El sector panadero se enfrenta a una nueva preocupación con el anuncio de un aumento en el precio del pan a partir de hoy. El incremento es de alrededor del 8% y se atribuye directamente a la eliminación de los subsidios que anteriormente se aplicaban a la harina, uno de los principales componentes de este producto básico en la alimentación diaria de muchas personas.
La bolsa de harina, que solía tener un precio aproximado de 3.370 pesos, experimentó un aumento significativo y ahora se sitúa en torno a los 3.900 pesos. Esta subida en el costo de la materia prima se traduce en un incremento de 600 pesos por kilo de pan y entre 110 y 120 pesos, dependiendo del tamaño, en el caso de las facturas.
Otros productos derivados como tortas y budines también sufrirán modificaciones en sus precios, ya que cada panadero ajustará sus costos de acuerdo con su situación particular.
Así lo confirmó a CASTELLANOS José Angeletti, referente del sector panadero local, quien expresó su preocupación por la constante volatilidad en el mercado y la falta de previsibilidad en los precios de los insumos básicos. "Es todos los días una modificación nueva, todos los días una cosa nueva, y uno puede proyectar; lo que hoy nos sirve posiblemente la semana que viene, o mañana, ya no, y hay que ver otra cosa", señaló Angeletti.
"Este no es el primer aumento"
Anteriormente, el pasado 25 de abril, el precio del pan experimentó un incremento del 12%, pasando de 490 a 550 pesos.
Además de la harina, los panaderos también se ven afectados por el aumento en otros insumos, como la luz, la margarina y el azúcar. Y la situación se vuelve aún más compleja debido a que los costos de transporte también inciden en el precio final del pan. El flete, sumado al encarecimiento de la materia prima, contribuye a que los precios se mantengan elevados en todos los lugares, sin posibilidad de encontrar soluciones a corto plazo.
El referente del sector resaltó que, a pesar de las dificultades económicas, los panaderos se esfuerzan por mantener la calidad del producto. "Uno trata de ir buscando mejoras en los precios, sin bajar la calidad. Pero estamos, prácticamente, en todos lados en la misma rueda", comentó Angeletti.
A pura incertidumbre
El desconocimiento acerca de cómo evolucionarán los precios de los insumos y la falta de mejoras en las condiciones económicas generan un escenario complejo para el sector.
"Es como cuando a uno le duele la rodilla y no va al kinesiólogo. Te terminás acostumbrando al dolor, y no es bueno. En este caso es lo mismo. Nosotros nos estamos acostumbrando a esta inflación que tenemos, lamentablemente. La persona que tiene, más o menos, mi edad, ya esta película la vimos tantas veces, y siempre con la misma receta que no da nunca resultados", lamentó.
A pesar de todo, Angeletti manifestó su esperanza de que, en algún momento, se produzca un cambio que permita revertir esta situación y brinde estabilidad a la industria panadera. Mientras tanto, los consumidores deberán adaptarse a estos nuevos incrementos en el precio del pan y evaluar sus decisiones de consumo en función de sus posibilidades económicas.