Alberto Carmelo ("Tito") Logulo, nació en La Plata el 20 de abril de 1920 y falleció trágicamente el 4 de setiembre de 1960.
De muy joven se fue a vivir a Mar del Plata, ciudad a la que representó en su trayectoria deportiva.
Se inició en el automovilismo como acompañante de Alberto Fava y debutó como piloto el 22 de octubre de 1950 en la Vuelta de Tandil, que ganara Jorge Orduna, llegaría en el 25º lugar, pero de ése circuito se enamoraría ya que fue el ínico que ganó tres veces y en forma consecutiva
El año 1950 armó un Mercury, pero ése auto era demasiado grande y pesado, se distinguía entre el resto de los Ford y Chevrolet, cuando comprobó que no tenía posibilidades de pelear la punta, decidió venderlo y compró un Ford modelo 1939.
En el año 1952 tuvo buenas actuaciones, y llegó el primer triunfo en la vuelta del Chaco, terminando el campeonato en el puesto 18.
En 1953 arranca segundo en la Mar y Sierras, y 3º en Tres Arroyos, ganando Tandil, y segundo en Rojas llegando 3º en el campeonato detrás de Juan y Oscar Gálvez.
En 1954 gana en Comodoro Rivadavia y La Pampa, es tercero en las 500 Millas Mercedinas, cuarto en Olavarría, en el Gran Premio después de puntear en la primera etapa, llega tercero, en la segunda etapa cerca de Añatuya volcó, su coche dio siete vueltas y despidió a Alberto en el primero, el auto rebotó cerca suyo casi rozàndolo, con su acompañante Armando Vidosa. Salvaron sus vidas, culminò el campeonato cuarto detrás de Oscar y Juan Gálvez, y Dante Emiliozzi. Reconstruye ese auto y se lo vende a Rodolfo de Alzaga.
En dos meses arma un Ford modelo 1940 pasando 1955 sin pena ni gloria arribando 19º en el campeonato. Ese año interviene en el exterior en una competencia muy difícil, la Panamericana de México con Ford y llega 69º.
En 1956 culmina tercero en Tres Arroyos y Santa Fe, cuarto en las 500 Millas Mercedinas,y termina el año quinto en el campeonato detrás de Juan y Oscar Gàlvez, Fèlix Peduzzi y Marcos Ciani.
En 1957 arma un nuevo auto que nacié bien y es segundo en las 500 Millas Mercedinas y en Olavarría, tercero en Tres Arroyos, cuarto en la general el Gran Premio, ganado la séptima y octava etapa, culminando cuarto en el campeonato detrás de Oscar y Juan Gálvez, Marcos Ciani y Rodolfo de Álzaga.
En 1958 gana la Vuelta de Tandil, abandona Santa Fe y las 500 Millas Mercedinas, cuarto en Tres Arroyos y el mismo puesto en las dos primeras etapas del Gran Premio, terminando el campeonato quinto detrás de Juan y Oscar Gálvez, Marcos Ciani y Rodolfo de Álzaga.
En 1959 gana la Mar y Sierras, haciendo en tramo Tres Arroyos-Necochea-Mar del Plata un promedio parcial de 194 kms, arañando los soñados 200 km/h..... gana ese año el Premio Gral Savio y nuevamente Tandil, llegando segundo en Chubut, tercero en Gral. Pico, séptimo en Arrecifes, sexto en la veloz Tres Arroyos,cuando iba cuarto detrás de Oscar Gálvez, Navone y Menditeguy se salió del camino sufriendo heridas cortantes, a pesar de todo siguió en carrera, abandona en Olavarría y llega sexto en el Gran Premio, ocupando la misma posición en el campeonato detrás de Rodolfo de Álzaga, Juancito, Dante Emiliozzi, Carlos Menditeguy y Oscar (¡qué nombres!).
Como se puede apreciar siempre estuvo peleando la punta con los mejores pilotos de la categoría.
En 1960 es segundo en la Mar y Sierras, séptimo en Olavarría, abandona en La Pampa, Arrecifes y Hughes, y luego viene el fatal accidente.
El 4 de setiembre de 1960 en una carrera organizada por el Avellaneda Automóvil Club denominada Mil Millas, largando desde Morón hacia Pergamino, por Ruta 8, completando 1.609 Km.
A las cuatro de la mañana largó el Nº 1 que era Oscar Cabalén, luego Jesús Ricardo Risatti. entre ellos el Nº 9 de Juan Roberto Machado, el 18 de Rodolfo de Álzaga, el 22 Dante Emiliozzi, el 23 Alberto Logulo, el 26 Marcos Ciani, el 29 Ángel Rosel Meunier, el 37 de Angel Rienzi y el último en largar el 39 de Juan Gálvez, se largó por sorteo cosa ya bastante discutida en la època, ya que los más veloces largaban atrás.
En las cercanías de Pilar, sobre la Ruta N° 8, la misma presentaba una curva bastante difìcil y un camino de tierra con un declive muy pronunciado hacia abajo que prolongaba el sentido recto que hasta ahí traía la ruta, ello exigía una cuidadosa maniobra y buena visibilidad, pero de noche y con niebla parcial ello no era muy factible.
Fueron varios los pilotos que no advirtieron la curva y siguieron por el camino de tierra, y la polvareda que levantaron èstos dificultó aún más la visión. Debido a la gran confusión generada, Alberto tampoco acertó el camino correcto, pero no tuvo la suerte de los anteriores al salirse del asfalto el Ford rojo y negro que se calcula vendría a más de 170 kms/h, impactó contra varias plantas y postes. La puerta del lado del piloto se abrió, despidiéndolo a "Tito" por los aires no así su acompañante que malherido salvó su vida, era el "Negro" Linares que tuvo tiempo despuès de acompañar a otro grande: Carlos Menditeguy.
Alberto quedó tendido en el suelo, aún con vida pero dejó de existir poco después de ser atendido, una de las razones pudo ser el ritmo que había ejercido hasta allí que había sido muy violento, ya que largò con el Nº 23 y había dado alcance a Rodolfo de Álzaga y tenìa a tiro Ricardo Risatti. Todo terminó allí en esa curva de Fátima, donde se encuentra el monolito en homenaje a este gran piloto.
La penosa muerte de Alberto Logulo entristeció al automovilismo nacional y los medios de prensa se ocuparon en particular de destacarlo. "Cayó ayer en su ley el destacado volante marplatense Alberto Logulo. Se cobrò asì el camino un tributo harto penoso, precisamente con quien estaba familiarizado con el vértigo emocionante de la velocidad y con el que en numerosas oportunidades había sabido triunfar por sus cabales. Joven, dinámico, optimista y alegre. Alberto Logulo no sólo tenía pericia en la conducción del automóvil, sino también en la mecánica. Pero si las condiciones deportivas de Logulo no alcanzaron perfiles superlativos, su mejor semblanza puede expresarse en la mención de su hombría de bien, su hidalguía innata, virtudes de las que dio siempre muestras amplias y generosas".
Así Mar del Plata y el TC en especial perdía a un valor que luchaba con el selecto grupo de aquella época. Completó su historial con 8 triunfos en las clásicas "Vueltas" y 2 etapas de Gran Premio.