El presidente del Jockey Club local analiza la realidad de una entidad que es patrimonio y pulmón de la ciudad. El notable trabajo que están realizando en todos los ámbitos se ve reflejado en la recuperación patrimonial y, fundamentalmente, en la identidad social que lo distinguió durante décadas.
“La verdadera energía y el verdadero carácter son como el valor, tranquilo y moderado, sin alardes y sin vacilaciones” Carlos Enrique José Pellegrini (1846-1906), abogado, periodista, traductor público y político argentino. Presidente de la Nación entre el 7 de agosto de 1890 y el 12 de octubre de 1892. Fundador y primer presidente del Jockey Club.
El predio del Country del Jockey Club es una maravilla que la ciudad disfruta a solo cinco minutos del microcentro, que le da vida y belleza con su fantástico pulmón natural. Pero que, además, encierra buena parte de la historia de deportes que han entregado grandes eventos y deportistas de elite que son notables embajadores de Rafaela. Claro que el brillo institucional iba decreciendo su luminosidad año tras año. Hasta que hace un tiempo, en agosto del 2020, se produjo un cambio brusco que revirtió esa tendencia. Y tiene que ver con un grupo de dirigentes que se ajustan perfectamente a cada definición de Pellegrini, con el presidente Agustín Tita al frente.
“Que sea yo quién esté en el cargo no es determinante, porque en realidad somos un grupo de trabajo grande, de gente que disfruta de una enorme pasión, y que tiene como principal objetivo devolverle al club el brillo de su historia. En general somos amigos desde siempre, de compartir muchas horas en este lugar, cosa que seguimos haciendo como socios y ahora como dirigentes. No sé si continuaré otro mandato, lo que es seguro es que seguiré trabajando siempre por el Jockey “
¿Por qué decidiste tomar partido?
“Hace 32 años que soy socio del club. Vengo desde que tenía siete años. Quiero que mis hijos, que son chicos, puedan disfrutar de lo que yo viví en este lugar. Quiero recuperar ese club brillante que distinguía la ciudad, quiero que vuelva la familia. Es mi sueño, y para hacerlo realidad no queda otra que ponerse a trabajar”
¿Con que se encontraron al asumir?
“El Jockey venía de algunos años de retroceso en la mayoría de las actividades, no tan importante pero continuo en el tiempo Y era algo que amenazaba seguir. Teníamos menos socios, se veían deterioradas las instalaciones y la actividad social era casi nula. Venían los socios solos, sin la familia, hacían su actividad y se iban. Por ejemplo, un golfista venía a jugar, pero si traía a su mujer y sus hijos, estos no tenían nada para hacer. Y en lo que respecta a las finanzas, estaban en vías de ordenarse pero tenía algunas deudas importantes, como la previsional o la que se existía con la obra social”.
¿Y cómo están ahora?
“Mucho mejor. En lo económico, a poco de ingresar logramos el equilibrio fiscal y hoy nuestras finanzas están sólidas. Cuando ingresamos había 187 socios y ya tenemos alrededor de 470. Es cierto que la pandemia nos jugó a favor por el tipo de actividades deportivas que se pueden realizar en el club, pero también es clave el hecho de ser mucho más receptivos y generar cosas para la familia, como las colonias de invierno, las de vacaciones, potenciar las escuelitas, reabrir el bar. Se nota mucho porque antes el club parecía cerrado durante la semana y ahora se ve mucha actividad todos los días”
¿Qué actividad creció más?
“En todas en general. El golf, a pesar de lo que dije anteriormente, era la única actividad que crecía, aunque lentamente. Pero el gran cambio es que hoy se ha sumado mucha gente joven, de entre 25 y 40 años, que componen un grupo grande de unos cuarenta socios que han renovado la actividad. El tenis ha tenido un despegue importante a pesar de correr en desventaja con el resto de los clubes. Y el hípico ha repatriado muchos socios que se habían ido y suma nuevos socios y caballos”
Lo que impacta primero son los cambios estructurales…
“Hemos cerrado todo el predio del club. Es un tejido perimetral que impide que cualquiera pueda ingresar. Antes había lugares por donde se accedía a la cancha de golf sin siquiera tener que saltar un alambre, y eso generaba roturas y también sumaba inseguridad. Se restauró prácticamente todo el club house, que estaba muy desmejorado, se han renovado los vestuarios, los baños, se montó el café bar nuevo modificando el salón deportivo, se está trabajando en las viejas caballerías que correspondían al desaparecido hipódromo. En el tenis se han renovado las luminarias, se repararon los tejidos. En el hípico cambiamos la bomba de agua, solucionamos todos los problemas de electricidad, se han restaurado completamente los boxes que están al costado de la pista. En el golf ya estamos trabajando en la colocación de riego artificial para toda la cancha. Compramos toda la maquinaria que se necesita para el mantenimiento y se reparó la que había, tenemos cortadoras de fairway nuevas, banqueras, tractores cortacésped, estamos por comprar un tractor grande….por eso ahora el parque se ve tan lindo, porque los empleados tienen herramientas adecuadas para trabajar”
¿Qué están haciendo en las viejas caballerizas del desaparecido hipódromo?
“Es donde más trabajo se ve hoy. Eran 150 de las cuales tapamos 100 y el resto se están recuperando. Vamos a parquizar esa zona, donde hay una arboleda muy linda. En ese sitio tenemos pensado hacer un salón con un zoom y un parque con juegos infantiles para que disfruten los chicos”
Es una pena ver la tribuna de cemento aislada, ¿pensaron que hacer con ella?
“Es cierto, está sub utilizada. Hay profesores de educación física que la usan para hacer gimnasia al aire libre, pero no mucho más. Tenemos varias ideas y siempre es tema de discusión en las reuniones, porque no queremos demolerla, es patrimonio del club y de la ciudad. Ya se nos ocurrirá algo, es todo un desafío”
Una de las críticas históricas hacia el club era que se trataba de tres instituciones en una. ¿Cambió eso?
“Sí. Los presidentes de las subcomisiones forman parte de la Comisión Directiva, entonces la relación de las distintas disciplinas está entrelazada como nunca antes. Antes, los del hípico no se mezclaban con los del tenis, ni estos con los del golf y así todos. Hoy eso ha cambiado para bien. La prioridad es que cuando una subcomisión hace un evento las demás colaboran o al menos son partícipes como espectadores, queremos afianzar ese sentimiento de pertenencia”
¿Se puede soñar con recuperar el club de las grandes fiestas?
“En eso estamos. Tener bien las instalaciones hizo que recuperemos las fiestas de 15, los casamientos, reuniones, agasajos, la vida social del club está reverdeciendo. A fin de año tenemos pensados dos eventos, una cena para toda la Comisión Directiva con familia, y la cena de fin de año”
¿Y el hipódromo?
“Tenemos uno en Bella Italia que está a medio construir, ya hay caballerizas, gente que cría y entrena caballos, pero la actividad es muy reducida si uno la compara con lo que históricamente generaba el hipismo en nuestra ciudad. Las foráneas funcionan pero el tema está tercerizado con una agencia y nos da una ganancia mínima que la terminamos devolviendo en impuestos”
Una vez me dejaste una excelente respuesta sobre la relación entre golf y medicina. Me dijiste: “El golf es un juego de fallos y la cirugía una profesión de aciertos, ambos exigen tener muy claro el pensamiento y contenidas las emociones. El golf me enseño a comportarme en la medicina y la medicina en el golf. En ninguno de los dos puedo enojarme ni echarle la culpa al otro. Son mis dos pasiones” ¿Cambió algo?
“Falta agregar otra pasión: el club. Aquí tengo muchos amigos, disfruto de estar aquí. Verlo recuperarse, trabajar para ello junto a gente que quiero mucho, y ver a mi familia aquí es una maravilla”