Una auténtica superioridad exhibió Toyota en su territorio para ganar por primera vez el Rally de Japón. La escuadra nipona, que ya se había consagrado en el Campeonato de Constructores y de pilotos con Kalle Rovanperä, terminó el año con un 1-2-3 de local que fue "la frutilla del postre". Elfyn Evans se quedó con la victoria y le ganó la pulseada a Thierry Neuville (Hyundai i20N) por el subcampeonato.
Con estos resultados, Rovanperä culminó la temporada al mando, habiendo cosechado un total de 250 puntos. Elfyn Evans quedó segundo con 216 y a 34 unidades del campeón, en tanto el tercer puesto le correspondió a Thierry Neuville, ya por debajo de la barrera de los 200 puntos (189) y a 61 del líder.
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