Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Cultura

Magdalena Ruiz Guiñazú, el ícono del periodismo que enfrentó al poder con su ética incuestionable

19.17 La periodista murió hoy a los 91 años. En las últimas semanas había estado ausente en su programa radial por cuestiones de salud.

Pocas personas en la Argentina deben simbolizar mejor al buen periodismo que Magdalena Ruiz Guiñazú. Mujer de radio, de tele, de gráfica. Talentosa y generosa. Y valiente. Con una línea ética incuestionable que siempre le generaba problemas en el poder.

Magdalena fue una mujer que desde los micrófonos enfrentó a la dictadura militar. Poco más que decir después de eso. Como miembro fundador de la CONADEP en 1984 fue amenazada de muerte en años oscuros. Mujer profesional en otros tiempos para el rol de la mujer. Y nunca retrocedió. Nunca quiso tener custodia, por ejemplo, porque decía que su rectitud bastaba. Alguien que se jugó la vida en serio.

Leé también: Dirigentes del oficialismo y la oposición despidieron a Magdalena: “Incansable luchadora de la libertad”

Activa hasta último momento y, esto es más que importante en los complicados tiempos que corren, mujer de consulta para infinidad de colegas que se formaron con ella. Como compañeros o como oyentes, aprender de Magdalena era una cita. Ella adoraba analizar el pasado para mirar al futuro y así lo hacía saber siempre.

Una referente indiscutida del periodismo

En el periodismo nacional se podría decir que fundadora y formadora. Pero fundadora también de la recuperación democrática en nuestro país, ni más ni menos. Adalid de los Derechos Humanos en estado puro, antes de que nadie intentara manipularlos. Cuando había que ser muy valiente.

Todo eso le valió incontables premios y reconocimientos aquí y en el exterior. En los setentas, en los ochentas, en los noventas. En radio sobre todo. Un referente ineludible.

Y su carisma hizo que además del respeto de colegas y oyentes, Magdalena generara empatía. Vamos, de los de más de 30 quién no recuerda a Magdalena hablando del Traje de Oso, en las mañanas heladas de invierno, para indicar que los chicos tenían que abrigarse. Es más. Todavía hoy, en medios, hablar de Magdalena, así sin apellido, remite inmediatamente a ella.

Sus peleas al aire con Aníbal Fernández, cuando Aníbal Fernández representaba realmente al poder, fueron un clásico. Por eso vale la despedida del actual ministro para ilustrar cómo se conducía Magdalena: “Tuve enorme respeto profesional y una excelente relación personal, independientemente de no coincidir para nada en política. Cuando mis tareas me impusieron determinadas conexiones, supo darme una mano. Estimada señora, que Dios la bendiga”.

El ministro de Seguridad Aníbal Fernández destacó el "enorme respeto profesional" por la periodista Magdalena Ruiz Guiñazú (Foto: captura Twitter @FernandezAnibal).

Magdalena dejó para todos nosotros un legado de honestidad y de coraje. La capacidad de ser libre y valiente sin caer en enfrentamientos inconducentes. Hasta último momento propició el reencuentro y el no bajar la cabeza, sostenida únicamente en su incuestionable integridad. (TN)

cultura Magdalena Ruiz Guñazú nacionales periodismo Titular

Comentarios

Te puede interesar

Teclas de acceso