y trabajadores del vestido conformaron con el compañero Ramón Méndez un nuevo sindicato con la denominación de S.O.S. (Sindicato de Obreros Sastres), estableciendo su sede en una pequeña sala del primer piso de la calle Maipú 273 de La Capital.

Las tensiones sociales se fueron agudizando y se produjo el alzamiento militar del 4 de junio, que suspendió la democracia. Dentro del cuadro militar, se suscitaron distintas corrientes de opinión, que lógicamente discreparon en cuanto al modelo que debía adoptarse para recomponer la estructura social. Estuvieron presentes en estas decisiones militares de los más extremistas a los más razonables, privando finalmente la línea encabezada por el Coronel Perón.

Perón, junto a Evita, se dedicaron a buscar la reconciliación nacional, apoyándose principalmente en las clases populares. Así consiguió el sindicalismo su gran oportunidad de constituirse en factor de poder en el nuevo modelo de país.

Los dirigentes del vestido tuvieron gran participación en este quehacer. El trabajo evolucionó, empezó a formarse la industria y el sindicato cambió su denominación por la de S.O.S.C.A. (Sindicato de obreros, sastres, costureras y afines).

La labor de los dirigentes de la organización, la confianza que tuvieron los trabajadores en sus dirigentes y el apoyo económico que aportaron los obreros al sindicato hizo posible que en el año 1949 se dejara la sede de Maipú 273 y ya el Sindicato obrero de la industria del vestido y afines, S.O.I.V.A., se instalara en su sede propia, La casa de los obreros del vestido, Tucumán 737/39, Capital Federal.

"La industria del vestido necesita un compromiso real del Gobierno para enfrentar la crisis"

En el marco del "Día del Trabajador de la Industria del Vestido", resulta imprescindible destacar la visión de Marcelo Lombardo, secretario general de SOIVA (Sindicato Obrero de la Industria del Vestido y Afines). A lo largo de los últimos meses, Lombardo ha sido una voz crítica frente a las políticas gubernamentales que, según su evaluación, no han favorecido ni a los trabajadores ni al desarrollo de la industria textil en Argentina.

En declaraciones que viene realizando desde hace tiempo, Lombardo ha expresado su preocupación por la indiferencia del Gobierno actual hacia la industria nacional. "No vemos que al Gobierno Nacional le preocupe la industria, ni tampoco la caída del consumo", mencionó, subrayando que las políticas implementadas no han logrado contener el deterioro en el sector, uno de los más golpeados por la recesión económica. Los problemas estructurales, como la falta de incentivos para la producción local, las dificultades para competir con productos importados, y la constante inflación, han afectado duramente a los trabajadores del rubro.

La caída del consumo es uno de los factores que Lombardo destaca con mayor preocupación. "Cada vez se vende menos, y esto genera que haya menos producción y, consecuentemente, menos trabajo", afirmó en reiteradas oportunidades durante los últimos meses. Estas palabras cobran aún más relevancia en un contexto donde los salarios, aunque actualizados, no han logrado compensar la pérdida del poder adquisitivo.

Desde SOIVA, el gremio ha logrado algunos avances importantes, como acuerdos salariales que permiten mitigar el impacto de la inflación. Sin embargo, Lombardo sostiene que se necesitan medidas a nivel estatal que promuevan un crecimiento sostenido de la industria y que se pongan en marcha políticas públicas que protejan la producción nacional frente a la competencia externa.

Este "Día del Trabajador de la Industria del Vestido" es una oportunidad para recordar la relevancia de un sector que ha sido histórico en el país, y cuyas bases aún hoy dependen de un esfuerzo conjunto entre los gremios, los empresarios y el Estado para asegurar un futuro digno para los trabajadores.

La reflexión de Lombardo no solo se destaca, sino que también invita a repensar el papel del gobierno en la protección y fortalecimiento de la industria textil, que es motor de empleo y desarrollo en muchas regiones del país.