El Secretario General de la seccional Rafaela de UOM, Roberto Oesquer, celebró la rapidez con la cual se llegó a un nuevo acuerdo paritario que establece un aumento del 45% para los trabajadores del sector, la cual establece también una cláusula de revisión para el mes de noviembre.
A comienzos de semana y un día antes de que se reúna el Consejo del Salario para definir la suba del sueldo mínimo, la industria metalúrgica se convirtió en la primera actividad del sector privado en definir su paritaria 2022. Así, el gremio de la UOM y las seis cámaras del rubro acordaron un aumento del 45% en tres tramos con revisión en base a la evolución de la inflación en el mes de noviembre. El incremento que beneficiará a cerca de 215 mil trabajadores metalúrgicos se aplicará en tres cuotas: un 18% desde el mes de abril, un 15% a partir de julio y se completará en octubre con un 12%. El acuerdo que rige desde abril y se extiende hasta el 31 de marzo de 2023 establece una revisión del aumento convenido en noviembre próximo, cuando las partes volverán a reunirse para evaluar un posible actualización de la suba en base a la evolución del índice de precios.
La mirada local
El Secretario General de UOM Rafeala, Roberto Oesquer reconoció a las claras que es una gran noticia para el sector, sobre todo por la rapidez en la cual se celebró el acuerdo, aunque no pudo dejar pasar de largo lo que significa la inflación y los instrumentos que debieron encontrar para poder seguir de cerca su evolución de forma tal que los salarios no pierdan ante una inflación galopante, que según Nación, se comenzará a combatir a partir de este viernes, veremos cuales son los resultados a corto, mediano y largo plazo, aunque desde los distintos sectores ya miran con desconfianza que esto pueda llegar a suceder, a tal punto que todos los gremios han acordado cláusulas de revisión para seguir de cerca la evolución de este índice tan perjudicial.
“Es fundamental monitorear el nivel de inflación en el año y en todo caso realizar las correcciones necesarias para llegar a marzo del 2023 con un salario que no esté por debajo de la línea de la pobreza. Ojalá que la misma se modere y sea mejor para todo, pero lamentablemente las proyecciones que se tenían para el 2021 marcaba que iba a estar en el orden del 50% y en definitiva terminó resultando así. Para el corriente año hay distintas proyecciones, en este sentido la cláusula de revisión es fundamental para adecuar a la paritaria a nivel inflacionario del año”.
El problema central
“La inflación es el problema central” reconoció Oesquer, aunque sin ánimos de ser reiterativo enfatizó que este tema debe ser el central en la agenda del Gobierno, para tratar de encontrar un cauce normal y que la misma disminuya y no siga aumentando como ha sido a esta parte. “Por suerte el nivel de actividad metalúrgica es importante y permite llegar a acuerdos de este tipo y que la paritaria se vaya realizando en tiempo y forma y que no nos tome como en otras oportunidades con menor nivel de actividad y llegábamos al mes de mayo y todavía no se habían definido los aumentos para el mes de abril, con lo cual es una ventaja este tiempo, la desventaja es que hay demasiada inflación que indudablemente va perjudicando al asalariado. En el último mes hablamos de un 4% de inflación, seguramente que la idea del Gobierno es que estos índices puedan ir disminuyendo y que se pueda ir recomponiendo el salario y que al finalizar el año paritario, los salarios puedan estar arriba de la inflación, es la única forma de recuperar salario”.