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Sobredosis de TV (o streaming)

La canción pintaba una época. Hoy, la adicción a la televisión y la dependencia que esta genera, ha mutado. La "caja tonta", capaz de atraer a las personas durante horas frente a su pantalla, pierde su batalla con la aparición de las plataformas de streaming, aunque no ha muerto. Existe un refrán muy popular en Latinoamérica que dice "guerra avisada no mata soldado", y la entonces tele resiste. Aunque ya no tengo claro cuándo veo tele y cuándo streaming. O si es lo mismo. Lo cierto es que un domingo de cielo limpio, sin viento y con una temperatura primaveral, me pasé el día frente a las pantallas. No es bueno eso, ni siquiera lo que me gusta, pero la oferta era irresistible. Le cuento.
Apenas iniciado el domingo, a las 7:30 hs, la Juventus de Ángel Di María le ganó por 2 a 0 a Atalanta en su casa. Desde las 12:00 hs del mediodía se podía disfrutar de la ronda final del Wells Fargo Championship de golf, y un rato más tarde era muy seductor ver el festejo del campeón de Italia, Napoli, recibiendo a Fiorentina con la imagen de Diego Maradona en cada rincón de su estadio. Casi a la misma hora, en la Premier League, Arsenal debía vencer como visitante a Newcastle para no quedar lejos de Manchester City, cosa que consiguió. Mientras, se podía ver en otra señal la coronación del Rey Carlos I. No, no, lo puse bien, hablo de Alcaraz, que un día después de cumplir 20 años se coronó en Madrid tras ganar el Master 1000 de tenis en la "Caja Mágica". Del otro, ese tipo que esperó 70 años en Inglaterra para convertirse en una suerte de rey de película de Mel Brooks, prefiero no escribir. A las 16:30 hs se largó el Gran Premios de Miami de Fórmula 1, una categoría extraordinaria que corría en un sitio maravilloso cuando la categoría parece estar en llamas. Y una hora más tarde se ponía en marcha el Superclásico. Ah, ¿no lo sabía? Es que se habló poco del tema, pero en Núñez jugaron River y Boca. Y más o menos a mitad de tarde, por la Ligue 1, PSG visitaba a Troyes, pero la verdad es que no me importaba. Me pregunto, ¿cómo a alguien se le ocurre suspender a Messi? ¿Cómo se puede tener tan poco sentido común? ¿Cómo se le puede privar a la gente que fue al estadio, incluso a los hinchas del Troyes que necesitaba ganar y entonces se beneficiaba de la ausencia de Leo, de ver al mejor del mundo? Queda claro, más allá de que Messi merecía una sanción, que la directiva de PSG no tiene idea de fútbol, por eso, y aunque disponga de todo el dinero del mundo, les va como les va. En el medio había mucho más fútbol, de aquí y de allá, Súper Rugby Américas, automovilismo nacional y básquetbol de Liga ACB y NBA. Se necesitaba de una jarra de café y algo, o mucho, para acompañarlo.
Entre tanto para disfrutar, estaba al partido que debía jugar Atlético ante uno de los líderes del torneo. Una propuesta por demás de atrapante por varios motivos, porque soy hincha de la Crema, porque el equipo juega bien y gana, porque está muy arriba en la tabla y se enfrentaba en Mendoza contra Deportivo Maipú…ah, y porque me pagan para escribir sobre ello. Lo cierto es que apenas terminado el almuerzo sintonicé CNN Rafaela y busqué TyC Sports Play en la computadora. Dos aclaraciones, la televisación fue mucho mejor que las desastrosas anteriores, y poniendo la radio a través de la aplicación, las demoras entre la realidad y lo que vemos o escuchamos es muy parecida. Así se puede disfrutar de todo ese armado de ingeniería.
Algunos apuntes. Estoy en desacuerdo con Javier Colombo sobre que el árbitro no tenía VAR, es más, yo creo que se pasó de copas en su visita a alguno antes del encuentro porque de otra manera no puede cobrar ese penal. Pero lo hizo y empezamos perdiendo. "A los penaltis que tan bien parabas, acechado tu acierto, nadie más que la red le pone trabas, porque nadie ha cubierto el sitio, vivo, que has dejado, muerto". Escribió Antonio Machado como un legado para Marcos Peano, que fue nuestra figura, pero esta vez no pudo ponerse los guantes del "Dibu".
Entre un arbitraje localista como los de los años setenta y la inoperancia de todo Atlético, pensar en llegar al empate era una enorme utopía. Hasta que Medrán (a todo esto Ezequiel, por favor, no lo saques más a Luna, aunque esté en una mala tarde, y menos cuando estamos perdiendo) decidió que ingrese Gino Albertengo. Y el apellido del gol inventó un disparo de ensueño para lograr el milagro de empatar en el minuto final. Mérito de tres. De Gino, claro, de Valdivia que eligió darle un pase de artista en lugar de tirar un centro desesperado, y de Medrán por los cambios.
Apenas un minuto más tarde el impresentable juez Nelson Sosa decretó el final del partido y el comienzo del festejo de Atlético. Vamos a la cancha o vemos fútbol en pantallas para eso. Para compartir fiestas, pero también naufragios, como diría Eduardo Galeano. Esta vez nos tocó festejar, un festejo módico claro, a nosotros. Con este punto seguimos bien arriba en la tabla y se fortalece la autoestima. Apenas cierro la computadora salgo al patio. El sol ya es historia, pero la temperatura invita a salir lejos de las pantallas, evitando una sobredosis de estas. Y aunque no me gusten los empates, terminar un domingo con una alegría futbolística, como dice una publicidad que vi en la TV, no tiene precio.

Autor: 286726|
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