Por Oscar Martinez
La ciudad hierve, y entonces los carteles que marcan alguna salida hacia Carlos Paz se transforman en anuncios seductores. Los hay en la Avenida de Circunvalación Agustín Tosco, una de las arterias más importantes de Córdoba, que serpentea el Polo Deportivo Kempes. Se trata de un enorme complejo, que tiene como principal referencia al estadio de fútbol que lleva el nombre del inolvidable goleador, campeón del mundo en 1978, y que antes se conocía como Chateau Carreras. A un costado de este, hacia el oeste, se destaca el predio que se utiliza para realizar el Córdoba Open, la primera cita de la gira de torneos del ATP por Sudamérica. El estadio central se parece a un enorme Mecano, ese juego maravilloso que en nuestra niñez nos permitía construir con barras metálicas perforadas que se sostenían con tornillos y tuercas. En el centro, la cancha se ve perfecta. En derredor, las tribunas tubulares están maquilladas con tablas de madera y vestidas con telones negros en las que se destacan publicidades o gigantografías de los jugadores. Los tenistas salen pasando por el corazón de la cabecera norte y encaran un pasillo de unos cien metros que de un lado, tras el tejido perimetral del predio, deja expuesta la vereda y la calle. Y del otro tiene una valla baja y no muy firme, que permite que la gente se acerque a sus ídolos de manera directa. Lo que para estos es tan maravilloso como peligroso. Entonces, cada vez que un partido está cerca del final, los hinchas más cholulos y los más chicos, corren para ver a los tenistas de cerca. Y conseguir un autógrafo o una foto.
A las cinco de la tarde del sábado el termómetro marca 38 grados, y hasta los jugadores se alegran que haya algo de viento. El sol transforma al predio en una sucursal del infierno. Aquí no hay regla de calor extremo, como en el Abierto de Australia, pero los jueces de silla son contemplativos y entonces la pausa entre el final de un punto y el saque siguiente es algo mayo a lo normal. Los tenistas están acostumbrados. Nosotros no, y se nota. Las tribunas deberían estar más cubiertas, muchos eligieron quedarse en casa y verlo por televisión aunque, se sabe, el tenis en vivo es otro deporte, distinto al que se ve en las pantallas. Pero el clima ha entregado toda una semana impiadosa. Y el día de las semifinales fue el peor, porque el duelo futbolero de la noche entre Talleres y Boca obligó a que se juegue más temprano de lo habitual.
Mariano Ink, director del certamen producido por la empresa Torneos y la agencia estadounidense Octagon, me asegura que a pesar del clima que espanta espectadores, en términos porcentuales, van a cerrar el balance un 10% por encima del año pasado, cuando vinieron unas 28.000 personas en total. Según Ink, que también dirige el Challenger de Buenos Aires que se juega en el Racket, estarán por sobre las 30.000. Esta es la quinta edición de un certamen que cuesta un millón y medio de dólares, aproximadamente, y reparte 713.495 de ellos para los jugadores. Según los organizadores, este año llegarán a un punto de equilibrio entre lo invertido en todos estos años, y lo ganado. Es que aunque la respuesta del público ha sido muy buena desde siempre, y mantienen alrededor de 40 anunciantes, la pandemia fue clave para desestabilizar la economía.
Hay una diferencia sustancial con el certamen de Buenos Aires y es la predisposición de todos quienes trabajan. Desde los organizadores, hasta el último de los encargados de la limpieza. El sistema de prensa es impecable, lo que se ve en la respuesta de los medios que tienen acceso inmediato a resúmenes de partidos y declaraciones de los jugadores. El sistema de acreditaciones virtuales hace que todos reciban la información de manera inmediata, esté dentro del predio o a miles de kilómetros. Y el patio de comidas ha crecido y mejoró mucho respecto del año pasado, en infraestructura y en la forma de atender que evitó las larguísimas colas de gente esperando por un ticket que les permita comer o beber. Los precios han sido más lógicos, pero siguen faltando expendedores gratuitos de agua, lo que con semejante temperaturas fue notorio. Una carencia grave del predio es la falta de sombra. En un sector mayormente con piso de cemento, faltan árboles. Muchos y grandes árboles, porque con las sombrillas y media sombra no basta.
El gran anhelo de los organizadores es la obra del estadio central de concreto. Al igual que los baños públicos estables para no seguir utilizando los desmontables de la actualidad. "El estadio va a generar una explosión de tenis porque te posiciona y te instala. Va a ser foco de otros espectáculos y el predio va a seguir creciendo. Las canchas actuales quedan y se usan durante el año, lo cual es importante por el mantenimiento. Las gestiona la Federación Cordobesa de Tenis. El Gobierno de la provincia y de la ciudad son socios y auspiciantes del evento. Ellos saben que es clave no seguir gastando dinero en armar cada año una estructura de tribunas enorme", aseguró Ink.
Jorge Salkeld, sénior vice presidente de Octagon, compañía que también posee los torneos de Santiago de Chile y Kitzbühel, en Austria, le dijo a Sebastián Torok, de La Nación, que "no son muchos los países que tienen más de un ATP. A pesar de todos los vaivenes económicos, Argentina lo hace. Pero para crecer tenemos que dejar el polvo de ladrillo y pasar a superficie dura. Tenemos una gira de cuatro semanas, es importante la tierra batida, pero hoy en día los jugadores juegan más en dura. La ATP nos dice que hay que mantener una diferencia de juego, nosotros acompañamos, pero si ellos quieren que crezcamos necesitamos que vengan otro tipo de jugadores. Es decir, los habituales y dos o tres más. La fecha en la que estamos con esta superficie, es complicada. Es bueno que tenemos valiosos tenistas argentinos, latinoamericanos…, pero si queremos traer a un…, no sé, a Grigor Dimitrov, tenemos que pasar a otra superficie".
Cuando saco el auto de la cochera sobre el mediodía del domingo, el tablero marca 38 grados. Pero la final se jugará no antes de las 19:00 hs, cuando el sol nos dará un respiro y el cielo, según asegura el pronóstico, preparará una lluvia. Ya en el Polo Kempes, decenas de colaboradores terminan de limpiar lo que dejó el paso de los hinchas de fútbol, fundamentalmente de Talleres que anoche le ganó a Boca en el histórico estadio mundialista. En este otro estadio, que tiene su cancha de polvo de ladrillo armada en el centro de un maravilloso mecano de caños, maderas y cientos de metros de media sombra, dos tenistas argentinos jugarán la final de un torneo del circuito ATP. Ese que vemos por tele y siempre parece lejano. Ahora una parte del mismo está aquí, al costad del rio Suquía. Un trozo del paraíso en medio del infierno.
Báez festejó en Córdoba
El bonaerense Sebastián Báez, 47mo en el ranking de la ATP y cuarto preclasificado, derrotó ayer a la noche al rosarino Federico Coria (67) por 6-1, 3-6 y 6-3 y se consagró campeón de la quinta edición del Córdoba Open ATP250, que concluyó este domingo en el Polo Deportivo Kempes.
Báez, de 22 años, se adjudicó así su segundo título ATP, luego de quedarse el año pasado con el Abierto de Estoril, y desde este lunes aparecerá en el puesto 37 del ranking, y se acerca a la mejor posición que logró en su carrera, cuando en agosto de 2022 llegó al 31er lugar.
Por otra parte, en la final de dobles masculino, Máximo González y Adrián Molteni (Arg) se impusieron a a Fabien Reboul y Sadio Doumbia (Francia) por 6-4 y 6-4.
Pella y Cachín debutan en el Argentina Open
El cordobés Pedro Cachín enfrentará hoy al brasileño Thiago Monteiro, mientras que el bahiense Guido Pella se medirá con el español Jaume Munar, por la ronda inicial del Argentina Open, que desarrollará su 23ra. edición.
El certamen, que se juega en las instalaciones del Buenos Aires Lawn Tennis Club, en canchas de superficie de polvo de ladrillo, repartirá premios por 711.600 dólares.
La programación en singles: a las 13:30 hs, Pedro Martínez (España) vs. Bernabé Zapata Miralles (España), a continuación, Pedro Cachín (Argentina) vs. Thiago Monteiro (Brasil); no antes de las 18:30 hs, Fabio Fognini (Italia) vs. Laslo Djere (Serbia); no antes de las 20:00 hs: Guido Pella (Argentina) vs. Jaume Munar (España).
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